Usted está aquí: domingo 6 de noviembre de 2005 Espectáculos Triunfa la cinta chilena En la cama en festival de Valladolid

Gustó el documental mexicano 1973, de Antonino Isordia

Triunfa la cinta chilena En la cama en festival de Valladolid

Ampliar la imagen Fotograma del documental mexicano 1973, de Antonino Isordia

Hace dos días, el chileno Matías Bize conquistó la Espiga de Oro de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), España, por su película En la cama, informaron medios de comunicación locales. El filme del cineasta nacido en Santiago, capital de Chile, en 1979, que narra un encuentro esporádico e íntimo de una mujer y un hombre en un hotel, recibió el máximo galardón del prestigioso certamen cinematográfico en su 50 edición.

Mejor película, mejor actriz y el premio de las salas de cine en la 52 edición del Festival Internacional de Cine de Mannheim-Heidelberg, en Alemania, fueron otros de los reconocimientos que recibió Bize por su opera prima.

En su 50 aniversario, la Seminci galardonó como mejor actriz a la polaca Krystyna Feldman, por Minikifor, de su compatriota Krzystof Krauzeñ, y como mejor actor eligió al danés Melvil Poupaud, por El tiempo que nos queda, del francés Francois Ozon.

Un filme difícil

Por otro lado, el documental mexicano 1973, de Antonino Isordia, no ganó nada pero se exhibió con una sala prácticamente llena y con un público (quienes se autocalifican como semanistas) atento a la trama de la cinta, expresó la productora Miranda Romero.

La productora señaló: "El público asistente a la proyección de 1973 estuvo conformado por gente joven y mayor; a los jóvenes la película les interesó y los confundió, por la diferencia cultural, algunos términos mexicanos fueron ininteligibles. Al público mayor le irritó el sonido contrastado y el discurso visual, pues la película tiene 2 mil 500 cortes, no están acostumbrados a tanto ruido".

1973 narra las historias de Rodolfo, María Fernanda y Alejandro, desde sus primeros recuerdos hasta el tiempo del documental, éste se convierte en una radiografía ontológica del joven clasemediero de la ciudad de México. Para aterrizar esta idea, su director mencionó a La Jornada: "Este tema es una pulsión de todos, que nace cuando tenemos cinco años y nos damos cuenta de que podemos morir; entonces para superar ese miedo a la muerte buscamos darle sentido a nuestra existencia, ya sea en los animales o en las plantitas".

Miranda Romero también informó que: "La prensa y la crítica de Valladolid trató bien el trabajo de Isordia; inclusive varios representantes de festivales internacionales pidieron informes para considerar la participación del documental en los banquetes fílmicos".

Agregó que: "A la gente dedicada al cine también le gustó mucho la película, les pareció interesante, los mantuvo al borde de la butaca. Independientemente del gusto, todo mundo coincidió en que es un buen filme. A veces se sintió que el público estaba dividido, pero nunca se mostró indiferente. Inclusive muestran interés por saber qué es un porro (en España se le nombra a sí a un cigarro de mariguana) y entender qué es lo que pasa en México".

Romero consideró que 1973 es un "filme difícil, no es el documental clásico y apenas comenzamos a darlo a conocer".

 
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