Usted está aquí: jueves 29 de septiembre de 2005 Espectáculos Las leyes no reconocen la importancia de la industria del espectáculo: análisis

Es el tercer generador de divisas, pero la legislación del medio no es propositiva

Las leyes no reconocen la importancia de la industria del espectáculo: análisis

Al terminar el foro del Lunario se pidió a las autoridades que apoyen al gremio

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Aspecto de la segunda mesa de debate en el Lunario del Auditorio Nacional FOTO Fernando Aceves Foto: Fernando Aceves

La industria del espectáculo en México genera siete por ciento del producto interno bruto (PIB), sólo debajo de lo que provee el petróleo y el turismo; es decir, es la tercera rama en importancia de la economía y está por encima de lo que llega al país vía remesas de dinero de trabajadores migrantes de Estados Unidos. A pesar de ello, la legislación actual no es propositiva, expusieron expertos en la materia durante la tercera y última mesa del Primer Foro Internacional de Reflexión sobre el Espectáculo, realizado el pasado martes, en el Lunario del Auditorio Nacional.

El foro se inserta en el contexto de la entrega de premios Lunas 2005, que se otorgan a lo mejor del espectáculo en vivo en México durante un año. Los números se fueron acumulando y reflejaron la trascendencia del llamado negocio del ocio. Se puso el acento en el mercado que representan los jóvenes, más de la cuarta parte de la población nacional, y que buscan a diario distintas formas para entretenerse.

Para el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Entretenimiento, José Manuel Alavez, durante la citada mesa, titulada Una visión sobre el espectáculo, son muchos los factores que influyen en la experiencia de quien asiste a un sitio a entretenerse, "que no equivale necesariamente a divertirse".

Definió a la industria del entretenimiento como la del tiempo libre. "Se divide en el que se realiza dentro o fuera de casa". La gente pasa su tiempo libre viendo televisión o películas en video, jugando con un play; o bien va al cine, al teatro, o a un partido de futbol. "Se califica un espectáculo por cómo le fue a alguien con el personal de seguridad, por ejemplo, y no por la producción del mismo.

"Show-business, sí, pero los artistas hacen el show y nosotros el business. El programa Dfiesta, del Gobierno del DF, por ejemplo, no se reduce al Zócalo, sino que se relaciona con los sectores restaurantero, hotelero y de servicios en general, que abarca al del transporte. Los fines de semana baja la ocupación hotelera en la ciudad y por eso se puede aprovechar Dfiesta", agregó.

El dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, presidente de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), expuso que la palabra espectáculo remite a la espera de algo, a una expectativa, de acuerdo con su raíz latina. Se relaciona con el tiempo libre, "de ahí eso de que el tiempo que te quede libre dedícalo a mí". Espectáculos y legislación van de la mano. Los tiempos están cambiando y la legislación actual data de 1997, y regula los espectáculos públicos.

Evolución de los espectáculos

"Hace muchos años, en este país se prohibieron los espectáculos de rock, porque los asociaban con la agresividad y al consumo de drogas. A principios de los años 80, el grupo Queen pudo llegar hasta Puebla, tres años después Rod Stewart se acercó hasta Querétaro, hasta que al fin Michael Jackson pudo presentarse en la ciudad de México. Y después Paul McCartney, y luego otros.

"Pero antes de la ley expedida por el gobierno de Ernesto Zedillo, los espectáculos se ubicaban en el mismo rasero del box, la lucha libre y los circos, además de los baños públicos. Los baños de vapor también proveen de placer, pero no es lo mismo que el placer estético. El 9 de marzo de 2005, el entonces secretario de gobierno del DF, Alejandro Encinas, ordenó en la gaceta oficial a los delegados aplicar la ley vigente. Es decir, a la autoridad le interesa la ley, no fomentar los espectáculos, que son fuente de empleo.

"Las industrias culturales, principalmente la música, la televisión y el cine, aportan a México siete por ciento del PIB, más que las industrias agropecuaria, automovilística y de comunicaciones. Las industrias culturales son la tercera industria de este país, después de la del petróleo y el turismo. Pero el Estado mexicano destina a las industrias culturales sólo 0.6 por ciento del PIB. Hace falta una legislación actual, para que no sea represiva. Necesitamos más y mejores espectáculos para estar menos solos, para hacer más llevadera esta vida."

Armando Báez, dirigente del Sindicato Unico de Trabajadores de la Música del DF, presentó un panorama de los problemas que enfrenta el gremio por él representado. Resaltó el apoyo que reciben los mariachis... pero en Estados Unidos, donde tienen más prestaciones sociales y sindicales que en México. Citó violaciones de los establecimientos a la disposición de tener música en vivo.

Luego, Gerardo Estrada, coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, dijo que el mundo del espectáculo no es inocente y refirió la historia, desde la antigua Roma, donde se usó el famoso pan y circo como forma de control de las masas. "Hoy, la tecnología individualiza el ocio, como ocurre con las computadoras, y los espectáculos están en manos de la IP, la cual debe invertir más en cultura."

La mesa tres fue moderada por Denise Maerker.Al final, la directora del Auditorio Nacional, María Cristina García Cepeda, expuso que el foro se realizará cada año y que de este primero se editará un cidí.

 
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