Ambas instituciones cuentan con ''divisiones de atención específica'' en materia empresarial

Se gestionarán créditos con BM y BID para impulsar la actividad económica en Cancún

Rechaza el vocero presidencial que las policías y el Ejército hayan sido rebasados

ROSA ELVIRA VARGAS

El gobierno federal gestionará empréstitos ante el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para que éstos impulsen ''de manera inmediata la actividad económica en Cancún'', afectada por el ciclón Wilma. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) atiende las instrucciones giradas por el presidente Vicente Fox.

Así lo dio a conocer ayer la Presidencia de la República, y para ubicar su naturaleza destinada a la iniciativa privada, sólo refiere que ambas instituciones internacionales disponen de ''divisiones de atención específica a la actividad empresarial''.

Francisco Gil Díaz, titular de la SHCP, informó al presidente Fox del inicio de conversaciones con Luis Alberto Moreno, presidente del BID, y también le dio a conocer la designación del subsecretario Alonso García Tamez como encargado de las gestiones ante el BM y el propio BID.

Esto se dio a conocer tras las declaraciones formuladas por el vocero de Los Pinos, Rubén Aguilar, en el sentido de que a esta administración no le faltan recursos económicos para cumplir sus labores en las zonas devastadas por Wilma, lo cual hace suponer que la participación de esas instituciones bancarias sería solicitada por el gobierno mexicano al margen de sus propias tareas de reconstrucción.

Así, además de enfatizar la suficiencia de los fondos económicos, el funcionario rechazó que se vaya a echar mano de las reservas monetarias para emprender las tareas de reconstrucción en el sureste.

''El Estado mexicano tiene los recursos suficientes para hacer frente a esta circunstancia; habrá otros casos en los cuales recurrir al crédito internacional, pero de ninguna manera la situación se trata de una condición que amerite poner en riesgo la estabilidad económica del país, de ninguna manera, y desde luego que no está contemplada esa posibilidad'', insistió Aguilar.

Como resultó evidente desde el inicio de la emergencia, el funcionario asumió que las policías municipales y estatales resultaron rebasadas, y ello facilitó los actos de saqueo y rapiña, pero confió en la efectividad de la Policía Federal Preventiva, de la Armada y del Ejército para tomar el control.

Así, al tiempo de informar sobre la reapertura de los aeropuertos de Cancún y Cozumel, la Presidencia de la República insistió ayer en ubicar en cuatro las muertes a consecuencia del meteoro, aunque ''a lo mejor'', dijo el portavoz, llegan a ocho. Ese saldo, resaltó Aguilar, habla muy bien de la labor de prevención aplicada por las autoridades estatales y federales.

Descartado, el toque de queda

En su comparecencia ante los medios de comunicación, Aguilar Valenzuela rechazó cualquier posibilidad de aplicar el toque de queda en las poblaciones afectadas por Wilma. ''De ninguna manera, de ninguna manera, no está contemplado de ninguna manera, no hay condiciones. La situación es muy grave, sin duda, pero estamos en otra situación; está muy lejos esa posibilidad no está contemplada, de hecho'', expuso.

También admitió la lentitud e insuficiencia en la entrega de abasto alimentario en Cozumel y Playa del Carmen, pero resaltó que la rehabilitación del muelle del ferry entre ambos lugares permitirá intensificar los cruces para la entrega de víveres y materiales y maquinaria de construcción.

A lo largo del día, la Presidencia de la República emitió boletines relacionados con la atención de la emergencia en la península de Yucatán y la reanudación paulatina de los servicios públicos, tales como la reapertura de aeropuertos o la del barco que da servicio hacia Cozumel e Isla Mujeres, la entrada en operación de Radio Cancún (105.9 FM) y una adicional, puesta en operación por la Secretaría de Comunicaciones (98.5 FM), la cual transmitirá provisionalmente por medio de la torre de televisión del Canal 3 de Cancún.

Se reabrió además la carretera Cancún-Mérida y se informó que se elevarán los niveles de la autopista para resolver el problema de las inundaciones; la Secretaría de Marina, desde el puerto de Veracruz, fletó un buque con gasolina y turbosina hasta Puerto Progreso, para permitir las operaciones de maquinaria y de vehículos, mientras que la Comisión Nacional del Agua reportó el arribo a Cozumel de bombas de alta capacidad para desaguar la isla.

Todo lo anterior se consignó en un comunicado previo, y responde a la orden presidencial de dar prioridad a la seguridad de la población y garantizar el abasto de víveres en las zonas afectadas. Derivado de esa instrucción, hasta ayer operaban en Quintana Roo 131 refugios temporales, donde se guarecían 37 mil personas. En Yucatán hay mil 844 personas en nueve albergues.

Con los buques Huasteco y Tarasco, y a través de un puente aéreo, tanto la Armada como el Ejército trasladaban 100 toneladas de ayuda. La Secretaría de la Defensa informó que sus aviones Hércules ya pudieron aterrizar en Cancún llevando alimentos, y más de 3 mil 200 trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad reparan el tendido eléctrico, que sólo en Quintana Roo padeció la afectación de 260 torres y más de 10 mil postes caídos.

Para suplir temporalmente la falta de electricidad, la CFE instaló 110 plantas alternas, de las cuales 30 ya habían entrado en operación en los municipios de Benito Juárez y Solidaridad.

A su vez, la Secretaría de Salud envió a Quintana Roo una brigada de personal especializado para evitar epidemias y desplegar una campaña de vacunación en los albergues.

Respecto a la salida de los turistas varados en Quintana Roo, se dio a conocer que suman 22 mil los que permanecen en las zonas afectadas, pues el resto ya retornó a sus lugares de origen.

El reporte de Fonatur establece además que en la Riviera Maya hay 93 hoteles con 7 mil 700 cuartos sin ninguna afectación.

La infraestructura hotelera, refirió Aguilar Valenzuela, ''no está golpeada''. Resintieron daños en sus equipos y edificios, pero no a nivel de su estructura.

Confió en tener restablecido el servicio hotelero -en alrededor de 80 por ciento- a más tardar en febrero del año próximo.

Aguilar Valenzuela resaltó asimismo que el gobierno federal no ignora su responsabilidad para atender las pequeñas comunidades de la zona también afectadas por Wilma, si bien en el estado de Yucatán los daños fueron sobre todo en la agricultura.