Usted está aquí: sábado 24 de septiembre de 2005 Cultura Reflejan en un montaje el desdén que encaran personas con capacidades diferentes

La compañía Dislexia-Teatro presenta Uno, dos, tres... en el Helénico

Reflejan en un montaje el desdén que encaran personas con capacidades diferentes

CARLOS PAUL

Ampliar la imagen Escena del montaje para p�o infantil que se escenifica en el recinto cultural de avenida Revoluci�500, San Angel FOTO Cortes�Dislexia-teatro Foto: Cortes�Dislexia-teatro

Uno, dos, tres por... Una fábula diferente es el título del montaje de la compañía Dislexia-Teatro dirigido a los niños, cuyo tema gira en torno del menosprecio social al que se enfrentan las personas con capacidades diferentes.

De manera lúdica y lejos de los clichés o paternalismos que los muestran como seres dignos de compasión o ejemplos de pureza o de valor, aquí los personajes simplemente viven su realidad y sus conflictos.

''Se muestran tanto sus virtudes como sus defectos; a unos seres que son capaces de sentir envidia o de mostrar solidaridad, de sentir ira o egoísmo, así como generosidad y nobleza'', explicaron Georgina Flores, Joaquín Morales García y Angélica Martínez, integrantes de la agrupación.

Ese tipo de personas -expresaron- no requieren de compasión. ''Carecer de alguna de las capacidades no cancela la posibilidad de desarrollo. Más allá de las necesidades especiales que puedan requerir -silla de ruedas, sistema Braille o auxiliares auditivos-, las personas con discapacidad cuentan con potencial para lograr su desarrollo personal y profesional. Son capaces de aportar a la sociedad su conocimiento, habilidades y experiencia''.

Utilización de varios lenguajes

En las sociedades contemporáneas, todo mundo aspira a tener belleza, fuerza e inteligencia, lo cual nada tiene de malo, sin embargo, subraya Morales García, ''creemos que existen otros valores más importantes que ésos, como la lealtad, la constancia y la solidaridad, los que cualquier persona, sea discapacitada o no, puede desarrollar''. Eso es lo que se intenta reflejar en esta puesta en escena.

Escrita por Josefina Alvarez Aguilar Uno, dos tres por... es una obra ''para divertirse y reflexionar'', pues se manejan varios lenguajes. Para el público sordo se cuenta con un monitor con lenguaje de señas y otro con lectura labio-facial. Para los invidentes se hizo ''una propuesta radiofónica y efectos de sonido en vivo''.

La intención de Dislexia-Teatro ''es demostrar que las personas con cierta discapacidad no son ni más, ni menos, que los demás, sino sólo diferentes.

''Consideramos que una persona, más que tener una discapacidad, lo que tiene es un reto, pues creemos que todos, discapacitados o no, tienen un reto por delante, sea anímico, físico o económico.''

En esta obra se conjuga el trabajo actoral con el manejo de títeres, y está pensada para un público de seis años de edad en adelante, con y sin discapacidad.

Para la realización del montaje, la agrupación contó con apoyo de La Pirinola, asociación con ''amplia experiencia en el trabajo de niños con discapacidad''.

Auspiciada por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, con las actuaciones de Andrea Peláez, Fabiola Zárate, Leonardo Zamudio, Angélica Martínez y Joaquín Morales, y dirección de Georgina Flores, Uno, dos, tres por... se presenta en el Teatro del Centro Cultural Helénico, en avenida Revolución 1500, San Angel. Funciones los domingos a las 12 y 13:30 horas.

 
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