Usted está aquí: sábado 24 de septiembre de 2005 Mundo "Es demasiado tarde; no abandonen Houston", pide el alcalde Bill White

Caótico desalojo provoca la muerte de 24 ancianos que huían de Rita en autobús

"Es demasiado tarde; no abandonen Houston", pide el alcalde Bill White

Las aguas desbordan un dique en Nueva Orleáns e inundan de nuevo el barrio Lower Ninth Ward

El huracán, ahora de categoría 3, entraría este amanecer cerca de la ciudad texana de Port Arthur

REUTERS, AFP Y DPA

Ampliar la imagen Las aguas del Canal Industrial inundaron nuevamente el barrio Lower Ninth Ward de la ciudad de Nueva Orle� FOTO Ap Foto: Ap

Nueva Orleáns, 23 de septiembre. Un barrio de Nueva Orleáns quedó nuevamente inundado por el agua que se desbordó este viernes de un dique, mientras el alcalde de Houston, Bill White, pidió esta mañana a los habitantes que no abandonaran la ciudad porque ya es demasiado tarde para irse antes de que llegue el meteoro.

Más de tres semanas después de haber sido devastada por el huracán Katrina, Nueva Orleáns recibió hoy los primeros asaltos de Rita, con lluvias incesantes y ráfagas de viento de hasta 60 kilómetros por hora.

"Hubo desbordamiento de un dique del Canal Industrial. El dique no cedió, pero el agua fluye al oeste del canal en el barrio Lower Ninth Ward", informó el portavoz del cuerpo de ingenieros del ejército, Mitch Frazier.

El Lower Ninth Ward, barrio pobre con mayoría negra, se encuentra a orillas del río Mississippi, al este del histórico barrio francés. Quedó sumergido y devastado tras el paso de Katrina el 29 de agosto, por lo que fue totalmente evacuado.

Los diques de la ciudad son reparados desde hace tres semanas, pero los expertos del ejército estiman que se necesitarán al menos seis meses antes de consolidarlos suficientemente para que puedan resistir un nuevo huracán de fuerza 3 o más.

En cuanto a Rita, este nuevo meteoro entrará al amanecer del sábado cerca de la ciudad texana de Port Arthur, en el límite con Luisiana, manteniendo su actual categoría 3 de intensidad en la escala Saffir-Simpson (que comprende cinco niveles), informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) en Miami.

"Es posible que haya otro lento debilitamiento antes de que llegue a tierra (...) pero Rita seguirá siendo una tormenta peligrosa", aseguró el CNH.

De acuerdo con la escala Saffir-Simpson, que mide los destrozos que puede provocar un huracán según la fuerza de sus vientos y marejadas ciclónicas, Rita puede provocar daños "extensos".

El meteoro causará probablemente "inundaciones catastróficas" que anegarían la localidad de Port Arthur con una elevación de seis o siete metros del nivel del mar, dijo Jack Colley, director de la división de Texas de Gestión de Emergencias.

Colley, además, advirtió que habrá al menos 16 horas de vientos huracanados.

También pueden producir marejadas ciclónicas de hasta cuatro metros y medio por donde entre a tierra, y de hasta metro y medio sobre la marea normal en Luisiana, incluyendo Nueva Orleáns.

Unas 2 millones y medio de personas en un trecho costero de unos 500 kilómetros desde Port O'Connor (suroeste de Texas) hasta Morgan City (Luisiana, 75 kilómetros al oeste de Nueva Orleáns) evacuaron la zona, incluyendo casi la totalidad de los 57 mil residentes de Galveston (65 kilómetros al sureste de Houston), que ya no queda en la trayectoria directa del ciclón.

Cientos de miles de personas llenaron autobuses, automóviles, aviones comerciales y privados, y bicicletas en un intento por escapar de los peligrosos poblados costeros, y otros cientos se quedaron sin combustible en medio de los embotellamientos.

Se quedaron varados sin tener a dónde ir o abandonaron sus vehículos en las carreteras.

La mayoría de los habitantes de Port Arthur, de bajo nivel adquisitivo, salieron de la ciudad, lo que contribuyó al enorme embotellamiento en las autopistas que va desde la costa hacia el interior de la región.

Las autoridades de Port Arthur reconocieron que los habitantes que circulan en las autopistas podrían quedarse atrapados en sus vehículos cuando llegue la tormenta, por lo que advirtieron a los que no se habían ido que mejor se queden en casa.

En tanto, los refugios regionales en Houston se atiborraron, por lo que el alcalde Bill White dijo que ya no hay tiempo para desalojar la zona y pidió a los ciudadanos protegerse en la medida de sus posibilidades, pero no dijo dónde habría refugios de última hora.

El tráfico aéreo para entrar y salir de Houston fue suspendido al mediodía. Decenas de hospitales a lo largo de la ruta de evacuación de Houston cerraron sus puertas el viernes temprano a nuevos pacientes, tras atender a innumerables personas afiebradas por el agotamiento y el calor.

Trampa mortal

En las afueras de Dallas, el desalojo caótico y sin precedentes -muchas gasolineras se quedaron sin combustible- se convirtió en trampa mortal para un autobús que transportaba a ancianos evacuados, cuando se incendió en la carretera y causó 24 muertos.

El vehículo trasladaba a 38 ancianos de una residencia de Bellaire, y algunos de ellos utilizaban tanques de oxígeno. Por el momento no se sabe si el oxígeno contribuyó al fuego, según el sheriff del condado de Dallas.

El fuego obligó a cerrar la Interestatal 45, la principal ruta de evacuación para los residentes de Houston que se dirigen a Dallas y otros puntos más lejanos. Tráfico informó de al menos 32 kilómetros de retenciones, y las autoridades desviaban a los conductores a otras autovías.

En Lake Charles, al oeste del estado, las autoridades pidieron a quienes se queden escribir su nombre, fecha de nacimiento y número de seguro social en sus brazos para que puedan ser identificados si mueren.

Las fuerzas armadas ya enviaron decenas de helicópteros y equipos de comunicación hacia Texas, y las autoridades federales, criticadas por la lentitud con que respondieron a Katrina, enviaron camiones con agua, alimentos y hielo a las ciudades texanas de Austin, Houston y San Antonio.

Por su parte, el presidente George W. Bush se dirigió a Colorado (oeste), para inspeccionar el centro de comando de respuesta al meteoro y controlar los preparativos para la tormenta con las autoridades estatales y locales.

Bush había planeado visitar San Antonio, Texas, para inspeccionar los preparativos de atención a las víctimas del huracán, pero anuló el viaje pocos minutos antes de su partida.

Su viaje a San Antonio fue suprimido porque los equipos de búsqueda y rescate con los que Bush planeaba reunirse se dirigieron a una localidad más cercana al centro del huracán, informó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, quien agregó que el presidente no deseaba retrasarlos.

En tanto, el nuevo balance provisorio indica que el número de muertos por Katrina se elevó a mil 75, después de que las autoridades de Luisiana rescataron nueve cadáveres más.

 
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