Señala que los ciudadanos deben analizar a fondo las propuestas de cada candidato
Advierte el Episcopado sobre una posible regresión al autoritarismo
Cuautitlán Izcalli, Mex. 10 de noviembre. Existe el riesgo de que en las elecciones de 2006 la ciudadanía lleve de nuevo al poder a "partidos o personas" que opten por un "sistema corporativo y de presión", lo cual representaría una "regresión al autoritarismo", advirtió ayer el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), José Guadalupe Martín Rábago.
En compañía del secretario general de la CEM, Carlos Aguiar, el también obispo de León enfatizó que ante esa posibilidad de volver al "autoritarismo" es necesario "hacer un esfuerzo educativo para que nuestro pueblo, consciente de estos riesgos, tome una actitud positiva y de avance hacia la democracia".
Es por ello, dijo, que la Iglesia quiere "comprometerse", junto con otros sectores de la sociedad, a dar su "aporte para lograr avanzar por los caminos de la democracia". Adelantó que, en sus mensajes, la Iglesia -"que no tiene voto"- invitará a todos los fieles a que en las elecciones presidenciales voten de "manera consciente; analicen las propuestas de los partidos y tomen una actitud crítica frente a éstos en función de principios como la honestidad y la memoria histórica".
Además, criticó a los partidos de oposición, porque "no han sido capaces de anteponer el bien de la nación por encima de los intereses partidistas particulares".
Ese hecho, añadió, ha impedido que se alcance la consolidación de diversas reformas constitucionales que "son básicas para el país" y para el avance de la democracia.
"Ser oposición -planteó- es parte de un ejercicio democrático, pero necesitamos una oposición auténtica, madura y capaz de distinguir entre lo que es oponerse a realidades que golpean negativamente a la población y oponerse sólo para conseguir beneficios personales".
En el contexto de la 80 Asamblea General de la CEM, la cual concluyó este jueves, precisó que la Iglesia "no tiene preferencia por ningún partido político en particular", pero destacó que en México existe "una larga historia de experiencias y gobiernos absolutistas". En ese sentido, se refirió a "más de 300 años de dominación en la colonia"; en el siglo XIX, a la historia de "caudillismos y golpes de Estado", y en el XX a la "historia de un partido hegemónico que dominó en todos los ámbitos de la vida nacional a lo largo de 70 años".
En años recientes, manifestó, los mexicanos "empezamos a transitar por el camino de la democracia", con lo cual se ha conseguido la "legítima separación entre los poderes de la Unión que, pese a todas las dificultades, puede ejercerse conforme a la soberanía que la Constitución les permite; volver a un régimen en el cual esos poderes estén supeditados es volver a un sistema autoritario.
"Eso es lo que no deseamos; queremos vivir en un sistema republicano y democrático como el que está establecido en los países civilizados del mundo actual."