Ojarasca 102 octubre 2005


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En memoria de un gran líder mapuche

El vuelo del lonko
 

Nilo Cayuqueo
 

El lonko o jefe mapuche José Luis Huilcaman,

organizador junto con su hijo Aucán y las comunidades mapuche de un levantamiento que paralizó medio Chile

en los años noventa, falleció el 30 de agosto de este año.

Nilo Cayuqueo hace una breve semblanza de la vida de esta autoridad indiscutible del pueblo mapuche de Chile



Azkintuwe Noticias, Chile. Había estado hasta tarde en la noche, hablando, contando historias de los antiguos. Había estado entonando canciones tradicionales de su pueblo mapuche, y especialmente una que el pueblo mapuche dedicó a su líder el lonko Kilapan, quien en Gulumapu (hoy Chile) había luchado valientemente con su gente en contra de la Corona española y el ejército chileno.

Al otro día, al despertarse contó que había tenido un pewma' (sueño), en que el lonko Kilapan volvía, volvía con mucha gente, gente de todas las edades que avanzaban por la pradera y que al reunirse con la demás que esperaban se abrazaban y se regocijaban de alegría. El lonko José Luis Huilcaman había soñado que su pueblo era libre: se lo contaba a sus hermanos aymaras y quechua con quienes compartía una habitación durante el Segundo Encuentro de Pueblos y Organizaciones Indígenas de América en Tiwanaku, Bolivia, en 1983.

Ese sueño en Tiwanaku, fue el sueño de toda su vida, desde que sus ancestros le contaron la historia, el sueño del lonko José Luis Huilcaman de ver a su pueblo liberado de la opresión desde la invasión española. Durante esos años de dictadura militar del general Pinochet, el lonko había luchado junto a sus hermanos en contra de la represión, de la Ley 2.568 de Pinochet por la cual se disolvían las comunidades y se condenaba a los mapuche a desaparecer como pueblo.

Desde Collinque, su comunidad en Lumaco, partía para Temuco, casi todos los días, ya sea para ir a las reuniones, a defender alguna persona presa o a alguna protesta en contra de la dictadura cruel que se ensañaba en contra de su pueblo. Alguien contó que, durante una represión en Temuco en contra de los mapuche, vio cuando el lonko Huilcaman, al final se quedó solo y vio como luchaba contra "tres pacos" (policías carabineros) que lo golpeaban, pero que al final tuvieron que huir ante la valentía del lonko. Había estado varias veces preso por defender a su pueblo, acusado de subversivo. Era uno de los líderes que consideraba que los partidos políticos habían dividido al pueblo mapuche y proponía la independencia política de los mismos.

Fue fundador de varias organizaciones mapuche, entre ellas Ad-Mapu en Temuco en 1979, en plena dictadura del general Pinochet. En esos días había un jovencito mapuche que militaba en la juventud mapuche de Ad-Mapu llamado Aucán Huilcaman*, quien se destacaba por su propuestas diferentes e independentistas. El lonko solía decir con orgullo, "ese es mi wentru" (mi muchacho).

Durante el levantamiento mapuche que paralizó a medio Chile en los años 90, el lonko Huilcaman y su hijo Aucán en el Consejo de Todas las Tierras, eran los artífices de ese levantamiento en contra de las injusticias de siglos y lanzaban una propuesta al gobierno y a la sociedad chilena en general: que era hora que se reconociera que el pueblo mapuche era un pueblo distinto, y como tal, el Estado debería de dialogar de igual a igual y con todos los derechos a decidir su propio destino. Nuevamente fueron puestos en la cárcel, pero eso era cosa casi común para ellos. Por lo tanto no se amilanaron y continuaron en la lucha por los derechos ancestrales del pueblo mapuche. El antiguo y sagrado cerro Ñielol, fortalecido por el espíritu de tanta energía de los antepasados, cobijó en su seno y es testigo de los nguillatunes (ceremonias) en la cuales el lonko junto a la machi (guía espiritual mapuche) guiaron a su gente en busca de saneamiento y fortalecimiento espiritual.

En el año 2003 el lonko sufrió un gran golpe emocional cuando perdió a Claudina Paillama, su compañera de toda la vida con quien tuvo cinco hijos. El lonko solía decir que su piuke (corazón) estaba fuerte y que siempre estaba listo para acudir al llamado de su gente. Pero como todos los humanos debemos volver al seno de nuestra Ñuke Mapu (Madre Tierra) ese piuke del lonko dejó de latir el día 30 de agosto pasado. Ahora su cuerpo retorna a la Ñuke Mapu que lo cobijara, mientras su espíritu saldrá a volar y recorrer el inmenso territorio de su Pueblo, del río Bio Bio hacia el sur.

En 1990 durante la conmemoración de los 500 años de la invasión española, el Rey de España visitó Valdivia en el sur de Gulumapu, más de quince mil mapuche fueron a protestar y decirle al rey que el pueblo mapuche estaba allí presente. El lonko se dirigió a su pueblo en mapudungun (idioma Mapuche) y dijo entre otras cosas:

"Peñi y lamgen (hermanos y hermanas): nos hemos reunido hoy aquí en nuestro wallmapu (territorio ancestral), donde siempre hemos vivido. Aquí donde nuestros abuelos lucharon en contra de los invasores por defender nuestro territorio, nuestra gente y nuestra dignidad como pueblo libre. Por muchos años, el Estado chileno y la sociedad en general decían que ya no existíamos, que habíamos desaparecido o integrado dentro de la sociedad. Y porque no existíamos no teníamos ningún derecho a reclamar como pueblos indígenas. Pero como todos pueden ver, aquí estamos con nuestra cultura, idioma y tradiciones, como otros pueblos indígenas del continente. Estamos aquí para decirle que después de 500 años de genocidio y opresión, estamos unidos para construir un futuro mejor para las próximas generaciones".
 
 

*Aucán Huilcaman es werkén del Consejo de Todas las Tierras y candidato presidencial rechazado por el Servicio Electoral chileno para las elecciones de diciembre próximo


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