Realizan monitoreo, señala subdirector de Teotihuacán
Estragos por la humedad en el túnel del edificio de Quetzalcóatl
Teotihuacan, Mex., 10 de noviembre. El túnel que se localiza en el Templo de la Serpiente Emplumada, edificio conocido también como Quetzalcóatl, presenta varias manchas causadas por la humedad.
Al realizar un recorrido por ese paso subterráneo, el arquitecto y subdirector técnico de la zona arqueológica de Teotihuacán, Ilan Vit Suzan, señaló que se intenta estudiar la fuente y el mecanismo de cómo llegó la humedad y cómo tratar de eliminarla, pues la actividad de conservación se realiza en las partes exterior, superior y en la fachada principal de esa edificación.
El especialista en restauración, adscrito al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), indicó que es más patente el deterioro en el edificio, debido a la riqueza escultórica de su fachada principal, aunque aclaró que el problema se ha dado a lo largo de varios años. ''Está registrado desde finales de los años 80 y llevamos dos años realizando tareas de conservación".
Falta un diagnóstico profundo
El túnel fue construido por los teotihuacanos alrededor del año 350 dC, para retirar las ofrendas de la conmemoración del edificio y utilizarlas en una nueva construcción.
''Se registro en el verano de 1989 y desde entonces se exploró. En los años 90 se forzó por algunos derrumbes."
El arquitecto explicó que desde hace dos años realizan un monitoreo de los problemas del templo. Para contrarrestar la humedad, intentan atraer todas las sales que están a nivel superficial, además han construido dos pozos estratigráficos en cada lado de la alfarda principal, de la escalinata central del Templo de la Serpiente.
La finalidad, agregó Vit Suzan, es entender un poco el sistema de construcción en esos puntos, pues son los lugares donde se ha presentado la mayor concentración de humedad ascendente.
''Con esto buscamos entender el problema de una forma más puntual y empezar a ofrecer respuestas concretas de la forma en que se pueden abatir las humedades que afectan al edificio, que se están reflejando en la fachada principal, y que consideramos como el principal factor de deterioro."
Respecto de una posible solución, Vit Suzan expresó que ''falta un diagnóstico más profundo", pero que se encuentran monitoreando las condiciones ambientales.
''Además de la excavación arqueológica en los dos pozos del norte y sur de las escalinatas, hemos practicado radar de penetración para ver qué anomalías hay en el subsuelo, lo que debe ser parte también de la problemática", explicó.
Agregó que posiblemente los teotihuacanos eligieron como sitio para edificar el templo un manantial, un ojo de agua, porque su estructura geológica aún puede estar aportando agua.
Búsqueda de apoyo internacional
Ilan Vit Suzan destacó que en cierta forma los pozos ''sirvieron para entender el sistema constructivo puntual de las entrecalles de la fachada principal, que se descubrió que difiere un poco con lo que se había presentado en otras partes del mismo edificio.
''De alguna manera al abrir el pozo y liberar el relleno arquitectónico, se ha disminuido la presencia de humedad en la fachada. Estamos monitoreando si este procedimiento, esta forma de liberar la humedad, nos permitirá resolver el resto de la misma ciento por ciento."
El arquitecto estima que a finales de año podrían tener una propuesta más concreta de lo que realmente pueda resolver la problemática, pues considera que la metodología que utilizan es la adecuada para frenar el deterioro.
Sin embargo, aclaró que ''necesitan recursos de distintas instituciones''; además del INAH, así que están incorporándose organismos extranjeros como la Fundación Mundial de Monumentos.