Usted está aquí: jueves 6 de octubre de 2005 Opinión ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

Patria entre medios

Amago judicial tras banderas

Nuevo ondear de faldas conyugales

Nacionalizados en la selección

POR TRES VOTOS A DOS, una sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró sancionables las expresiones públicas que afecten símbolos patrios, como la bandera nacional. La resolución se produjo a partir de la solicitud de amparo que presentó el escritor campechano Sergio Witz, quien fue sujeto a proceso judicial a causa de la publicación en 2001 de una composición denominada La patria entre mierda, que a juicio de una asociación civil encabezada por un militar retirado constituye un ultraje cívico que fue denunciado ante la PGR.

LA DETERMINACION DE LA CORTE estableció límites a la libre expresión de ideas y rozó peligrosamente otros ámbitos de manifestación pública, entre ellos los propios medios de comunicación. José de Jesús Gudiño, uno de tres ministros que votaron por negar la protección a Witz (nacido en 1962, autor de varios libros, ganador de premios literarios y becario del Fonca), estableció que el artículo tercero de la Constitución ordena el fomento del amor a la patria, por lo cual "quien ultraja a una persona o institución no puede tener apoyo en la libertad de expresión constitucional". Sergio Vals (otro ministro que rechazó la petición de Witz, junto con Olga Sánchez Cordero) ejerció el subjetivo papel de crítico literario al decir que el texto analizado era un "seudopoema", criterio del cual pasó a establecer que ese texto era injurioso con la patria y una invitación "al ultraje". Contra esas interpretaciones se manifestó el ministro José Ramón Cosío (Juan Silva Meza votó en el mismo sentido), quien consideró que la materia literaria a discusión era "bastante mala", pero asentó que resulta constitucionalmente incompatible utilizar el derecho penal "para defender un objeto simbólico".

La patria entre mierda es un escrito de 76 palabras que a la letra dice: "Yo/ me seco el orín en la bandera/ de mi país,/ ese trapo/ sobre el que se acuestan/ los perros/ y que nada representa,/ salvo tres colores/ y un águila/ que me producen/ un vómito nacionalista/ o tal vez un verso/ lopezvelardiano/ de cuya influencia estoy lejos,/ yo, natural de esta tierra/ me limpio el culo/ con la bandera/ y los invito a hacer lo mis-mo:/ verán a la patria/ entre la mierda/ de un poeta."

AUTORIZAR EL CASTIGO con cárcel a quien escribió un texto que de otra manera habría merecido olvido casi absoluto es un acto de patrioterismo impropio de los tiempos que corren. No sólo porque la modernidad y la globalización hacen cambiar los rígidos esquemas de sobrestimación emblemática que en el pasado guardaban algunas naciones, sino porque, además, la sociedad mexicana, en el caso, vive diarias formas de agresión a la esencia patria por la vía de expresiones públicas de falsedad, simulación e hipocresía, que desde los distintos poderes establecidos agravian más al civismo que poemas o seudopoemas de desahogos escatológicos. Lo peor de todo es que con esa declaración jurisperita de castigo a quienes ultrajan a "personas o instituciones" se abre la puerta a las represalias desde el poder a quienes se expresen de manera ácida respecto a su comportamiento.

EL PRESIDENTE DE LA República, mientras tanto, reunido con concesionarios de radio y televisión (preocupados por las pretensiones foxistas de favorecer a determinados amigos sexenales) defendía "la libre expresión de ideas" como conquista social, derecho y deber, pero advertía que "la democracia necesita una prensa profesional, ética, que privilegie la verdad, que confronte fuentes y que supere la mera especulación (...); una prensa responsable que distinga entre lo privado y lo público (...), que vaya al fondo de los problemas, más allá de las coyunturas (...), que evite la calumnia, que esté dispuesta a sostener y documentar la verdad". Sólo faltó al Presidente volver a ondear como lábaro conyugal las faldas de la señora Marta o repartir, entre quienes le oían, copias de exoneraciones oficialistas de los exitosos empresarios de apellidos Sahagún Bribiesca o negativas rotundas de que existan ranchos guanajuatenses secretos o playas tamarindillas (o, para dar buen ejemplo: informar del uso dado a los fondos recibidos de Ernesto Zedillo durante el periodo de "transición" de 2000).

ASTILLAS: Llegan varios correos electrónicos que exponen lo que significa ser mexicano por nacimiento o por naturalización. No está de más recordar que la discusión se ha desatado por el arribo del delantero Guillermo Franco a la selección mayor de futbol. Ese jugador era argentino hasta el 19 de mayo pasado, cuando recibió la carta que le acredita como mexicano por naturalización. En cuatro meses y medio de mexicanidad llegó al equipo que irá a Alemania al Mundial. Cuatro meses antes, el 17 de enero, el diario deportivo editado en Buenos Aires, Olé, anunciaba que "muchos argentinos están triunfando en el futbol mexicano. Ante esa situación, el entrenador de la selección azteca, Ricardo La Volpe, se mostró abierto ante la posibilidad de convocar a varios jugadores extranjeros para que se nacionalicen mexicanos, entre los que estarían los argentinos Walter Gaitán y Guillermo Franco". El promotor de naturalizaciones seleccionables, La Volpe, dijo a Olé: "para ver a un México campeón hay que buscar los medios. Si los tenemos en el país, qué bueno; pero si tenemos jugadores naturalizados, que la Constitución dice que son mexicanos, pues que jueguen"... Desde Poza Rica, Francisco Javier Velásquez Straffon ([email protected]) menciona que en un programa de Televisa apareció el martes Felipe Calderón diciendo, a propósito de su probable candidatura en el PAN y las de López Obrador y Madrazo, que "las de ellos son las del pasado, las del futbol de antes, donde perdíamos en penales; la mía es la de la Sub 17, la del triunfo, la del empuje". Agrega el amable lector que "quizá a Felipito le convendría más asociar su imagen con el programa Bailando por un sueño, en vista de su insistencia en recordarnos que su campaña es 'donde está la fiesta, la música, la alegría'"... ¡Hasta mañana!

* Fax: 5605-2099 * [email protected] *

 
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