Sus valores y actitudes culturales "frenan la democracia y la justicia": Harrison

AL no avanza porque se resiste a hacer concesiones: académico de EU

Prepara estudio sobre México en torno a la confianza de los individuos y la religión

Washington, 9 de octubre. El mayor problema de América Latina es la existencia de valores y actitudes culturales que son obstáculos para la democracia y la prosperidad, aseguró el académico Lawrence E. Harrison, de las universidades Harvard y Tufts.

Harrison, quien viajará a México está semana para presentar un proyecto que vincula el cambio cultural con la competitividad, sostuvo que es necesario desarrollar pautas para lograr un cambio cultural progresista, que enfatice valores y actitudes positivos.

"Tengo experiencia de 20 años en (el análisis de temas de) América Latina, al final de los cuales concluí que el mayor problema que enfrenta la región son los valores y actitudes que representan un obstáculo para la democracia, la justicia social y la prosperidad", reiteró.

En su opinión, América Latina es una de las regiones más injustas del mundo "porque los valores y actitudes que se han desarrollado en esta región hacen difícil que la democracia funcione".

Harrison, integrante de la Academia de Estudios Internacionales y del Area, de la Universidad Harvard, fue director de las misiones de la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos en Costa Rica, Nicaragua, Haití y Centroamérica.

Coautor del célebre compendio Culture Matters (Asuntos culturales o La cultura importa), Harrison asegura que algunas experiencias exitosas en América Latina, en especial en Chile, confirman la relevancia de la cultura, valores y actitudes en el avance social.

Ausente de AL, la facultad de concertar

Harrison explicó que los chilenos han desarrollado el concepto sajón de compromise (concesión), lo que ha permitido a esta nación avanzar en la plano político. El académico indicó que esa voluntad de "concertar" está ausente en casi toda la región, salvo Costa Rica y Uruguay.

Su inexistencia en muchos países "es un ejemplo del obstáculo cultural a la democracia", manifestó.

El académico añadió que la profesionalización del servicio civil en Chile es otro elemento positivo que los distingue entre los países de la región, pues a diferencia de otras naciones tiene una tradición de profesionalismo, honestidad y eficiencia, además de la cultura empresarial derivada de la presencia vasca en el país.

Cuestionado sobre los valores y actitudes "negativas" en México, declinó hacer un balance pormenorizado, pero adelantó que en "poco tiempo" presentará las conclusiones de una topología de 25 valores culturales del país, como la confianza en el individuo, la racionalidad y la religión.

La topología fue concebida por el intelectual argentino Mariano Grandona, autor de Las condiciones culturales del desarrollo económico (Ariel, 1999).

Visita a México

Harrison participará con una conferencia durante el Encuentro Empresarial Nacional que organiza la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y se realizará en la ciudad de Puebla del 12 al 14 de octubre.

El académico, integrante de la prestigiosa Escuela de Estudios Internacionales Fletcher, de la Universidad Tufts, en Boston, señaló no obstante que el cambio cultural es posible, pero son indispensables para esa transformación las aportaciones de los líderes de un país.

"En mi opinión, el cambio cultural sólo puede ser posible cuando una sociedad cuenta con una masa crítica de opinión compuesta por intelectuales, políticos y religiosos y otros sectores. Sólo de esta forma aquellos valores y actitudes que son un obstáculo para la democracia de una nación pueden ser cambiados", señaló.

Entre los ejemplos exitosos de cambio cultural, indicó que el más relevante ocurrió en España: "Hace 50 años -dijo- esta nación era una sociedad autoritaria e inequitativa, pero hoy está en el centro de Europa occidental".

Harrison señaló que esta transformación se debió a que el sistema de valores culturales fue puesto "boca abajo" por los líderes españoles, debido -en parte- al reconocimiento de los horrores de la Guerra Civil, de la decisión de Francisco Franco de abrir la economía y la posterior transición a la democracia.

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