Usted está aquí: martes 27 de septiembre de 2005 Ciencias Los bebés, capaces de sentir celos y empatía, revelan expertos de EU

Estudios podrían llevar a detectar trastornos como el autismo y la depresión

Los bebés, capaces de sentir celos y empatía, revelan expertos de EU

Se ha comprobado que los niños menores de seis meses encuentran significado en las expresiones faciales

Se intenta descubrir si los pequeños pueden clasificar sus emociones

STEVE BLOOMFIELD THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen Investigaciones de sic�os han puesto de cabeza las nociones convencionales de lo que un beb�ntiende y siente FOTO Fabrizio Le�iez Foto: Fabrizio Le�iez

No sabe hablar. Se está sentada haciendo gorgoritos, si tiene uno suerte, o pegando de gritos si no. Pero los científicos han descubierto que detrás de la mirada desenfocada de una bebé podría haber mucho más que un "estoy cansada" o "quiero comer": nuevos estudios sugieren que los muy pequeños son capaces de emociones sorprendentemente adultas, como los celos o la empatía.

La ciencia se había habituado a pensar que la vida emocional de un bebé es "una gran confusión bulliciosa". Ahora, sin embargo, una serie de estudios llevados a cabo por sicólogos estadunidenses ha puesto de cabeza las nociones convencionales de lo que un bebé entiende y siente. Según estos hallazgos, ya desde los cuatro meses de edad los infantes son sumamente sofisticados, tanto en lo intelectual como en lo emocional.

Los estudios podrían inclusive llevar a los médicos a detectar trastornos como el autismo, la depresión y las dificultades de aprendizaje en una etapa mucho más temprana que antes. Al descubrir esos síntomas con mayor anticipación, podrían ayudar a los niños a lidiar de manera más eficaz con dichos trastornos.

Si bien buena parte de la nueva investigación se ha basado en métodos tradicionales de observación de la conducta de los bebés, como el lenguaje corporal y las reacciones faciales, los científicos recurren cada vez más a análisis del cerebro con escáner.

Exploración de pautas conductuales

El profesor Robert Winston, cuya serie Child of Our Time, que se transmite por la BBC de Londres, explora las pautas conductuales de un grupo de niños conforme van creciendo, señaló que la neurociencia podría ser la clave para descubrir la forma en que opera el cerebro de un bebé. "La neurociencia es hoy una importante zona de investigación en la biología. Entendemos hoy mucho más el cerebro de los bebés, así como el de los niños y los adultos."

Los hallazgos, revelados en la influyente revista estadunidense Newsweek, podrían permitir a los sicólogos definir metas emocionales que los bebés deberían alcanzar a cierta edad, en forma similar a las de tipo físico como gatear, caminar y hablar.

Uno de los estudios claves fue llevado a cabo por el neurocientífico Charles Nelson, de Harvard, quien ha ideado un programa que intenta medir la actividad de ondas cerebrales de un bebé. Se coloca un casco cableado con 64 sensores en la cabeza del infante, y luego se muestra a éste una serie de 60 fotografías de una mujer. Cada foto exhibe una expresión facial diferente; una computadora conectada a los sensores monitorea las reacciones del niño.

Nelson espera descubrir si los bebés pueden clasificar las emociones en la misma forma que los adultos, si bien los resultados no se sabrán hasta finales de este año.

La doctora Diane Montague, de la Universidad La Salle en Filadelfia (EU), aporta pruebas de que bebés menores de seis meses pueden entender diferentes expresiones faciales. Experimentos basados en el juego de "ahora me ves, ahora no me ves" sugirieron que los bebés reaccionaban de manera diferente a rostros felices, tristes y enojados. "La mayoría de los libros de texto dicen todavía que los bebés menores de seis meses no reconocen emociones", señaló Montague, pero sus experimentos demuestran lo contrario: "Revelan que esos bebés encuentran significado en las expresiones".

Según los científicos, lo anterior apoya investigaciones que apuntan a que los niños muy pequeños pueden sentir empatía. Los que escuchan grabaciones de otros nenes que lloran no tardan mucho tiempo en comenzar a derramar lágrimas. Pero cuando les ponen cintas de sus propios gritos y llantos, las lágrimas se secan.

El profesor Martin Hoffman, sicólogo de la Universidad de Nueva York y experto en desarrollo social y emocional, indicó que si bien siempre se ha sabido que los bebés lloran cuando escuchan a otros hacer lo mismo, nadie ha entendido bien por qué. Esta nueva investigación prueba, en su opinión, que "desde el nacimiento existe cierta empatía rudimentaria".

Pero no sólo pensamientos positivos parecen desarrollarse a temprana edad. Estudios realizados en la Universidad de Texas han mostrado que los bebés también pueden experimentar celos. En este caso se filma a una mamá y una hija que juegan. Luego a la mamá le dan una muñeca y le piden dar toda su atención a ésta y no a la bebé. Casi en todas las ocasiones la niña se molesta y rompe a llorar.

Otros estudios, que analizan la capacidad de atención de los infantes, su timidez e inclusive su capacidad de aprender lenguas extranjeras, han incrementado el conocimiento de sicólogos y pediatras sobre lo que ocurre en el cerebro de un bebé. Lo más importante para los padres es que estos avances permitirán a los científicos establecer marcadores de desarrollo para los primeros años de la vida de un niño.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

 
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