Usted está aquí: martes 11 de octubre de 2005 Espectáculos 1973, historia del DF escrita en un departamento de interés social: Isordia

El documental se presentó en competencia en el Festival Internacional de Morelia

1973, historia del DF escrita en un departamento de interés social: Isordia

Busqué personajes que encarnaran el poder, al amor y el odio, tres conceptos espeluznantes del humano, señala el realizador

Se cuenta con los defectos del lenguaje cinematográfico, precisa

JORGE CABALLERO ENVIADO

Ampliar la imagen Fotograma del documental de Antonino Isordia

Morelia, Mich., 10 de octubre. Ayer en la sección de documental en competencia se presentó el sorprendente y atroz trabajo de Antonino Isordia, 1973, que narra las historias de Rodolfo, María Fernanda y Alejandro, desde sus primeros recuerdos hasta el tiempo del documental, cuando éste se convierte en una radiografía ontológica del joven clasemediero de la ciudad de México. Para aterrizar esta idea su director menciona: "Este tema es una pulsión que tenemos todos, que nace cuando tenemos 5 años y nos damos cuenta de que podemos morir; entonces para superar ese miedo a la muerte buscamos darle sentido a nuestra existencia ya sea en los animales o en las plantitas".

Filmada en locaciones del Distrito Federal y Chihuahua, bajo la producción de Miranda Romero, durante 1994, 1996 de de 2000 a 2003, el documental comienza con la narración de la vida de un porro de la Vocacional 6, quien pasa de ser un miembro más a uno de los líderes más importantes en la historia contemporánea de la Organización de Estudiantes Técnicos (ODET), aglutinando a más de 200 escuelas para conseguir la presidencia del Frente Juvenil Revolucionario; también da cuenta del teje y maneje de los grupos porriles como arma electoral, política y represora.

La segunda historia es sobre María Fernanda, quien emprende un camino hacia la autodestrucción en el intrincado y generoso mundo de las drogas, para buscar sentido a la vida hasta tocar fondo. La frase "puedo vivir de otra forma, pero no quiero", llenaría de terror indescriptible a cualquier padre de mentalidad judeocristiana.

La tercera historia, la de Alex: un multiasesino debido a la incomprensión y falta de cariño de su progenitora; mata a su madre, a sus dos hermanas y a su hermano mayor.

El joven realizador Antonino Isordia es egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica; entre su obra se pueden mencionar los cortometrajes Sangre de tu sangre (1992), Discurso de alcohol para una hija adormecida (1994) y el documental El café y la muerte (1996).

Isordia menciona: "Busqué personajes que encarnaran tres conceptos de origen espeluznante del humano: el poder, el amor y el odio. Que se pudieran traducir en tres formas de destrucción: la destrucción del orden, la autodestrucción y la destrucción de la familia".

Estructura y forma legibles

La estética visual de la cinta se caracteriza por el grano reventado y en blanco y negro: "Tenía que ser de estructura y forma clara y legible, pero no necesariamente formulada a partir de referencias, sino abordarla por los errores humanos, por lo que debía ser contada con los defectos del cine y los errores convenidos como tales en el lenguaje cinematográfico. Elaboré la película de forma que pudiera tener varios niveles de lectura, que se viera como un largo, como un corto, uno tras otro o separados, o bien como las tres posibilidades de una misma existencia, o como la simple descripción de un día en la vida de la ciudad de México, así como la crónica de los últimos 30 años".

En síntesis, agrega Isordia, "es la crónica de la ciudad de México escrita en las cuatro paredes de un departamento de interés social, pero también, que sólo se viera en blanco y negro (sin grises), plantea una realidad de diferencias polares en el interior de los personajes, y una ciudad envoltura que con irritante influencia en ellos. Los encuadres de las entrevistas, al contrario de lo habitual, es para que el espectador piense en lo que se le dice en el área oscura de la pantalla. Por asociación, la película debía estar codificada en varios tiempos: el pasado, el presente, el imaginario personal y la realidad encarnada por los peores formatos de video. Para lo demás utilizamos distintos formatos, materiales y tratamientos en la imagen, que no explico aquí para que quien la vea viva el reto de descubrir los nexos entre los formatos, los tiempos y los símbolos regados a lo largo y ancho del filme. El resultado final es nadie la entiende".

 
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