Son "terroristas de los más peligrosos", justifica Jabor
Sólo siete, los casos de tortura, dice el ministro del Interior iraquí
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El vocero de la Asociaci�e Eruditos Musulmanes (izquierda) y otro dirigente desconocido muestran en Bagdad fotos de prisioneros torturados FOTO Ap
Foto: Ap
Bagdad, 17 de noviembre. El gobierno iraquí se defendió hoy de las acusaciones de torturas en prisiones oficiales al afirmar que sólo hubo siete casos en los centros de detención de Bagdad, donde, subrayó, los detenidos son "terroristas de los más peligrosos".
"Hubo solamente cinco, o siete (hombres), como máximo, que presentaban signos de haber sido golpeados", sostuvo el ministro del Interior iraquí, Bayan Jabor.
"No acepto que ningún oficial abofetee siquiera a un prisionero", indicó Jabor en conferencia de prensa, en su primera aparición pública desde que las fuerzas estadunidenses descubrieron un búnker el pasado domingo con 179 prisioneros desnutridos y golpeados, la mayoría de ellos sunitas.
Líderes políticos de la minoría sunita exigieron una investigación internacional de las acusaciones que milicias chiítas vinculadas con el Ministerio del Interior fueron responsables de las torturas y abusos.
Estados Unidos se pronunció ayer por una investigación, pero descartó que tuviese carácter internacional.
El ministro Jabor negó que los sunitas sean blanco del ministerio y dijo que hay chiítas entre el grupo de detenidos.
Por otro lado, los servicios secretos de Francia identificaron a 22 ciudadanos de ese paíss que marcharon a Irak para combatir contra las tropas estadunidenses, de los que al menos siete murieron. "Nosotros no sólo importamos combatientes suicidas, sino que también los exportamos", declaró el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy.
Además, se señaló que en la capital de Francia fueron detenidos hace unas semanas 14 jóvenes franceses que se preparaban para ir a la ocupada nación árabe.
El ejército de Estados Unidos dijo que unos 3 mil combatientes extranjeros luchan en Irak en las filas de los insurrectos, al citar una investigación del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Mientras, un marine murió el miércoles anterior como consecuencia de sus heridas tras la explosión de una bomba al noroeste de Bagdad, lo que elevó a 10 los soldados estadunidenses abatidos en dos días en la nación invadida, según fuentes castrenses.
Asimismo, tres iraquíes perdieron la vida y otro resultó herido hoy en la capital iraquí en varios tiroteos.