Usted está aquí: viernes 11 de noviembre de 2005 Opinión ECONOMIA MORAL

ECONOMIA MORAL

Julio Boltvinik

La pobreza en México (2000-2004)/ I

Las personas pobres aumentaron de 79.2 a 85 millones

La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente

EL GOBIERNO DE FOX está en campaña que se expresa en numeroso espots y anuncios impresos que, entre muchas otras falacias, sostienen que entre 2000 y 2004 la pobreza ha bajado en el país de manera acelerada. En este espacio he planteado exhaustivamente los dos elementos centrales de mi crítica a los datos originales y a los procedimientos que generan los cálculos en los cuales se basa la afirmación sobre la baja de la pobreza: a) El método utilizado por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) y su Comité Técnico, además de contener inconsistencias internas, es minimalista y, por tanto, conlleva una violación explícita de los derechos humanos de la población, ya que les niega su derecho a satisfacer todas las necesidades humanas, excepto la alimentaria. b) Incluso con ese método, la pobreza parece bajar porque la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) de 2002 y de 2004 no son comparables con las de 2000 y anteriores; además, la muestra de hogares en el medio rural está fuertemente sesgada, lo que convierte la evolución reciente de las condiciones de vida en dicho medio en un verdadero cuento de hadas.1

COMO RESULTADO DE las deficiencias de las ENIGH 2002 y 2004, la doctora Araceli Damián, profesora de El Colegio de México, y yo, nos habíamos abstenido de usarlas para continuar la serie de cálculos de la pobreza en México que, utilizando el Método de Medición Integrada de la Pobreza (MMIP) inicié hace 12 años. Recientemente decidimos hacerlo y, a partir de esta entrega, presentaré algunos de los resultados que hemos obtenido.

AL UTILIZAR EL MMIP superamos el primer grupo de objeciones a los cálculos del gobierno federal, ya que este método tiene tres diferencias sustanciales con el "oficial": 1) Es multidimensional, esto es, toma en cuenta, además de los ingresos corrientes del hogar, el acceso a servicios públicos gratuitos, la posesión de activos básicos del hogar, la disponibilidad de tiempo, y los niveles educativos (y asistencia escolar) de sus miembros. 2) No es minimalista. En cada dimensión se fijan umbrales que se basan en las disposiciones constitucionales y legales y en las luchas populares, elementos que expresan, todos juntos, el sistema de necesidades básicas prevaleciente en el país. 3) Es consistente internamente.

PERO AL USAR las ENIGH, arrastramos inevitablemente sus deficiencias. Por tanto, los resultados hay que tomarlos con amplias reservas, particularmente los del medio rural. Los cálculos los hemos hecho, hasta ahora, sólo para las encuestas del año 2000 y la del 2004.

PARA EL ANALISIS de la estratificación social con base en el nivel de bienestar, hemos venido utilizando seis estratos (tres de pobres y tres de no pobres) que van desde los indigentes hasta la clase alta. Esto genera cuadros complejos que, para esta primera entrega he simplificado. El cuadro que se anexa presenta el número de personas (en millones) tanto en 2000 como en 2004 en sólo tres estratos: indigentes, pobres no indigentes y no pobres, así como el total de pobres que se obtiene sumando los dos primeros estratos. Me centraré en esta primera entrega en el análisis de la evolución del número de personas que viven en la pobreza según la medición integrada de la pobreza (MMIP). En próximas entregas presentaré cuadros con cifras relativas al relacionar la población de cada estrato con la población nacional, así como la desagregación de los componentes del MMIP: la pobreza de ingresos-tiempo (LPT) y la de NBI (necesidades básicas insatisfechas). La de LPT, a su vez, es resultado de modificar los ingresos del hogar a la luz de la pobreza de tiempo. La pobreza por NBI resulta del promedio ponderado de los índices de vivienda (espacio y calidad de materiales), acceso a los servicios de salud y a la seguridad social, educación de adultos y menores, recolección de basura, bienes durables, condiciones sanitarias, energía doméstica y teléfono (este último sólo en el medio urbano).

ENTRE 2000 Y 2004 la pobreza integrada (MMIP) en México pasó de 79.167 a 85.016 millones de personas, un aumentó de 5.850 millones que equivale a un aumento porcentual de 7.4 por ciento. Durante el mismo periodo, la población total del país aumentó en 6.506 millones de personas, la mayor parte de la cual se tradujo en crecimiento de la pobreza, ya que los no pobres aumentaron en sólo 657 mil personas. Esto significa que mientras la incidencia de la pobreza (proporción de pobres en la población nacional) en el año 2000 era de 81.07, la llamada incidencia marginal (el aumento del número de pobres dividido entre el aumento en la población) fue de 89.9 por ciento (9 de cada 10). Cuando la incidencia marginal es mayor que la incidencia inicial, la proporción de pobres crece. Así se llegó en 2004 a 81.62 por ciento.

En pocas palabras, en el periodo 2000-2004 la pobreza en el país aumentó, lo que refuta la afirmación insistente del gobierno de Fox y del Banco Mundial de que la pobreza ha descendido fuertemente en el periodo. Cambiando la metodología y usando las mismas fuentes, las muy cuestionadas ENIGH, la tendencia resulta la opuesta. Veamos cuál fue el comportamiento del número de pobres en los medios urbano y rural.

EN EL MEDIO URBANO (localidades de 2 mil 500 o más habitantes), los pobres aumentaron de 55.077 millones a 61.237 millones, un incremento de 6.16 millones experimentado en una población que creció en sólo 6.11 millones. Es decir, una incidencia marginal de la pobreza superior a 100 por ciento: (100.8 por ciento), lo cual nos indica que la incidencia de la pobreza urbana aumentó. En efecto, pasó de 75.7 por ciento a 77.6 por ciento entre 2000 y 2004.

EL MODELO DE desarrollo hacia afuera, que los neoliberales han implantado en el país, está centrado en la expansión de las actividades industriales que son casi exclusivamente de carácter urbano. Por tanto, el incremento observado en la pobreza urbana demuestra que, al menos durante el gobierno de Fox, este modelo está fracasando, lo que se corrobora con el hecho de que el empleo en la industria manufacturera a todo lo largo del gobierno de Fox ha venido cayendo.

LA HISTORIA RURAL es diferente. La pobreza baja ligeramente, pasando de 24.090 a 23.779 millones, un descenso de 311 mil personas. La incidencia marginal es negativa, igual a menos 128 por ciento, indicando un descenso en la incidencia que, en efecto, habría pasado de 97 por ciento a 94.2. Como mostré en la entrega de Economía Moral del 28 de octubre pasado, la evolución de las condiciones de vida en el medio rural que resulta de comparar las ENIGH de 2000 y de 2004, resulta de carácter fantástico sobre todo en varios indicadores de necesidades básicas insatisfechas en el medio rural nacional, lo que indica un sesgo serio en la muestra levantada y/o errores graves en el operativo de campo. Aunque la baja en la pobreza integrada parece moderada, no ocurre lo mismo en la indigencia, que cae de 19.850 millones a 17.058 millones, una baja de 2.792 millones, como consecuencia de una baja rápida por ingresos y un desplome (o milagro) en la indigencia por NBI, que disminuye en casi cinco millones (4.7), pasando de 17.154 a 12.449 millones, una baja de 27.4 por ciento en sólo cuatro años, atemperadas un poco por el aumento en la indigencia de tiempo. (La evolución de las pobrezas de ingresos, NBI y tiempo, no se muestran en el cuadro. Las analizaré en próximas entregas.) En síntesis, el incremento de 5.849 millones de pobres en el periodo se explica en 105.3 por ciento debido al incremento de la pobreza urbana que fue de 6.16 millones, ya que la pobreza rural disminuyó en 311 mil personas.

LA HISTORIA DE la indigencia, la parte más aguda de la pobreza, que en el MMIP defino como aquella población que no cumple, en promedio, ni siquiera la mitad de las normas, es similar en cuanto a los papeles del medio urbano y el rural. Mientras en este último medio se presenta una fuerte baja de la indigencia, de casi 2.8 millones de personas, en el medio urbano la indigencia crece de 21.054 a 24.203 millones, un aumento de 3.149 millones que contrarrestan más del 100 por ciento de la baja rural, por lo que a nivel nacional se observa ligero incremento en la población indigente de 357 mil personas.

LOS POBRES NO INDIGENTES constituyen el estrato de pobreza que creció más rápido a nivel nacional, y lo hizo en ambos medios, lo que llevó a que el total nacional aumentara de 38.263 a 43.757 millones, incremento de 5.493 millones que se repartió en 3.011 y 2.483 millones en el medio urbano y rural respectivamente. Si en el año 2000 la estratificación social entre indigentes, pobres no indigentes y no pobres, en millones cerrados, era 41-38-19, marcando un ligero predominio de la indigencia, en 2004 los pobres no indigentes son ya el estrato más numeroso: 41-44-19.

DEBE HACERSE NOTAR que la pobreza urbana y la pobreza no indigente, que constituyen los grupos poblacionales en más rápido crecimiento, son precisamente los que están casi totalmente excluidos de las políticas de lucha contra la pobreza. En efecto, las políticas focalizadas del gobierno de Fox, igual que las del gobierno de Zedillo, sólo están dirigidas a la pobreza extrema (que ahora se llama pobreza de capacidades). Del total de hogares beneficiarios de Oportunidades (3.47 millones estimados en la ENIGH2004), como mostré en la entrega de Economía Moral del 4 de noviembre pasado, el 69 por ciento vivían en el medio rural, a pesar que, como se muestra en el cuadro, había 24.203 millones de indigentes en el medio urbano contra sólo 17.056 en el rural, haciendo evidente el sesgo rural del programa.

1 Las entregas de Economía Moral que presentan el primer punto son las de las siguientes fechas: 19/8/03 y 24/7/05; las que presentan el segundo son del 20/8/03, 30/7/04, 19/8/05 y 28/10/05.

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