Llamado de alerta en foro organizado por la UACM
Investigadora: Wal-Mart busca acaparar la producción agrícola
Argelia Salinas Ontiveros, académica del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que el proyecto de la empresa Wal-Mart para adquirir vía contrato la producción total de productos frescos del campo mexicano para comercializarlos en sus tiendas significaría supeditar la producción agrícola de alimentos a la demanda de esa compañía, la cual también fijaría los precios y establecería los insumos que se tendrían que utilizar en la siembra, sin considerar si las superficies son aptas o no para esos cultivos.
Al participar como ponente en un foro sobre el impacto del Tratado de Libre Comercio en el país, realizado en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, señaló que el gobierno, por medio de las secretarías de Agricultura, Hacienda y del Medio Ambiente, debe informar sobre los avances de dicho proyecto, dado a conocer por dicha empresa a principios de este año.
Advirtió que Wal-Mart podría constituirse en un gran monopolio en México, que pondría en riesgo la actividad de los productores agrícolas, además de que también pone en peligro "nuestra cultura, ya que se le daría prioridad a la producción de alimentos que puedan procesar las grandes corporaciones trasnacionales".
Ejemplificó con el caso del chile, del cual por medio de la biotecnología se proyecta producir un tipo que no pique; "parece que ésa es la tendencia, y es posible que en un momento dado los mexicanos lleguemos a consumir esos productos", indicó.
Productores grandes, pequeños y medianos, agregó, podrían ser "absorbidos" por Wal-Mart mediante contratos. Habría que considerar que la fuerza de trabajo joven se está trasladando hacia Estados Unidos, mientras que en el campo sólo se están quedando mujeres, niños y ancianos; "ésta es la población que quedaría sujeta a trabajar bajo la modalidad que esa empresa les quisiera imponer bajo contrato", expuso.
Señaló que el campo ha quedado a la deriva, en manos de lo que ofrezca el sector privado, por lo cual dicha empresa "puede convertirse en un gran acaparador de los productos agrícolas de México". Sobre el impacto del TLC en el país, dijo que el futuro del sector agropecuario está sujeto en gran medida a las directrices que marca el mercado mundial, que provienen de los países más desarrollados.
Refirió que México ya padecía una profunda crisis agraria, agrícola y ambiental a principios de los años ochenta del siglo XX, misma que a pesar del relativo dinamismo del sector agroexportador, prevalece y tiende a agravarse de no haber cambios en las actuales políticas. Consideró que así lo demuestra el hecho de que sólo 15 por ciento de los productores se encuentra en posibilidad de competir exitosamente con sus contrapartes de Estados Unidos y Canadá.
El panorama se proyecta pesimista para el futuro de la población de ese sector, señaló, especialmente para las mujeres, quienes en la reciente década han incrementado su participación en la fuerza de trabajo.
Por ello existe la necesidad de impulsar a corto plazo diferentes proyectos productivos, que permitan incorporar a las mujeres, y en general a la población rural, en condiciones tecnológicas y educativas que les permitan mejorar sus condiciones de vida y de trabajo, "pues a partir de ahí podrán participar con mayor éxito competitivo en los mercados internacionales de productos agropecuarios".