La Jornada Semanal,   domingo 18 de septiembre  de 2005        núm. 550
 

Joung Yoon-soo

Movilizaciones instantáneas

Alas ocho de la noche de un frío día de finales de otoño de 2002, grandes grupos de jóvenes con la camiseta de los "Diablos Rojos" aparecieron de la nada delante del centro comercial de coex, junto a una de las áreas más bulliciosas y representativas de la última moda del distrito de Gangnam de Seúl. Aunque estos grupos estaban regalando globos, en vez de balones de futbol, muchos creyeron que esto se habían organizado para conmemorar la Copa Mundial 2002. No obstante, con su uniforme y con el canto de slogans, estos jóvenes lograron reproducir la fiebre por la Copa Mundial que había invadido Corea hacía unos meses, entre la perplejidad de los que por allí pasaban y de la policía que pronto hizo acto de presencia. Entonces, al sonido de un silbato, los jóvenes se dispersaron y desaparecieron tan pronto como habían aparecido. Este tipo de actuación es un ejemplo de lo que se denomina flash mob o movilización instantánea.

La expresión flash mob se deriva de flash crowd (multitud repentina), en la que un gran grupo de usuarios de internet visitaban repentinamente una página web designada, y smart mob (multitud inteligente), que se refiere a una gran multitud que comparte puntos de vista similares sobre un tema. La multitud repentina, una tendencia global por la que un gran número de personas se reúne en un lugar y tiempo concretos para llevar a cabo algunas acciones que han sido pactadas anteriormente por internet o por correo electrónico, se ha extendido entre los jóvenes de Seúl como una nueva forma de entretenimiento.

Aunque las movilizaciones instantáneas surgen por razones y propósitos efímeros, la forma de despertar el interés entre los participantes conduce a reuniones diversas, que pueden ser consideradas como interpretaciones artísticas o actividades culturales. Aunque los jóvenes consideran esto como una forma de entretenimiento espontáneo, esta nueva forma de diversión no tiene nada que ver con los juegos tradicionales de la pirinola o de piedra-tijera-papel.

A la luz del hecho de que los orígenes de esta mentalidad de multitud instantánea no puede hallarse en la cultura tradicional coreana y representa un tipo de cultura que nunca ha sido creado por la juventud coreana durante ningún periodo histórico, un análisis de este fenómeno no debería limitarse al debate sobre si representa una forma de arte o simplemente un nuevo tipo de recreo. Las características básicas de la cultura del "joven airado" incluyen la frustración e ira hacia la generación mayor, junto con la desilusión y el rechazo de las costumbres y el comportamiento social aceptados, e intentos por desafiar o escaparse del orden social imperante. Por ello, la dinámica cultural que crea esta juventud desilusionada está marcada por la provocación, la experimentación, la ambición y, a veces, la destrucción, cosas que la generación mayor, que vive cómodamente en sus costumbres y normas sociales de siempre, no puede entender. También debe hacerse notar que la dinámica cultural creada por la juventud coreana durante los períodos anteriores se debía, en gran parte, a una respuesta al orden coercitivo y represivo impuesto por la generación mayor.

Los desafíos de la historia moderna han provocado que la Península Coreana sirva como intersección para varias dinámicas culturales. Corea ha pasado recientemente por grandes agitaciones, como la división y la confrontación ideológica, la guerra de Corea, las dictaduras y la democracia, además de un rápido desarrollo económico. En estos períodos, la juventud coreana ha buscado aprovechar al máximo la dinámica cultural en la que está inmersa. La historia moderna de la Península Coreana, con sus agitaciones y resistencias, desafíos y rebeldía, y confusión y esperanza, no permite el desarrollo del entretenimiento simplemente como diversión. Por ello, incluso las plazas públicas en Corea no son simplemente áreas abiertas, sino entidades con su propia dinámica cultural e histórica.

LA ERA DE LOS MEDIOS INDIVIDUALES

Esto sigue siendo verdad en Corea en la actualidad, como se puede ver en las actividades singulares de sus movilizaciones instantáneas. Estas movilizaciones, un nuevo tipo de diversión basada en internet, de las que disfrutan los usuarios jóvenes, se consideran en Occidente, donde se creó esta moda, como una forma de entretenimiento de impacto para revelar "el significado de lo absurdo". Sin embargo, esta tendencia se ha convertido en una forma innovadora de interacción social en Corea.

La industria digital coreana, que ha avanzado rápidamente en los últimos años, ofrece un lugar sin límites donde los jóvenes pueden expresar su creatividad. Por ello, este entorno es un factor clave detrás de la enorme popularidad de las movilizaciones instantáneas entre los coreanos. Para los jóvenes coreanos, el ciberespacio digital es más que una forma de tecnología de la información (ti); es un lugar que permite el libre intercambio de interacción cultural. Aunque los jóvenes coreanos siguen estando sujetos a un horario escolar muy rígido y a tabúes en su comportamiento diario, hay pocas barreras de éstas en el mundo digital, donde se pueden expresar libremente en innumerables formas personales.

Por ejemplo, este tipo de fenómeno es evidente en relación con los teléfonos celulares. Corea es primer lugar mundial en el uso del celular. Hallamos cibercafés en todos los sitios. ¿Por qué se ha desarrollado tan rápidamente esta expresión cultural en Corea? Desde una perspectiva comercial, este desarrollo se ha logrado por medio del apoyo constante del gobierno a la industria de la ti, a los enormes esfuerzos de desarrollo del sector privado y a una expansión sostenida del mercado. Por otra parte, desde un punto de vista cultural, este avance ha sido posible por el deseo de la sociedad coreana, y de la juventud en particular, para estar en contacto continuamente.

La popularidad de los medios individuales, como las páginas personales y los cuadernos de bitácora (blogs o web logs), está enraizada también en este fenómeno. Los medios individuales, que hacen posible que la gente haga saber al mundo su experiencia e ideas personales, son, según se dice, un medio positivo y orientado al futuro de la expresión individual. Sin embargo, en esencia, no son más que una conversación unilateral.

Los niños deberían crecer en un entorno que posibilitara su comunicación con otros de forma personal y que les permitiera tener tiempo libre para jugar con sus amigos y disfrutar de diversas actividades con su familia. Sin embargo, los jóvenes coreanos pasan gran parte de su tiempo estudiando en academias o bibliotecas, lo que provoca que tengan vidas aisladas en grandes centros urbanos. Para la gente es difícil mantener una existencia diaria sin interacción y comunicación con otros. Sin embargo, este entorno es el que ha alentado la enorme popularidad de los celulares e internet en Corea. Como consecuencia, ni uno ni otro medios habrían llegado a esta expansión en Corea si la vida diaria estuviera menos estructurada y los niños pudieran jugar con sus amigos después de la escuela, disfrutar de acampadas y de jugar algún deporte los fines de semana.

La juventud coreana vive en una época que limita la interacción y la comunicación personales, lo que lleva a estas diatribas tipo monólogo para superar el aislamiento de su existencia diaria. Respecto a esto, los medios individuales representan los únicos oasis de expresión personal posible para los jóvenes en medio del entorno urbano impersonal.

Las movilizaciones instantáneas emplean la tecnología online para crear interacción offline. Estas movilizaciones son, básicamente, una forma de recreo. A diferencia del arte, que se basa en principios complejos, la diversión no tiene que ser estresante o estructurada. Por ello, las movilizaciones instantáneas han surgido como declaración de los jóvenes de su "derecho al disfrute" en medio de una realidad frente a la que pueden hacer poco más que soportarla y superar sus dificultades, mientras tienen tan poco tiempo para su disfrute personal. 


Tomado de la revista Koreana,
tomo 14, núm. 1.