Usted está aquí: martes 20 de septiembre de 2005 Cultura Villazón y Netrebko hicieron gala de calor y sensualidad en Romeo y Julieta

Ultima función en el Palacio de Bellas Artes de la clásica ópera de Gounod

Villazón y Netrebko hicieron gala de calor y sensualidad en Romeo y Julieta

Juan Soriano y Gabriel García Márquez, entre los afortunados que escucharon al tenor y la soprano

El presidente Fox asistió como invitado de honor de la asociación Pro Opera

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen El tenor mexicano Rolando Villaz�Romeo) y la soprano rusa Anna Netrebka (Julieta), la noche del domingo en Bellas Artes, durante la interpretaci�e esa �a de Charles Gounod (1818-1893) FOTO Cortesia Inba Foto: Cortesia Inba

La pareja artística formada por los jóvenes cantantes Ana Netrebko y Rolando Villazón dio calor, cuerpo y sensualidad a una Julieta y un Romeo que dejaron su impronta en el público que tuvo la fortuna de asistir el pasado domingo a la última función de la ópera de Charles Gounod (1818-1893), en el Palacio de Bellas Artes. Fortuna porque con un aforo de mil 860 lugares, sólo mil boletos se pusieron a la venta al público en general, y se habían agotado una semana antes.

A esta función asistieron el presidente Vicente Fox y su esposa Marta Sahagún, acompañados por Reyes Tamez Guerra, secretario de Educación Pública; Sari Bermúdez, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y Saúl Juarez, director general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

El Presidente es invitado a todos los actos relevantes del INBA, indicó Patricia Pineda, vocera del instituto. Y la presentación de Romeo y Julieta, con el binomio Villazón/Netrebko, fue ''la del año".

Con esta función de gala, la asociación civil Pro Opera celebró su 20 aniversario. Entre el público había artistas como Juan Soriano, el escritor Gabriel García Márquez, promotores culturales, banqueros y políticos.

Historia trágica

De todos es conocida la historia trágica de Romeo y Julieta. Sin embargo, las actuaciones de la soprano rusa y el tenor mexicano imprimieron tal emotividad a sus papeles que parecía que uno veía la obra de cinco actos por vez primera. De hecho, esa ópera no se montaba en México desde 1987.

Cómo olvidar la imagen de la joven Capuleto llena de ilusiones y con ganas de vivir, que canta ''feliz mi alma se lanza a la vida, como el ave al vuelo". Luego, qué decir de la forma en que el atrevido y ágil Montesco seduce y roba un beso a su amada.

La escena más impactante, a juzgar por las murmuraciones de la concurrencia, fue al correr la cortina del cuarto acto.

En la habitación de Julieta, los recién casados disfrutan la noche de bodas. Sobre la cama se ve Villazón de espaldas al público, su torso desnudo tapando el cuerpo de su esposa.

De repente Romeo gira hacia el auditorio, cubierto, al parecer, sólo por una sábana.

Aunque estaba en el palco presidencial, la presencia de Vicente Fox había pasado inadvertida para la mayoría de los asistentes a pesar de que sólo se movió de allí al final del primer intermedio.

Posar para la foto

Corrió la voz que durante el segundo intermedio el Presidente bajaría a los camerinos a saludar a los cantantes Netrebko y Villazón. Todo fue tan rápido que al querer pasar los fotógrafos y camarógrafos, el señor Fox ya había regresado a su asiento.

Concentrados en un palco en la planta baja, los reporteros gráficos empezaron a tomar fotos hacia el lugar del Presidente, vestido de playera azul marino y pantalón claro, quien al darse cuenta se paró para posar. Los flashazos de las cámaras llamaron la atención del público, que al percatarse de la presencia del mandatario le rindió un cortés aplauso.

El Presidente se fue antes de que terminara la función, no obstante que era el invitado de honor de la cena de Pro Opera.

 
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