Usted está aquí: martes 11 de octubre de 2005 Economist Intelligence Unit Aprueban condonación de deuda para 18 de los países más pobres

Aprueban condonación de deuda para 18 de los países más pobres

El acuerdo del G-8 podría significar el perdón hasta de 58 mil mdd en deuda multilateral

La sola cancelación del débito no será suficiente para que estos países logren crecimiento sostenido o que sus habitantes en realidad obtengan beneficios

Economist Intelligence Unit /The Economist

Ampliar la imagen Un ni�in hogar de India, cobijado con pl�icos en una vivienda provisoria en plena calle en Kolkata. Cerca de 30 por ciento de los ciudadanos de ese pa�viven por debajo de la l�a de pobreza FOTO Reuters Foto: Reuters

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Dieciocho de los países más pobres del mundo se beneficiarán de un paquete de condonación de deuda acordado el 25 de septiembre por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El acuerdo, anunciado en junio por los ministros de Hacienda del Grupo de los Ocho países más industrializados, podría significar el perdón hasta de 58 mil mdd en deuda multilateral. Pronto las agencias acreedoras deberán reunirse para firmar el acuerdo, lo cual podría señalar el comienzo del proceso para finales de año. Sin embargo, la sola condonación de la deuda no será suficiente para garantizar que estos países se coloquen en una trayectoria sostenida de crecimiento, o que sus ciudadanos más necesitados se beneficien en realidad.

La mayoría de los países con derecho a la condonación de la deuda están en Africa, y el Banco Africano de Desarrollo también participará. Cuatro latinoamericanos -Bolivia, Guyana, Honduras y Nicaragua- son también elegibles. Todos tendrán que acatar ciertas condiciones, como mejorar la gobernabilidad e implementar iniciativas contra la corrupción. También se les pedirá comprometerse a gastar el dinero que ahorren en el servicio de la deuda en programas de mejoramiento de la salud, educación y alivio a la pobreza. Otros diez países han satisfecho las condiciones preliminares para participar en el programa y no menos de 38 podrían beneficiarse en cualquier momento.

Las naciones latinoamericanos elegibles para la amortización de la deuda ya disfrutaban de cierta condonación de su débito dentro de la iniciativa del Banco Mundial y del FMI para los países pobres altamente endeudados. En razón de este programa Guyana, por ejemplo, vio declinar durante 2004 los pagos netos de su deuda en 16.6% en comparación con el año inmediato anterior. Aun así, estos cuatro países continúan confiando de manera sustancial en desembolsos multilaterales y fondos de ayuda para resolver sus necesidades financieras actuales, pues son poco elegibles para recibir financiamiento de los mercados internacionales. Todos están en riesgo de enfrentar problemas de financiamiento en el futuro. El nuevo acuerdo promete aliviar sustancialmente la carga de sus deudas en relación con el PIB, en la medida en que es grande la proporción de la deuda multilateral en su portafolio de deuda total (ver tabla).

Las fundaciones internacionales de asistencia y otros grupos que abogan por los países pobres han estado cabildeando durante años para que las naciones más ricas concedan perdones sustanciales de deuda. También han impulsado aumentos importantes en asistencia para el desarrollo, particularmente para Africa, aunque ésta no era parte del acuerdo de deuda concluido en las reuniones anuales del Banco Mundial y del FMI este mes.

Sin embargo, los países industrializados han acordado compensar al Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Africano por los rembolsos perdidos que resultarán del plan de condonación. Sin tal compensación, las organizaciones multilaterales no podrían mantener sus otros programas de préstamos para los países pobres en los mismos niveles. Los países desarrollados han prometido donaciones adicionales de su bolsillo, aunque no está todavía claro si esto compensará dólar por dólar las pérdidas a los organismos de crédito. Sin embargo, se recibió con beneplácito el compromiso de los ministros de Hacienda de los países del G-8 para que el dinero pagado por la condonación de la deuda se contabilice en forma independiente del financiamiento general para el desarrollo.

Sin embargo, la condonación no es un fin en sí mismo. Ahora el desafío es garantizar que los fondos que habrían sido gastados en pagos de intereses y principal se dirijan realmente a la ayuda a los pobres. Todavía no se diseñan ni se anuncian los mecanismos para supervisar que así sea. Por otra parte, es probable que el esfuerzo por ayudar a los pobres no tenga éxito si no va acompañado de ayuda internacional adicional, así como de reformas gubernamentales que procuren mayor transparencia y eficacia.

Liberar más las reglas del comercio mundial, sobre todo las referentes a la agricultura, también ayudaría a los países de más bajos ingresos, muchos de los cuales se apoyan en sus exportaciones agrícolas para obtener parte importante de sus ingresos de divisas. Sin embargo, no es seguro si la actual ronda de negociaciones bajo el paraguas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) concluirá con éxito. El progreso se ha estado deteniendo, y ha habido mucha resistencia en Estados Unidos y Europa a reducir los subsidios agrícolas y otras barreras. Podría ser que el acuerdo amplio preliminar no esté listo según lo programado para la reunión de la OMC que se llevará a cabo en Hong Kong en diciembre.

Los defensores de la condonación de la deuda también señalan que el acuerdo negociado no afecta la deuda que todavía se debe a otras entidades de financiamiento, como gobiernos (el llamado Club de París) o bancos privados. En el caso de algunos países, estas deudas también son sustanciales.

FUENTE: EIU

 
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