Usted está aquí: jueves 20 de octubre de 2005 Opinión NAVEGACIONES

NAVEGACIONES

Pedro Miguel

Fábulas telefónicas y pornográficas

Desventuras de un aspirante a delator

NO SE EN QUE medida los pensamientos libidinosos hayan poblado el cerebro de Alexander Graham Bell en los tiempos en los que dedicaba sus afanes a la fabricación de un aparato que permitiera transmitir la voz y el sonido por medio de un alambre. (Digresión: en la frase anterior me abstuve de usar el verbo "inventar" porque el tal invento está en disputa. Muchos sostienen que el teléfono salió de la cabeza del italoestadunidense Antonio Meucci, quien en 1830, estando en Cuba, y cuando se afanaba en diseñar un método terapéutico mediante descargas eléctricas, descubrió que la voz podía viajar a través de un cable de cobre. Veinte años después, cuando Alexander Graham tenía apenas dos años de edad, Meucci se trasladó a Nueva York para tratar de desarrollar su descubrimiento, pero su escaso dominio del inglés y su inocencia lo perdieron. Hacia 1860, 16 años antes de que se otorgara la patente a Graham Bell, Meucci hizo demostraciones de su invento, una a la entonces empresa telegráfica Western Union, donde trabajaba el joven anglocanadiense-estadunidense, quien, al parecer, pilló la idea básica y puso manos a la obra. Meucci murió pobre y olvidado, y no fue ciertamente el único "otro inventor" del aparato: Elisha Gray y Amos E. Dolbear disputaron en años posteriores, y con fundamento, la patente de Alexander Graham Bell.)

EN TODO CASO, en sus trabajos estaba presente, si no la lujuria, cuando menos el amor por su esposa sorda, Mabel Hubbard, quien lo llevó a interesarse en los misterios de la audición y su romance con el lenguaje hablado. Curiosamente, la primera aplicación que había realizado Meucci de su teléfono, años atrás, había sido la de intercomunicador entre su oficina y el dormitorio de su mujer, la cual no podía moverse porque estaba carcomida por la artritis.

http://65.212.118.153/servlet/SBReadResourceServlet?rid=1052690336765_678277204_2949

http://icarito.latercera.cl/especiales/medios/telefono.htm

http://en.wikipedia.org/wiki/Elisha_Gray

http://en.wikipedia.org/wiki/Amos_Dolbear

http://www.noticiasdot.com/publicaciones/2003/0503/3005/noticias300503/noticias300503-10.htm

CUIDADOS MARITALES APARTE, hace muchos años que, como la radio, el teléfono se convirtió en un catalizador de fantasías: la escisión entre la voz y el resto de la persona puede disparar la imaginación hasta fronteras insospechadas y, en forma inversa, la imagen visual despojada de sus atributos sonoros es capaz de propiciar fiascos homéricos: cuántos ligues por correspondencia, con todo e intercambio de fotos, no habrán fracasado en el momento de la verdad cuando uno descubre que el otro tiene voz de pato, de cuervo, de ratón o de aparato de fax. Sea como sea, el teléfono es una máquina sensual y hace ya algunas décadas que se puso en práctica la aplicación empresarial de esa característica. Así se despluma a los incautos cachondos desde millones y millones de números telefónicos que emiten gruñiditos de orgasmo a un módico costo de tres dólares el minuto. Pensándolo bien, este rubro de servicios no es tan tonto como pudiera parecer, porque salva a sus empleados de los riesgos y problemas del trabajo sexual propiamente dicho, o de bulto; a sus consumidores, de los peligros inherentes a la compra callejera de carne y, a ambos, de las temibles enfermedades de transmisión sexual. No me pondré ahora a buscar vínculos en Internet para localizar los listados del líneas calientes; no es necesario porque hay millones de ellas, como decía, y es casi milagroso que uno no se las encuentre -no todavía- en la página oficial del Vaticano.

LA MAS RECIENTE hibridación de que he tenido noticia entre lo telefónico y lo venéreo (en su primera acepción: perteneciente o relativo a la venus o al deleite erótico, y no en la segunda de chancros y demás cosas espantosas) es una apuesta de dos empresas gringas para proveer a los usuarios de telefonía móvil de videos porno. La visualidad que por el teléfono doméstico no podía ser (no sólo por la falta de pantalla de esos aparatos, sino, sobre todo, por presencias inhibitorias: maridos, esposas, hijos, nietos, tías abuelas) puede desplegarse, en cambio, en total libertad, en los adminículos viajeros que cada vez resultan menos distinguibles de una computadora, cuyos teclados se hacen más pequeños a cada generación (lapso de una generación en telefonía celular: seis meses) y sus pantallas, cada vez más grandes. "Los móviles son discretos, accesibles y llegan a todas partes", acota Natalia Martín Cantero, de Efe, al reseñar el novedoso servicio. Citada o citado por The New York Times, Harvey Kaplan, de una de las compañías pornocelulares, reflexiona así: "La gente no va a comprar un celular capaz de desplegar video para ver el corto de una película de Disney, pero sí se comprarán el teléfono si disponen de cinco minutos de tranquilidad para ver un video sexualmente explícito". Por ahora, Xobile.com, que se inauguró en abril pasado, factura 44 centavos de dólar por cada video de dos minutos de duración y calidad más bien ínfima (ha de ser, para que pueda pasar sin atorones por la conexión inalámbrica y desplegarse en una pantalla de muy baja resolución), y suma 6 mil clientes mensuales a su cartera.

TANTO ESA COMO otra compañía, Ohmobile.com, confían en las tendencias que han venido poniendo en el mercado, desde hace dos décadas, juguetes telefónicos cada vez más pequeños, cada vez más potentes y cada vez más flexibles en sus atributos multimedia. O tempore. Me pregunto si las distribuidoras de cine no porno pondrán algún día al alcance de nuestras pantallitas portátiles las gesticulaciones estalinistas de Nikolai Cherkasov en Iván el Terrible (1944-46), de Serguei Eisenstein, o las caras de Merle Oberon y Lawrence Olivier en Cumbres borrascosas (1939), de William Wyler. Pero lo más grandioso sería que la convergencia tecnológica diera la vuelta completa y nos fuera dable apreciar, en tan ruidosos y polifónicos aparatos, una buena obra de los tiempos del cine mudo: Metrópolis (1927), de Fritz Lang, en la que el videoteléfono ya aparecía en escena, o Un perro andaluz (1929) de Luis Buñuel, cintas para cuya difusión en celulares no habrían sido necesarias ni siquiera las pantallitas a color.

http://select.nytimes.com/gst/abstract.html?res=F20D13FC34550C748DDDA00894DD404482

http://ohmobile.com/2/pro.php?wm=130001&profile=klubkinzie

http://www.xobile.com/pc/?null

http://www.elmundo.es/navegante/2005/09/28/esociedad/1127896682.html

http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article592.html

http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-k/kinetos/ivan.htm

http://www.uned.es/ca-tudela/cine/andaluz.htm

AHORA PASO A contarles una historia más bien triste y también relacionada con pornografía. Ocurre que a veces, en esta su humilde cuenta de correo, algunos mensajes buenos se van a la basura porque Yahoo piensa que son propaganda, virus, basura o las tres cosas, de modo que cada semana, o así, reviso la carpeta de los desperdicios para ver qué rescato; y también sucede lo contrario, es decir, uno que otro spam que logra colarse al archivo de recibidos. Esto último pasó el 14 de octubre con un email que me envió "Carmela" desde la cuenta [email protected], y que, de acuerdo con la ilustración incluida y el texto subyacente, es un anuncio de un sitio en el que se distribuye pornografía infantil, situado en el dominio, ya desactivado, http://kissvipshop.com. Me pareció evidente que lo que correspondía era poner esta información en conocimiento de las autoridades, así que intenté abrir la página de la Procuraduría General de la República, un sitio que en tiempos de Rafael Macedo de la Concha estaba horrible y que ahora, bajo la autoridad de Daniel Cabeza de Vaca, lo está mucho más, además de impráctico. La única posibilidad de turnar desde ahí una "denuncia ciudadana" es con respecto a "respecto a posibles delitos federales e irregularidades cometidas por servidores públicos".

AYER TUVE SUERTE y la página principal abrió rápido, pero el domingo, cuando descubrí el email, ninguno de los dos exploradores que utilizo en forma habitual logró abrir nada. Por un momento pensé en acudir a la FBI gringa, pero eso me pareció acción cercana a una traición a la patria, y me abstuve de realizarla. Busqué organizaciones no gubernamentales internacionales y me encontré con procedimientos tan absurdos para poner mi queja que desistí de hacerlo. En Pedofilia No, por ejemplo, el campo destinado a las denuncias tiene un máximo de mil 24 caracteres. Finalmente, en un sitio cuyas referencias perdí, hallé una cuenta de correo de la Secretaría de Seguridad Pública Federal ([email protected]) a la cual envié copia del mensaje con todos sus headers y datos de ruta. Parece que para turnar una denuncia en la página de la SSP es necesario registrarse previamente como usuario y, para ello, llenar una ficha signaléctica. Decliné tan alto honor. También informé del asunto en la página de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Eso fue el lunes y hasta hoy, miércoles, no he recibido respuesta de nadie. A ver si, antes de que los niños retratados en el mensaje infame cumplan 18 años, alguna autoridad se pone en contacto conmigo y me pide información complementaria. Sería muy reconfortante.

http://www.pedofilia-no.org/

http://www.anesvad.org/esi/pub/cast/experiencias2001.htm

http://www.pgr.gob.mx

http://www.ssp.gob.mx

http://cuentanos.blogcindario.com/2005/06/00648.html

Y GRACIAS A Daniel Zappi y a Ludmila Ortega por sus mensajes. Apolinar y Yair: el domingo les hago espacio.

[email protected]

 
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