Usted está aquí: viernes 11 de noviembre de 2005 Opinión La vergüenza

Luis Javier Garrido

La vergüenza

El desprestigio internacional de México logrado por el gobierno de Vicente Fox con sus políticas entreguistas, su activismo a favor de Washington y las injurias lanzadas por él contra diversos gobernantes de América Latina, todo lo cual no tiene precedente en nuestra historia reciente, demanda con urgencia que el Senado le impida salir al exterior en el año que le resta en Los Pinos, pero también plantea algo más grave. La evidente alteración que sufre Fox de sus facultades mentales ¿ya es tan seria que sea necesario impedirle continuar en el cargo para que no siga perjudicando los intereses de los mexicanos?

1. La actuación deleznable de Vicente Fox en la cuarta Cumbre de las Américas en Mar del Plata (4 al 6 de noviembre), en la que el gobierno estadunidense buscaba una vez más imponer el proyecto repudiado del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y consolidar su dominación sobre el continente y Fox se prestó de nuevo a actuar como un peón de Bush, ha sido condenada de manera unánime por la prensa mexicana y, lo que es más grave, por los medios de todo el continente, que con razón han calificado a México de un país esquirol de los acuerdos que se han venido forjando en el cono sur para hacer frente a las políticas neoliberales que tanto han dañado al continente.

2. El último viaje al exterior de Fox, que constituye su mayor descalabro en materia diplomática, ha culminado una gestión de cinco años en la que la diplomacia ha desprestigiado a México y ha dañado los intereses del pueblo mexicano. Ha sido un instrumento para servir a los intereses de las trasnacionales, guiada sólo por el fanatismo ideológico neoliberal de Fox y por su mezquino afán de servir a Bush, y desde luego por las ambiciones de los cancilleres Castañeda y Derbez de congraciarse con los centros de poder de Estados Unidos y conseguir ahí buenos empleos.

3. El problema fundamental no estuvo tan sólo en que el gobierno mexicano hubiese defendido con singular ahínco la iniciativa de Washington, sino en que Fox lo hizo violentando todas las reglas de la diplomacia, pues insultó a diestra y siniestra a los presidentes de Argentina y de Venezuela por oponerse al ALCA, se lanzó contra Diego Armando Maradona negándole el derecho que tiene todo ciudadano a manifestar libremente sus ideas y, furioso después porque tanto Bush como Kirchner le negaron las entrevistas que les había solicitado, hizo un berrinche y se negó a asistir a la cena de gala mientras su canciller no se cansaba de decir mentira tras tontería. La respuesta no se hizo venir y, al día siguiente, las mantas de los manifestantes pedían: "Bush y Fox fuera de Argentina"; Página 12 afirmaba que "Fox es más bushista que Bush" y otros medios lo calificaban de una vergüenza para México y para el continente.

4. La confusión de Fox al anteponer su fanatismo ideológico y sus pasiones personales a lo que debe ser una política de Estado no dejó de acompañarlo en su pataleta, y en el vuelo de retorno prosiguió con su andanada de insultos contra los gobernantes de los cuatro países que se opusieron al ALCA (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela), por lo que la respuesta no se hizo esperar. El presidente argentino Néstor Kirchner lo acusó de confundir "diplomacia con pleitesía" y de agachar la cabeza (8 de noviembre), y el mandatario venezolano Hugo Chávez lo calificó de "cachorro del Imperio" al arrodillarse ante Estados Unidos y expresó su tristeza de que el pueblo de México tenga un presidente que sea un lacayo (9 de noviembre).

5. El viaje dejó claro así, una vez más, que las afirmaciones de Fox no representan el sentir del pueblo mexicano, y por ello la andanada de críticas que ha recibido del exterior han sido bien recibidas por los mexicanos, y se equivocan quienes no lo vean así.

6. La fracción X del artículo 89 constitucional da al Ejecutivo en México la atribución de "dirigir la política exterior", pero sometiéndose para ello a una serie de principios normativos, desde la autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de las controversias hasta la proscripción de la amenaza y el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, los que Fox ha violado de manera inveterada en todos estos años al convertirse abiertamente en un agente oficioso de la política de Washington y anteponer con esa lógica su fanatismo ideológico y sus pasiones personales a los intereses del país.

7. El caso de Fox se presenta, en consecuencia, como el de un hombre peligroso por su perversidad, al pretender con criterios patrimonialistas confundir los linderos de lo público y lo privado y negar el principio de que en su actuación el presidente debe subordinarse a la ley, rasgos que son además típicos de un sicópata.

8. Es precisamente por ello que urge que el Senado tome alguna iniciativa y lo frene, pues de lo contrario los legisladores seguirán siendo cómplices del desmantelamiento del país, que se está agravando con la entrega de recursos y áreas estratégicos al control del exterior, y con el ahondamiento del desprestigio de México.

9. El incidente de Alberto Fujimori ilustra bien el desprecio que tienen individuos como Vicente Fox por el orden jurídico, pues por sus compromisos con la ultraderecha trasnacional y un sector del crimen organizado, Fox brindó protección al ex presidente peruano negándose a arrestarlo a su paso por Tijuana, a pesar de existir una orden internacional de detención en su contra, violando así diversos tratados y enredándose en una serie de mentiras que no pudieron ocultar lo conocido: que sabía de la llegada de Fujimori y éste estuvo varias horas en Tijuana sin ser molestado.

10. La errónea política internacional de Fox ha entrañado como una de sus consecuencias el deterioro de las relaciones de México con América Latina, lo que hace más lejana la posibilidad de consensar acciones comunes. El próximo gobierno tendrá entre sus tareas primordiales reorientar las políticas oficiales en función de los intereses del pueblo y no de los privilegios de las multinacionales. Y, para ello, reconstruir las relaciones con los pueblos de América Latina que están más adelante de nosotros en la búsqueda de un camino propio.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.