Usted está aquí: martes 11 de octubre de 2005 Cultura Siempre busco quién necesita música para dársela: Philip Glass

El maestro presenta su montaje Orion esta noche en la Alhóndiga de Granaditas

Siempre busco quién necesita música para dársela: Philip Glass

Luego de 40 años de trabajo ha logrado que el escucha no se percate de la complejidad de su arte

El compositor acabó ''una sinfonía con nueva gramática sonora'', adelanta a La Jornada

MONICA RODRIGUEZ Y PABLO ESPINOSA ENVIADOS

Ampliar la imagen "Mi formaci��ca se centra en la tradici�uropea de la m� de concierto: Bach, Mozart", expresa Glass FOTO Roberto Garc�Ortiz Foto: Roberto Garc�Ortiz

Guanajuato, Gto., 10 de octubre. Philip Glass en primera persona: ''Nunca he querido ser un compositor de música que nadie quiere; por eso desde siempre busco quién necesita música para dársela, y sólo entonces escribo partituras. Luego de 40 años de trabajo puedo decir con orgullo que he logrado que el escucha no se percate de que mi música en realidad es muy compleja. Me gusta entonces que se me ubique como un compositor de música sencilla".

El maestro Philip Glass (traducción: Felipe Vidrio), uno de los autores más importantes en el arte sonoro del mundo actual, se encuentra en Guanajuato para poner en escena Orion, montaje fabuloso que reúne a músicos de culturas no occidentales en una convivencia inédita hasta ahora.

Orion fue un encargo que hizo el Comité Olímpico a Philip Glass y se estrenó durante las Olimpiadas de Atenas. Además de esa, solamente en otra ocasión se ha podido ver en vivo: en la ciudad de Chicago, el 30 de junio de este año, montaje del cual ofrecimos a los lectores de La Jornada una crónica esa ocasión.

Este martes por la noche, en la Alhóndiga de Granaditas, será la tercera vez que se ponga en vida Orion, como uno de los acontecimientos centrales de la versión 33 del Festival Internacional Cervantino (FIC).

Segundo aprendizaje

La víspera, Glass, que no fuma, ofreció una charla en el Salón de Fumadores del teatro Juárez; allí abordó distintos temas, pero también profundizó en aspectos trascendentes de su trabajo creativo.

''Mi formación básica -dijo- se centra en la tradición europea de la música de concierto: Bach, Mozart y todos esos cuates (all these guys). Estudiar esa música constituye el camino para que los compositores aprendamos el lenguaje musical y somos muy afortunados de tener como maestros a tipos de esa envergadura, que además estuvieron por aquí hace ya cientos de años."

Pero después de esa formación, es decir después de haber estudiado tanto tiempo las estructuras musicales de Occidente, ''me encuentro en un segundo aprendizaje gracias al contacto que he entablado desde los años 60 con la música no occidental, cuya relación con la música de Occidente es el tema que me ha ocupado todos estos años".

En la música occidental, por ejemplo, el concepto técnico de la dinámica sirve como hilo conductor entre armonía y ritmo, explicó don Felipe Vidrio. ''En la música no occidental, por el contrario, la dinámica se establece en la relación entre melodía y ritmo, de manera que todos los años que los músicos occidentales dedicamos a estudiar el concepto de armonía no sirven para nada."

Otro de los muchos aprendizajes que ha obtenido Glass de su contacto con las músicas no europeas ''es que existe una manera distinta de oír las combinaciones rítmicas. En la música occidental se toma una unidad de tiempo y se subdivide. Es así como se manejan los compases en música, de manera tal que nuestra manera de entender la música es una manera de tratar de comprender el sentido del transcurso del tiempo, pero eso en la música no occidental no existe y en su lugar el tiempo se divide en pulsos.

''En la tradición hindú, por ejemplo, esos pulsos se organizan en una estructura que se llama tao y con ese procedimiento empecé a trabajar, hace unos 40 años, con Ravi Shankar, con un tao de 16 pulsos, donde la dinámica ocurre cuando regresamos a la primera nota, en un sistema cíclico como la respiración humana o los ciclos de la naturaleza."

El momento más audaz

Philip Glass ofrece una primicia: ''Acabo de terminar una sinfonía y en ella he logrado lo que busqué durante 40 años: integrar la estructura armónica occidental con la estructura rítmica de la música no occidental. De manera que me encuentro enfrascado ya de plano en una nueva gramática musical, en el mero trabajo con el lenguaje desde un punto de partida diferente al que solemos estudiar los compositores en los conservatorios.

''Me encuentro entonces -define- en el momento más audaz de mi carrera como un compositor de por sí siempre muy audaz. Luego de 40 años por fin he logrado consolidar, en mi nueva sinfonía, una nueva gramática que espero pueda ser ejecutada por una orquesta sinfónica sin muchas dificultades, porque también podría decir -bromea- que también he descubierto ahora una nueva manera de hacer más difícil la música -ríe con soltura.

''Me gusta que se diga de mí -prosigue sonriendo- que soy autor de una música muy facilita, de gran simplicidad, porque lo que pocos saben es que llegar a esa simpleza ha requerido de mucho trabajo y mucha dificultad. No hay nada más difícil que hacer las cosas simples. Y eso es algo que todo escucha agradece: que no se note la dificultad de todo trabajo creativo y que se escuche en cambio todo simple, dúctil, agradable, en paz."

Felipe Vidrio en Cuévano. Gloria in excelsis.

 
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