Usted está aquí: viernes 18 de noviembre de 2005 Cultura Vasta revisión y muestra de 253 obras de Goya en el Museo Nacional de Arte

Presentan el libro sobre el artista aragonés y las mujeres, de Natacha Seseña

Vasta revisión y muestra de 253 obras de Goya en el Museo Nacional de Arte

Por primera vez en AL y Canadá se podrá admirar al ''precursor de la modernidad''

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Una de los 30 �s de Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828), que forman parte de la vasta exposici�el artista aragon�que se inaugurar�l lunes 21 de noviembre a las 19 horas en el recinto de Tacuba 8, Centro Hist�o FOTO Jes�llaseca Foto: Jes�llaseca

El mundo de Franciso de Goya y Lucientes (1746-1828) está en movimiento.

Dentro de las actuales revisiones de su obra -hay quienes afirman que las pinturas negras no son de su autoría-, el Museo Nacional de Arte (Munal) ha logrado organizar una exposición, la primera en Latinoamérica y Canadá, tras más de tres años de gestión, de nada menos que 253 piezas en la que figuran 30 óleos, entre ellos Las lavanderas, El sueño, La duquesa de Alba y Autorretrato (1773).

Goya, que será inaugurada el lunes 21 en el recinto de Tacuba 8, Centro Histórico, a las 19 horas, permitirá contemplar al ''precursor de la modernidad", pues trascendió los límites de la enseñanza académica, de forma integral al incluir pintura, las cuatro series de grabados (Los caprichos, Los desastres de la guerra, Los disparates o Los proverbios y La tauromaquia) en primera edición, bocetos y un libro impreso en 1799 -sólo hay dos en el mundo- que reproduce Los caprichos.

El guión no es cronológico, dado que hay ''grabados revueltos con óleos", señala Roxana Velázquez, directora del Munal. Hace evidente la ''dualidad" que Goya ejerció toda su vida, por un lado como pintor de oficio para los retratos de aristócratas y burgueses, en los que logra gran introspección y, al mismo tiempo, el artista de gran libertad creadora, de una fuerza y trascendencia que se puede ver en su obra gráfica.

Un artista de todos

Para curar la exposición, el Munal integró un comité internacional en vista de que estudios recientes cuestionan la autoría de muchas obras antes consideradas de Goya, o porque las situaciones están polarizadas desde España y Estados Unidos.

''Goya -explica Velázquez- es un artista de todos, no sólo español". Inclusive ''tuvimos ofrecimientos de siete u ocho óleos más, pero el comité dijo que eso no era de Goya".

El comité está integrado por Janis Tomlinson, de la Universidad de Delaware; Priscilla Muller, de la Hispanic Society de Nueva York; Natacha Seseña, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid; Roxana Velázquez, y, también del Munal, Alejandra Cortés.

La exposición tiene tres núcleos temáticos: el primero, Otra locura suya en la misma plaza, muestra los retratos de mujeres, así como las 33 estampas de la serie La tauromaquia (1815) y la litografía Los toros de Burdeos (1825).

El segundo, Con razón o sin ella, aborda los retratos oficiales hechos por encargo de la corte española y los 80 aguafuertes realizados para la serie Los desastres de la guerra (1810-1820).

El último, ¡Y aún no se van!, muestra las series Los caprichos (1793-1799) y Los disparates (1816-1823), el libro, así como los cartones para tapices y los bocetos de obras religiosas.

Seseña también es autora de Goya y las mujeres (Colección Taurus Historia), libro de reciente publicación, que hoy será presentado a las 12 horas en el Munal.

Desde que era niña e iba al Museo del Prado con su padre, siempre le llamó la atención ''el papel protagónico de las mujeres" en la obra del artista aragonés.

Con el paso del tiempo, y después de más indagaciones, se le encargó el libro en el que investiga la vida de las retratadas como la Duquesa de Alba, indisolublemente unida a la leyenda de Goya, pues encarnaba para él la idea del eterno femenino. También la reina María Luisa de Parma, la marquesa de Villafranca, la marquesa de La Solana y una lista interminable.

Despertar femenino de un largo letargo

Entrevistada, Seseña habla del por qué de ese papel protagónico: ''Las mujeres despertaban de un largo letargo. Es cuando sabemos más de ellas, y no sólo de sus oficios o deberes tradicionales, sino que se fundan sociedades económicas y hay gran polémica sobre si deben entrar o no, pero las mujeres lo consiguieron. Entonces, muchas de estas nobles pertenecían a esa sociedad y se interesaron por instruir y alfabetizar a otras mujeres. Visitaban cárceles, estaban ya preocupadas por el futuro de la mujer para que dejara de ser lo que había sido hasta ese momento".

-¿Qué aporta en el libro?

-Se abre una puerta para futuros investigadores sobre la intensa relación afectiva que Goya tuvo con Martín Zapater, amigo de la infancia, con quien se escribió durante 25 años. De allí sorprenden la intimidad de algunas de sus confesiones, las bromas. Habla poco de pintura, pero mucho de afectos y diversiones. Algunos dibujos que Goya hizo en las cartas son muy reveladores de la importancia que Zapater tuvo en su vida afectiva.

-¿Se menciona la posibilidad de que Goya fuese homosexual?

-No lo creo, es más bien bi, y sobre todo hay que verlo con perspectiva histórica. Hasta ese momento los hombres no hablaban de sus intereses con sus mujeres. Entonces, esa intimidad y confianza para hablar de dinero, diversiones, la tenía con ellos. Así hubo una relación homoerótica, sin que eso quiera decir que estuviese forzosamente basada en ese tipo de relaciones.

''Se ha abierto una puerta para que en lugar de pensar que Goya era mujeriego, hay muchas publicaciones sobre eso, hombre que trabajaba tantísimas horas, pues, no tenía tiempo, no se le conoce, desde luego, ninguna amante fija."

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.