Logró colocar a su delfín Espinoza como interino; podrá regresar si no logra la postulación
En medio de denuncias de ilegalidad el alcalde tapatío obtiene licencia al cargo
Ampliar la imagen
El edil de Guadalajara con licencia, Emilio Gonz�z M�uez, izquierda, y Ernesto Espinoza Guarro, quien fue designado alcalde interino FOTO Arturo Campos Cedillo
Foto: Arturo Campos Cedillo
Guadalajara, Jal., 7 de noviembre. En temprana sesión de cabildo el alcalde de Guadalajara, Emilio González Márquez, obtuvo licencia al cargo con posibilidad de regreso de no conseguir la candidatura panista a gobernador, en medio de señalamientos de ilegalidad en el proceso y cuestionamientos hacia la ética del PAN.
Además, González Márquez logró colocar a su delfín Ernesto Espinoza Guarro como presidente municipal interino, así como un mes de gracia antes de separarse del puesto y de los recursos municipales el próximo 6 de diciembre, cinco días antes de la elección interna blanquiazul.
La semana pasada, las dirigencias estatal y municipal del PAN advirtieron de castigos, y aun de expulsión, a los regidores que se unieran a sus correligionarios del PRI en la sesión de hoy para votar contra la licencia y el sucesor promovido por el edil tapatío.
La amenaza surtió efecto. Los cuatro regidores panistas que simpatizan con Fernando Garza Martínez, también aspirante a la candidatura a gobernador, que habían amagado con votar en contra, se unieron al mayoriteo panista del que se mantuvieron al margen el edil Juan Antonio Vázquez García, quien abandonó la reunión, y María del Carmen Uribe, quien no acudió.
El panista Vázquez García fue de los primeros en señalar que, según el reglamento, para nombrar un interinato se debe realizar una sesión extraordinaria y no ordinaria de cabildo, como fue el caso. Su moción fue respaldada por los regidores priístas y el independiente Martín Márquez Carpio, quien además objetó la presencia del alcalde en la reunión, pues el reglamento también indica que éste no debe estar presente cuando se elija el sustituto.
A final, Espinoza Guarro fue ungido edil interino con 12 votos en favor, seis en contra y dos abstenciones; para autorizar a González Márquez dejar el cargo hubo 10 votos en favor, dos en contra y siete abstenciones. Además se respaldó que no exista un plazo definido en su licencia.
Poco antes de las 8 horas y de comenzar la asamblea, una llamada anónima alertó sobre una supuesta bomba colocada en el salón de sesiones, por lo que la policía de Guadalajara -incluido su titular, Luis Carlos Nájera- se hizo presente en el edificio del ayuntamiento. Eso dio pretexto para restringir más tarde el paso al recinto, lo que evitó las protestas que se esperaban, sobre todo de simpatizantes de Rodrigo Mireles, actual director de Desarrollo Social, quien presentó una demanda ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que se reconozca su derecho de ser alcalde interino.