Usted está aquí: sábado 17 de septiembre de 2005 Mundo Erradicar desigualdad y pobreza en Nueva Orleáns con la reconstrucción, promete Bush

Participa el presidente en un día de oración en memoria de víctimas del huracán

Erradicar desigualdad y pobreza en Nueva Orleáns con la reconstrucción, promete Bush

AFP, DPA Y REUTERS

Nueva Orleáns, 16 de septiembre. Un día después de anunciar un ambicioso plan de reconstrucción de la zona devastada por Katrina y aceptar que su gobierno no "estuvo a la altura" de los hechos para responder a la tragedia, el presidente estadunidense, George W. Bush, participó hoy en una oración en la Catedral Nacional de Washington en memoria de las víctimas del fenómeno.

El mandatario prometió -en el primer discurso a la nación tres semanas después del ciclón, pronunciado la tarde del jueves en la plaza Jackson del barrio francés de Nueva Orleáns- la revisión de los planes de emergencia para todas las ciudades del país "como prioridad de seguridad nacional".

Al aceptar que su gobierno no "estuvo a la altura" para responder a la tragedia, Bush explicó que "el sistema, en todos los niveles del gobierno, no estuvo bien coordinado y se vio sobrepasado en los primeros días".

Informó que el gobierno federal asumirá la mayor parte de los costos de la reconstrucción de la infraestructura dañada en los estados de Luisiana, Mississippi y Alabama.

Anunció que más de un tercio de los 500 mil habitantes de Nueva Orleáns podrá regresar en un plazo de dos semanas a las zonas más altas de la ciudad, para que los evacuados dejen los refugios de emergencia y tengan un hogar a mediados de octubre.

Bush no dio detalles acerca de cuánto aumentarán los recursos de 62 mil millones de dólares asignados por el Congreso, pero prometió que "será uno de los trabajos de reconstrucción más importantes que el mundo jamás haya visto".

Ante las críticas al trato dado a los negros pobres en Nueva Orleáns, enfatizó el otorgamiento de ayuda especial a esa raza en la reconstrucción sería una oportunidad para remediar "la antigua y profunda pobreza que reina en esta región".

Bush escogió una fachada dramática y el horario vespertino de máxima audiencia para salvar lo que aún puede salvar. Esperaba un excelente resultado de su discurso, pero comentarios en los medios de comunicación reflejaban escepticismo.

"No fue el impacto de megáfono que Bush hubiera necesitado", opinó Jay Carney, del semanario Time. Consiguió, con mucho, sólo frenar su "desangre político".

"Creo que mucha gente dirá que todo esto suena muy bien, pero por qué lo oímos ahora", comentó Mark Whitaker, del semanario Newsweek.

"Ningún estadunidense necesita a Bush para convencerse de que Nueva Orleáns resucitará", dijo el senador demócrata John Kerry. "De lo que dudan es de la competencia de este gobierno".

Bush acudió hoy a rezar en un día de oración en memoria de las víctimas, para consolar a los familiares de los fallecidos y mitigar los temores de los sobrevivientes.

A medida que bajan las aguas, el número de muertos aumenta. El último dato los sitúa en 813: 579 en Luisiana, 218 en Mississippi, dos en Alabama y 14 en Florida.

En cuanto al ciclón Ofelia, éste se alejó lentamente de las costas de Carolina del Norte y se internó en el Atlántico, sin dejar mayores daños en la región. Provocó inundaciones en algunos condados costeros e islas, cientos de viviendas dañadas y un puñado de ellas destruidas.

 
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