Usted está aquí: domingo 6 de noviembre de 2005 Opinión Semillas, la gran obra de Marta Lamas

Elena Poniatowska

Semillas, la gran obra de Marta Lamas

Semillas, Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer AC, surge en 1990 y lleva ya 15 años. Mujeres privilegiadas ayudan a otras que no tienen las mismas oportunidades, es decir, mujeres marginadas y marginales que viven la pobreza o que en cierta forma son rechazadas por la sociedad. Entre sus proyectos Semillas tiene cooperativas y microempresas, centros de apoyo y grupos de trabajo. Ha echado a andar proyectos que incluyen: derechos humanos, el impulso a folletos y videos que tratan diversos problemas de mujeres y la ayuda a artesanas como las de Teotitlán, Oaxaca, que ha dado frutos óptimos. Las artesanas compraron sus propios telares y se independizaron y ahora exportan a Estados Unidos y Europa sus tapetes y bordados. Sus hijos están en la universidad y, por lo tanto, ha cambiado por completo su horizonte de vida.

En un país acostumbrado a dar caridad, Semillas se distingue por hacer inversión social. De 1990 a 2005 ha financiado 237 proyectos por un monto de 22.7 millones de pesos en 24 estados de la república. Ha beneficiado a 250 mil mujeres y a otras 400 mil mujeres y niñas de forma indirecta y ha otorgado 24 becas de liderazgo para jóvenes y mujeres indígenas.

Actualmente la red Mujeres Invirtiendo en Mujeres (MIM) está constituida por 22 mujeres y hombres. Cada una aporta entre 100 y 6 mil pesos mensualmente. El dinero es semilla para que germine y fructifique en proyectos y logros. Semillas da el dinero una sola vez y, a partir de esa semilla, las mujeres crecen y despegan con gran sentido de responsabilidad. En lugar de un modelo "asistencialista" Semillas promueve un "inversionista".

La clase media alta en México no está acostumbrada a dar y Semillas ha logrado que más mujeres afortunadas tengan conciencia de las necesidades de otras e invierten en mujeres de escasos recursos, es decir, aparten cada año de su presupuesto una suma -que puede ser pequeña- para dársela a otras mujeres que no tienen las mismas posibilidades. La red MIM implica un cambio: que las mujeres adquieran una conciencia y una responsabilidad social. Que mujeres con buena posición económica trabajen juntas y den dinero a grupos de mujeres organizadas es un acto de compromiso con otras y consigo mismas. Así se teje la solidaridad y la responsabilidad social en un entramado de pequeños apoyos y grandes esperanzas.

La cadena de mujeres que invierten en mujeres la constituyen parteras empíricas, escritoras, líderes, filántropas, abogadas, sicólogas, diseñadoras, investigadoras, médicas y consultoras.

Semillas es la única financiadora de proyectos de mujeres en México. La idea de donar pequeñas cantidades para que un grupo de mujeres organizadas eche a andar su proyecto la tomó Semillas de The Global Fund for Women, un fondo que apoya mundialmente a grupos de mujeres.

El objetivo de apoyar a grupos y no a personas en lo individual Semillas lo explica como el interés de promover proyectos de organización y formación de equipos. Junto con el dinero, Semillas otorga capacitación y acompañamiento a las mujeres que integran el proyecto.

Semillas es una causa distinta del feminismo mexicano, que ha logrado integrar en su accionar a cientos de mujeres preocupadas por la situación de sus congéneres y comprometidas con el futuro de un país mejor.

El miércoles 9 de noviembre en el auditorio Torres Bodet del Museo de Antropología Semillas celebrará sus 15 años de productiva y solidaria existencia. Asistirán a este acto donantes, simpatizantes y grupos de mujeres beneficiadas. Vale la pena asomarse a ver a un sector de mujeres que como hormiguitas silenciosas están cambiando las condiciones de vida de muchas de nuestras compatriotas.

A Semillas la apoyan no sólo mujeres, sino también hombres interesados en el avance social de las mujeres. A través de donativos se puede "adoptar" un proyecto y establecer una relación directa con el grupo de mujeres seleccionadas. Así da a los donantes la certeza de que los fondos llegan verdaderamente a su destino.

La transparencia en el manejo de los recursos y el proceso de acompañamiento es la garantía que ha impulsado a muchas personas a apoyar a Semillas.

De que hay mujeres dispuestas a ayudar a otras mujeres lo demostró Semillas a lo largo de quince años. "Una mujer que conoce y se apropia de sus derechos es una mujer que ya no requiere de 'ayuda'. Ella se apoya a sí misma, a su familia y a su comunidad" -confirma la feminista Marta Lamas con una enorme sonrisa.

 
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