Usted está aquí: martes 15 de noviembre de 2005 Espectáculos Quienes han sentido celos son perfectos, afirma Regina Orozco

Dedicado a su ex novio, estrenó Celo sa, la viciosa de la posesión en el Helénico

Quienes han sentido celos son perfectos, afirma Regina Orozco

En espectáculo de cabaret operístico aborda lo que, dice, es uno de los sentimientos más pasionales

Encarna a Tosca, controladora e insufrible; a Donna Elvira, sensual, y a Carmen, sabia

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen La Megabizcocho en el camell�e la avenida Alfonso Reyes FOTO Guillermo Sologuren Foto: Guillermo Sologuren

Los celos son un tormento que envenena el alma y que aborda Regina Orozco en una obra de teatro. Se trata de un divertimento doloroso y romántico que transtemporiza música y escenas de una manera barroca e hiperrealista.

El pasado domingo se presentó la primera función de Regina en Celo sa, la viciosa de la posesión, ante un público que llenó la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico. Algunas personas no alcanzaron asiento y permanecieron de pie o sentadas en donde pudieron.

Varios son los factores que llevan a Regina Orozco a la realización de esta producción, entre ellos su formación operística y su capacidad histriónica. Ahora expresa con música el que considera uno de los sentimientos humanos más pasionales: los celos.

En Celo sa... realizó una escrupulosa selección de arias de ópera que refieren los celos. En escena le acompaña el pianista Isaac Bañuelos, con quien tiene una hija, y el tenor Gerardo Reynoso. El tono es de humor de cabaret y para lograr el efecto dramático se alió con el director de cine Julián Antuñano, con quien pronto filmará La mil traumas. En el proceso creativo participaron Roberto Cabral y Oswaldo Calderón.

El resultado: un espectáculo de cabaret operístico.

Entre arias

Los personajes aparecen entre arias. Varias son las heroínas y antiheroínas que sufren la terrible pasión de los celos. Los textos son agridulces y se sustentan en el análisis sicológico. Orozco canta y sufre por ellas, alternando con el tenor Reynoso.

"¿Algunos de aquí han sufrido celos?", preguntó al público. Varios levantaron la mano. "Ustedes son perfectos", dijo a los que retuvieron la respuesta. "Gracias por venir a apoyarme", expresó, y un aplauso fue la respuesta.

"Celos por inseguridad de mierda. ¿Es güera? Estoy hasta la madre. Chequé tu teléfono. Duele el hígado. Los celos se viven. Son peor cuando te los imaginas", expresó en uno de los parlamentos. Las risas denotaron experiencias propias. El infierno de cada quien.

Dedicó el espectáculo a su ex novio "porque me hizo crecer; me regaló estos zapatos", que son de una suela muy gruesa. "¿Qué es la paranoia? ¿Quién ha checado los e-mails? ¿Quién ha matado a alguien? Yo maté a un perro". Los celos y sus extremos.

La idea de esta puesta en escena, había explicado Regina Orozco en conferencia de prensa el jueves pasado, comenzó con la relación que mantuvo con su ahora ex novio, quien la marcó y motivó a escribir el guión, después de tocar fondo. "Sufría, leía sus correos electrónicos; tuve diversas terapias y, a partir, de esa experiencia pensé en realizar un collage de escenas que aligeran el dolor con el uso del humor."

La obra comienza con una escena de Tosca, controladora y posesiva, tan insufrible como insoportable, quien usa el chantaje como su mejor arma y ataca hasta saciarse. El pintor Mario cachondea a Tosca, quien presa de los celos le huele el cuello sin que se dé cuenta. Los celos echan a perder el momento más sublime.

Donna Elvira, sensual y hedonista al infinito, "apapachona" y seductora se siente desamada y generará una tragedia. Dalila, entregada en cuerpo y alma, peca de liosa e intriga. La pierde la arrogancia.

Del lado masculino, Don Giovanni es un ser mágico y erótico. Traiciona individualidades para lograr los objetivos de su deseo. Pagliaccio o el chiste que se transforma en un acto delictivo y el narrador en asesino.

Orozco encarna a Carmen, de la ópera de Bizet. Ella es sabia y virtuosa, hermosa pero insatisfecha. Usa artimañas. Luego, Otelo, quien es la pasión encarnada, desquiciante y asfixiante. Un prototipo.

Regina Orozo, la Megabizcocho, pregunta a la concurrencia: "¿Qué haces si tu pareja llega tarde? ¿Qué haces si... ya no quiere tener sexo? ¿Qué haces si se encierra en el closet a hablar por teléfono? ¿Qué haces si llega con el olor de un perfume desconocido? ¿Te pide tiempo para estar solo y plantearse la relación?"

Según las respuestas de cada quien, los resultados pueden dar que a) Estás enamorado de ti mismo; b) Estás en perfecto camino de la expiación de tu alma a través del dolor; c) Ya deja de jugar a la bella genio, y d) Nos vemos en el Reclusorio Norte.

La duda mata

Los personajes expresan y denotan que la duda de la fidelidad mata y "echa a perder el guiso". Hay celos donde hay amor, pero también traición. "Los celos son el eclipse total del amor, el eclipse total del corazón."

Se reflejan en ojeras pronunciadas, en noches sin dormir. "Los celos son un dragón que hay que domesticar". Se oyen voces, hacen imaginar escenas como en una película. La cama es un océano de olas bravas. Mientras haya amor habrá celos.

Regina en Celo sa, la viciosa de la posesión. La soprano, Regina Orozco; el tenor, Gerardo Reynoso; el pianista, Isaac Bañuelos; en video arte, Julián Antuñano; en animación, Lalo San Juan e Iván de Levesón Company; la escenografía e iluminación, de Roberto Cabral; asistente de producción, Sandra Olinca; vestuario Oswaldo Calderón; guión, producción y dirección Regina Orozco.

Se presentará los domingos hasta el 11 de diciembre, a las 18 horas, en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico, avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn. Teléfono 3640-3139.

(Con información de Ana Mónica Rodríguez)

 
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