Usted está aquí: sábado 10 de septiembre de 2005 Opinión LOS DE ABAJO

LOS DE ABAJO

Gloria Muñoz Ramírez

DESDE HACE CINCO años se creó la Plenaria Memoria y Justicia, organización social uruguaya que lucha contra la impunidad y por la recuperación de la memoria histórica. Es la continuidad de más de 30 años amontonando datos y juntando pistas para dar con el paradero de los desaparecidos políticos de la dictadura, siguiendo paralelamente los pasos de los verdugos, ubicándolos donde hasta la fecha viven, se reúnen y esconden.

Ante el primer gobierno emanado de la izquierda uruguaya, Memoria y Justicia se pregunta cuál podría ser el rumbo próximo de la lucha por los derechos humanos. La primera respuesta surge de lo que dicta la lógica, es decir, el momento actual supondría la consagración de la justicia y la recuperación de la memoria colectiva; el tiempo esperado para, por fin, condenar a torturadores y asesinos. Pero nada se antoja fácil y ya lo suponían quienes llevan más de tres décadas luchando contra la impunidad. Hoy, aseguran, la lucha exige aún más esfuerzo y memoria; más carteles y marchas, más datos, movilizaciones y búsqueda de verdades. Aún hay mucho por hacer.

Aunque trabaja en el contexto de los derechos humanos, Memoria y Justicia se define como una organización social y no necesariamente una de derechos humanos, aunque éste sea su campo de acción. Ya no sólo se trata de buscar desaparecidos y culpables, sino de profundizar en las causas políticas y los trasfondos ideológicos que perpetúan la impunidad. Y actuar en consecuencia.

El actual gobierno encabezado por el izquierdista Tabaré Vázquez ha obligado a esta organización a repensarse. No es lo mismo actuar frente a un enemigo claro y preciso, que ante uno difuso y supuestamente aliado. En este contexto, la Plenaria Memoria y Justicia enuncia seis pasos urgentes para comenzar a desmantelar la impunidad.

Abrir los archivos de inteligencia, difundir el informe completo que elaboró la Comisión para la Paz con los nombres de los militares implicados; dar a conocer la lista de militares actualmente retirados y jubilados; extender la investigación a los archivos del Hospital Militar y sacar a la luz la lista de los médicos que estuvieron en las diferentes unidades militares y que asesoraron las torturas, revisaron a los presos y dieron su aval para continuar la tortura, la lista de mujeres detenidas que parieron en esos hospitales y la de los médicos y enfermeras que las atendieron, así como los registros de todos los presos y presas que ingresaron, y las listas de la morgue durante el periodo de la dictadura.

Memoria y Justicia emplaza al gobierno de Tabaré Vázquez a crear un banco de datos completo con la inclusión de ADN e historias clínicas de todos los uruguayos desaparecidos en Uruguay, Argentina y Chile, pues como se sabe la represión en este periodo no tuvo fronteras y la Operación Cóndor no conoció ningún límite.

Un reto más contra la impunidad es dar a conocer la lista completa y situación actual de todos los militares y policías implicados en violaciones de derechos humanos. La tarea es ardua. La lucha contra la impunidad, ocupe quien ocupe el gobierno, es la misma.

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