Usted está aquí: jueves 6 de octubre de 2005 Gastronomía Restauranteros acuerdan acabar con la discriminación a minusválidos

La medida generará que los locales tengan mayor afluencia, afirma la Canapred

Restauranteros acuerdan acabar con la discriminación a minusválidos

El acuerdo firmado por la Canirac, Conapred, la Universidad Iberoamericana y Libre Acceso, busca hacer real el derecho que tiene este sector de la población a disfrutar de estos sitios

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ciegos con o sin perros guías, personas con muletas o en sillas de ruedas, gente con alguna malformación, con los brazos cortos; niños o adultos que padecen poliomielitis, glaucoma, o alguna de las llamadas discapacidades, simplemente no van a restaurantes porque son inaccesibles para ellos y discriminatorios, pues no cuentan con rampas, con baños especiales, cartas en braille, cajones de estacionamiento adecuados, sistemas de cobro confiables, mesas o sillas apropiadas a su condición particular. Su derecho está en la ley, pero no en la práctica.

Ante ese panorama que lastima al ser humano con discapacidad, cuatro organismos suscribieron ayer un convenio para que los 34 mil restaurantes del Distrito Federal y el area metropolitana se sumen a la convocatoria Restaurantes accesibles.

Ayer firmaron el documento respectivo el Consejo Nacional para Prevenir la Discrimina- ción (Conapred), la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), la Universidad Iberoamericana y Libre Acceso AC, para sensibilizar a los integrantes de esta industria para que brinden atención de calidad y respeto a las personas con discapacidad.

El acuerdo considera la publicación de una guía de restaurantes que cuenten con los requisitos de accesibilidad para las personas con discapacidad.

Disfrutar un derecho

Gilberto Rincón Gallardo, presidente del Conapred, expresó que ofrecer facilidades de acceso a los discapacitados generará a los restauranteros más clientes, "sobre todo si se toma en cuenta que 10 por ciento de la población tiene alguna discapacidad. A los que participen se les dará una constancia en ceremonia pública, donde se dirá que ese establecimiento no discrimina a este sector de la población".

Se trata, precisó, del disfrute de un derecho constitucional. Ocho de cada 10 personas con discapacidad viven en países como México, "que no es una nación pobre, pues está entre las 14 economías más grandes del mundo, pero sí es un país de pobres.

"Ocho de cada 10 personas con discapacidad, pues, viven en esta región que, además de las desigualdades y las injusticias que padece la mayoría de la población, enfrentan el desafío adicional de la falta de reconocimiento de derechos, la restricción de sus espacios y oportunidades. Enfrentan una cultura generalizada de menosprecio. Tienen problemas para acceder a numerosos lugares propios del consumo", agregó Rincón Gallardo.

La Canirac emitirá una convocatoria a través de sus 16 delegaciones distritales en el DF para que los restaurantes -afiliados o no a la cámara- adecuen sus instalaciones. El programa comienza este mes y la primera fase acabará en febrero de 2006, cuando se integrará el directorio de restaurantes accesibles. Dependiendo de los resultados de este programa piloto se establecerá en otras ciudades de la República.

Por su parte, Federico Fleishmann, presidente de Libre Acceso AC, expuso que un restaurante es más que un sitio para comer: "Es ese sitio social en el que además de comer se platica, negocia, conquista, llora, promete, planea, conspira, intriga o, simplemente, se convive. Es uno más de esos espacios donde se practica el juego de la vida. A nosotros, las personas con discapacidad, también nos gusta jugar ese juego, aunque hoy por hoy no podemos hacerlo".

Extensión de nuestro hogar

A su vez, Larraguível Cuervo, de Canirac, señaló que "el programa que ahora firmamos, nombrado Restaurantes accesibles, pretende sumar a dueños de estos negocios. A la Canirac están afiliados 34 mil negocios, en el área metropolitana y en el DF, desde marisquerías y torterías hasta restaurantes de manteles. De esos 34 mil, 5 por ciento son los que cuentan con facilidades. Eso es mínimo. Ahora se trata de crear mayor conciencia. Quienes participen tendrán la posibilidad de tener 10 por ciento más de clientes".

Cortés Delgado expuso que "los restaurantes son una extensión de nuestra casa. Creemos que no debe darse una licencia si los establecimientos no cumplen con el libre acceso".

-¿Qué hace el gobierno para disminuir esta discriminación?, Fleishman: "México es un país de carencias y en la ciudad, de 3 mil y tantos camiones de servicio público, sólo 50 tienen equipo especial. El Metrobús no reúne los requisitos de accesibilidad. Ese es el entorno más inmediato. Los aeropuertos sí los cumplen, pero no existe una obligación formal en general".

Rincón Gallardo: "No pueden darse respuestas generalizadoras. Se trata de un problema que ha atravesado por siglos de invisibilidad".

 
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