En los hechos, la empresa dejará de recibir $23 mil 500 millones para inversión

El Senado aprueba Ley de Ingresos sin modificar el superávit de Pemex

Pese a oposición de Hamdan, se mantiene impuesto a refresqueras que usan fructosa

VICTOR BALLINAS Y ANDREA BECERRIL

El Senado cedió a las presiones de la Secretaría de Hacienda y de la mayoría de los gobernadores al aprobar anoche la minuta sobre Ley de Ingresos para 2006, en la que se anulan en los hechos los 23 mil 500 millones de pesos que Petróleos Mexicanos (Pemex) debería recibir por medio de su nuevo régimen fiscal, aprobado dos días antes en el mismo recinto.

"Me parece inaceptable que Pemex no pueda utilizar esos recursos, que hoy se anule aquí el régimen fiscal que todos aprobamos con gran alegría", señaló en tribuna Manuel Bartlett Díaz, uno de los dos senadores priístas que junto con toda la bancada perredista votaron en contra de la nueva Ley de Ingresos.

El pleno desechó antes la propuesta de los perredistas -que llevó a tribuna Miguel Angel Navarro Quintero- de que se modificara el superávit fiscal de Pemex contenido en la minuta proveniente de la Cámara de Diputados, toda vez que Hacienda lo incrementó de 178 mil 211 millones de pesos a 201 mil 779 millones.

"Esta diferencia significa simple y llanamente que el beneficio fiscal de Pemex quedará neutralizado presupuestalmente", advirtió el perredista.

Preguntó a quiénes benefician esos obstáculos a Pemex y por qué los funcionarios de Hacienda se han obstinado en sustraer las ventajas que permitirían a la empresa reconstruir las reservas de hidrocarburos que constituyen un aspecto fundamental de la seguridad nacional.

Hizo notar que la decisión gubernamental, respaldada por el PRI y el PAN, es inconsistente con el discurso de fortalecer a Pemex, y que la medida siguiente será recurrir al viejo expediente de insistir en la privatización de la paraestatal.

Denunció que en la minuta de la Cámara de Diputados sobre Ley de Ingresos se establece un aprovechamiento de 6.5 por ciento sobre rendimientos excedentes por la exportación de petrolíferos, lo que significa un gravamen adicional a la paraestatal que no estaba previsto en el régimen fiscal y se introdujo furtivamente a última hora.

Precisó que ese aprovechamiento ahora será acreditable contra el derecho sobre hidrocarburos para el fondo de estabilización petrolera. "Sin embargo, con el argumento falaz de que se requiere compensar a las entidades federativas se ha incorporado, alterando la estructura del régimen fiscal de Pemex aun antes de que pudiera entrar en operación."

El senador Navarro planteó luego a nombre de su fracción que se modificara el superávit de Pemex. Hizo notar que los gobiernos de los estados van a recibir más recursos el próximo año por derechos distribuibles de esa empresa y por excedentes.

"Balde de agua fría"

Sin embargo, la propuesta fue desechada por la mayoría PRI-PAN, y se aprobó el dictamen elaborado por la Comisión de Hacienda, que preside Fauzi Hamdan. Legisladores integrantes de ese organismo revelaron que pesaron mucho las presiones de Hacienda y de los gobernadores para no otorgar mayores recursos a Pemex.

El único que se atrevió a denunciarlo en tribuna fue el senador Bartlett, quien lamentó "tener que echarles un balde de agua fría", pero les dijo que debían reconocer que con lo aprobado en esa Ley de Ingresos se anuló lo fundamental del régimen fiscal de Pemex.

Los priístas Alejandro Gutiérrez, Fernando Gómez Esparza y Ricardo Aldana subieron hasta la sala de prensa para aclarar que no se había invalidado el régimen fiscal de Pemex.

Reconocieron, sin embargo, que Pemex sólo podrá usar los 23 mil 500 millones de pesos para pagar su deuda.

Gutiérrez, quien participó en las negociaciones, sostuvo que se logró que Pemex pueda compensar algunos impuestos, con lo cual obtendrá unos 17 mil millones de pesos. Reconoció que el problema fue la presión fuerte de las entidades federativas.

Defensor de trasnacionales

Lo que sí modificó el Senado fue la miscelánea fiscal, particularmente la Ley del Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS), al eliminar la exención que los diputados dieron a las refresqueras que utilicen edulcorante basado en fructosa.

Los senadores lo eliminaron y mantuvieron el impuesto de 20 por ciento para quienes no utilicen en la elaboración de sus bebidas azúcar de caña. Ello, pese a que Hamdan intentó a toda costa que se mantuviera la exención. Argumentó incluso que se debía proteger también a los productores nacionales de maíz amarillo.

El priísta Héctor Vicario le preguntó qué intereses representaba en ese momento, toda vez que los beneficiarios de esa exención son dos grandes trasnacionales.

Hamdan abogó directamente por los refresqueros, e incluso habló a nombre de ellos, al plantear que los industriales retirarían el amparo que han interpuesto contra ese gravamen de 20 por ciento si se mantenía la exención.

Tanto Vicario como los perredistas César Raúl Ojeda y Miguel Angel Navarro le exigieron más seriedad y no confrontar a los productores nacionales ni asustarlos con amparos de los refresqueros. Recalcaron que de la industria azucarera viven 450 mil cañeros y 60 mil trabajadores de los ingenios, que son a los que se perjudica con la importación anual de 6 millones de toneladas de fructosa, en beneficio de dos multinacionales, ya que prácticamente no se produce maíz amarillo para consumo humano. La votación final fue 47 a favor de mantener el IEPS de 20 por ciento y 31 en contra.

La senadora del Verde Ecologista Verónica Velasco denunció que hubo otro intento de proteger a trasnacionales, en este caso a las tabacaleras, ya que aunque en la Comisión de Hacienda se acordó restablecer el gravamen a los cigarrillos, con la obligación de que en cada cajetilla se incluya un marbete -un sello de autenticidad-, a última hora se eliminó del dictamen.