AL ve a México como "cabildero" de EU: Gil Villegas
Con Fox el país perdió liderazgo y reputación
El experto lamenta "la impericia del diletante" Derbez
México ha perdido en cinco años posición de liderazgo en América Latina, margen de maniobra y reputación "como el chico bueno del barrio", porque el gobierno de Vicente Fox es percibido como "cabildero" de Washington, considera Francisco Gil Villegas, investigador de El Colegio de México.
Hoy, sostiene el experto, el liderazgo regional se ha desplazado al sur, justo hacia la tercia de países con los que México antagoniza en torno al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). "El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, aunque ha visto mermado su prestigio a raíz de escándalos internos; el de Argentina, Néstor Kirchner, y nos guste o no, el de Venezuela, Hugo Chávez, son importantes referentes y tienen resonancia en el hemisferio", plantea.
El analista, ex director de la revista Foro Internacional, afirma que el saldo del desempeño de México en la reciente Cumbre de las Américas de Mar del Plata deja ver "los enormes estropicios" de la diplomacia mexicana con Fox.
El último round de declaraciones entre Fox y Chávez -el primero acusando al venezolano de irresponsable, intolerante y de haber ido a "calentar a la gente" al estadio de Mar del Plata; el segundo lamentando que el mexicano sea "cachorro del imperialismo"- es considerado por Gil Villegas un "pleito innecesario provocado por la torpeza del jefe del Ejecutivo y la impericia de su canciller, Luis Ernesto Derbez, un diletante".
El experto evalúa que el gobierno mexicano percibe la presidencia de Chávez en Venezuela "como un enorme riesgo, pero no es una opinión propia, es la visión antichavista de Estados Unidos".
Antes, recuerda, los gobernantes mexicanos no se metían en este tipo de dimes y diretes internacionales. "Deberían seguir así, no porque compartan el ideal bolivariano ni mucho menos; simplemente para no meternos en pleitos con un jefe de Estado que, por su estilo caudillesco, resulta más agresivo y dañino."
El politólogo, doctorado en la Universidad de Oxford, opina que el "error de origen" que propició el naufragio actual de la política exterior mexicana se ubica en lo que llama "la doctrina (Jorge G.) Castañeda", es decir, la estrategia del primer secretario de Relaciones Exteriores del foxismo de integrar a México a la visión hegemónica de Estados Unidos.
"Castañeda recibió el país muy fortalecido en ese rubro, México era muy respetado y tenía muy buenas relaciones con toda Latinoamérica. Con la Unión Europea había un acuerdo de quinta generación al que todavía no se ha sacado provecho y con Estados Unidos los nexos eran mucho mejores hace cinco años que ahora", agrega.
-Es una paradoja, porque justamente este gobierno ha privilegiado su trato con Estados Unidos.
-Pero sólo hay que ver el trato displicente de los funcionarios del gobierno de George W. Bush con México. La relación era mejor cuando nos dábamos a respetar. Fue un error abandonar los principios rectores que guiaban nuestra conducta frente a Estados Unidos, de autodeterminación y soberanía, contenidos en la Constitución y que cuentan con el consenso social.
"Otro principio que se abandonó fue el de no buscar puestos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y mucho menos la secretaría en la Organización de Estados Americanos (ONU), que sigue actuando como instrumento colonial de Estados Unidos. Se entendía que en esos puestos, dada la enorme presión de Washington, se perdería capacidad de maniobra o autonomía. Pero Fox y Castañeda no vieron que lo sabio de los principios es que no son caprichosos, sino que tienen una razón de ser histórica."
-Lo que ha caracterizado a la diplomacia foxista ha sido el afán de sus funcionarios de ganar candidaturas en organismos internacionales.
-Y en cinco años perdimos todo por ir compitiendo. Julio Frenk quiso ser presidente de la Organización Mundial de la Salud y Jaime Sepúlveda de la Panamericana. Perdimos. Luego el desastre de la candidatura de Derbez para la secretaría general de la OEA, que además nos granjeó un pleito gratuito con Chile.
-Ahora están la elección de Bernardo Sepúlveda, como juez de la Corte Internacional de Justicia, y la fuerte candidatura de José Angel Gurría por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, aún por decidirse.
-Pero el éxito de Sepúlveda dependió de sus propios méritos. Lo mismo puede pasar con Gurría y, si es el caso, con Rosario Green. Precisamente por méritos en la política exterior mexicana de otros tiempos. Lo cierto es que son a los de este gobierno a los que no les ha ido bien.
-¿Qué significa la pérdida de liderazgo mexicano en el continente?
-Que México no tiene legitimidad como interlocutor. Su voz no pesa. Lo dicen en Argentina y en Chile por la torpe disputa de Derbez por la secretaría general de la OEA contra José Miguel Insulza; lo piensan Colombia y Venezuela. Otros ven a México no como sol con luz propia, sino como planeta de Estados Unidos. Así, les resulta mejor negociar con Washington y no con su portavoz.
-El gobierno cree que lo que hay es una verdadera política exterior de Estado y lo que había antes era una política partidista. Muchos ven los principios de no intervención, soberanía y autodeterminación como objetos de culto a la nostalgia.
-Precisamente esos principios de no intervención eran los que representaban la auténtica política del Estado mexicano y contaban con un importante consenso de muy diversas fuerzas políticas. Hasta la oposición calificaba a la diplomacia "candil de la calle y oscuridad de la casa", porque se reconocía que la política exterior era correcta.
"Dicen que la soberanía y la autodeterminación son obsoletos, pero su defensa le ha dado a Lula buenos dividendos y capacidad de negociación. A Kirchner le ha permitido aglutinar un liderazgo propio. Si en las próximas elecciones gana un presidente del PRD o el PRI, se va a dar un regreso a esos principios."