Usted está aquí: sábado 10 de septiembre de 2005 Deportes El futbol se juega como se vive; es para inteligentes: Azkargorta

Fundamental, el desarrollo integral del jugador, afirma el técnico vasco

El futbol se juega como se vive; es para inteligentes: Azkargorta

Apelará a sus más de 20 años de experiencia para enfrentar el superclásico contra el América

Vine a Chivas porque me gusta el proyecto y a realizar un trabajo extraordinario, dice a La Jornada

MARLENE SANTOS A/ I

Con una sonrisa Xabier Azkargorta exclama: "¡me ha gustado vivir!". Y en esa frase ilustra la pasión con que se aplica en todo lo que hace. Revela que estudió medicina deportiva por amor al futbol, que iba más allá de la cancha. Le fascina el cine y durante varios años editó una revista en euskera, pero es un didacta convencido de que el futbolista debe estudiar para ser mejor.

Como técnico vive las horas previas al superclásico del futbol mexicano América-Guadalajara en medio de gran adversidad, como ha sido desde que asumió el timón del Rebaño Sagrado, y de última hora, por fin con los seis jugadores seleccionados, ensamblará sus piezas. Las circunstancias lo obligan a apelar a sus más de 20 años de experiencia y lo hace de buen humor.

El técnico vasco subraya que vino a Chivas a hacer "un trabajo extraordinario, y pondré todo en ello". Advierte que si alguien pretende enfrentarlo con Benjamín Galindo "está muy equivocado".

Confiesa que le gustaría dirigir a la Furia Roja, y cuando se le pregunta: "¿Hugo Sánchez o Javier Aguirre al Real Madrid?", responde: "Eso se me escapa, me parecen dos grandes técnicos, pero quién va a llegar antes o quién va a llegar... ¡igual soy yo!", y estalla en risas.

El entrenamiento

Minutos antes, Azkargorta estaba en medio de la cancha de Verde Valle y los silbatazos eran constantes para detener el ensayo y llamar a la unión, al juego de conjunto y de primer toque.

Gritó cuando un delantero estrelló la pelota en el contrario: "¡Aguanta, aguanta! Lo que no podemos es ir al choque sin claridad, ¡está regalando el balón!". Luego se dirigió a los zagueros: "son usted y el central ¿o qué, está solo?".

Apuró a soltar la pelota: "¡Lleva una hora ahí!" Los obligó a regresar cuando la perdieron: "¡Ya se acabó esa jugada hace cinco segundos!" "¡Hostias! ¡A callar!, ¡déjenme oir al bigotón!", exclamó un reportero desde la diminuta tribuna de prensa.

Al final, Azkargorta se acercó a Adolfo Bautista, como quien va a fondo en las argucias de la persuasión. Sin duda espera siempre algo más del apodado Bofo.

Más relajado, en entrevista con La Jornada, Azkargorta se muestra afable, entusiasmado con el proyecto de Jorge Vergara, dueño del conjunto tapatío.

Comenta que la semana pasada estuvo con Efraín Flores, responsable de las fuerzas básicas, "porque considero que está haciendo un buen trabajo.

"Chivas es un equipo que juega con puro mexicano, entonces, para nutrirlo, es necesario que haya un buen trabajo con los menores. El hecho de que los jugadores nazcan, crezcan y sientan los colores desde fuerzas básicas le da un plus de rendimiento que muchas veces se puede aprovechar", explica.

-Esto de dar instrucción al jugador, en realidad en el mundo hay pocos jugadores con estudios universitarios...

-A nivel europeo se está dando bastante. A mí muchas veces me dicen los jóvenes 'es que no tengo tiempo para ir a estudiar'. Yo les digo que eso es una excusa.

"Y les di un argumento muy sencillo: ¿Cuántas horas tiene el día?... Póngale ocho horas para entrenar -¡que ya es entrenar de verdad!-, póngale ocho horas para dormir, que ya está bien. Entonces todavía les sobran otras ocho.

"Que no me digan que no tienen tiempo. Lo que sí es que se tienen que organizar, porque es muy cómodo llegar a casa, lanzar la mochila al suelo para que detrás venga la mamá y la levante, y tumbarse en el sofá a no hacer nada.

Aprovechar el tiempo

"Uno podría aprovechar el tiempo y perfectamente compaginar los estudios con el futbol. De hecho yo creo que es benéfico para el jugador que haga otras actividades como los estudios para desarrollar más la mente, para tenerla más abierta.

-Eso le podría ayudar en el campo de juego...

-Efectivamente, porque el futbol es para inteligentes. La idea de Vergara me encanta. Es una de las razones por las que acepté el reto y me entusiasmó su proyecto.

"El tiene una gran inquietud por el desarrollo integral de los futbolistas y es un tema en el que estoy absolutamente de acuerdo y que comparto."

Azkargorta habla poco del rival en puerta, el América. Sin embargo, en forma un tanto accidental deja entrever que lo ha estudiado a fondo, cuando se le pregunta acerca de su capacidad para detectar talentos.

-Aquí hay un técnico, Enrique Meza (-¡Lo conozco!-, interrumpe), quien asegura que distingue a un buen jugador tan sólo al verlo caminar... ¿a usted le pasa igual?

-Obviamente todos tenemos un lenguaje corporal, sobre eso hay verdaderos estudios y es una ciencia.

"A veces se dice de alguien; tiene el andar de un militar, o de un adolescente que va con los hombros encogidos, las manos en los bolsillos, la cabeza un poquito agachada y arrastrando los pies, esa postura de inseguridad y a la vez de rebeldía.

"En una disco, por su forma de bailar muchas veces se sabe cómo es el carácter de la gente; quién es más generoso, más espontáneo, quién finge, quién está actuando... En el futbol también hay que estar muy atento a eso.

"De hecho, cuando yo veo un partido por la televisión, para identificar cómo es un futbolista no hace falta ni verle el número ni su nombre, sólo por la forma de moverse uno sabe quién es, por el tipo de gesto.

-Cuauhtémoc Blanco es muy reconocible...

-¡Claro! Lo mismo el Piojo, viéndolos a la lejanía denotan cosas, igual Ricardo Rojas, eso pasa con todos.

-¿Qué tanto pesan las nóminas para tener un buen equipo? Por ejemplo, ahorita vemos en la cima al América y coincidentemente -junto con Cruz Azul- son los equipos que tienen los sueldos más altos...

-Normalmente lo que ocurre es que cuando esos equipos tienen mucho dinero pueden adquirir mejores jugadores porque se les paga más, pero no se olvide que este es un deporte de 11 contra 11, entonces, muchas veces tener grandes futbolistas con esas nóminas puede crear conflictos en el trabajo de equipo.

"Considero que hoy en día, en el mundo del futbol, sinceramente quitando a cuatro o cinco, quizá 10 grandes futbolistas, los demás son de un nivel más o menos parecido. Por lo tanto, la grandeza de este deporte está ahí precisamente: es un juego de 11 contra 11.

"Uno más uno en el futbol no siempre es dos, puede ser dos y medio, tres o sólo uno y medio, si alguien resta. Depende del aporte. Lo importante es el concepto del trabajo de equipo."

-Eso es lo que está haciendo usted en Chivas...

-Pero acabamos de empezar.

-Tal vez no se pueda ver esa conjunción en este clásico. Además, tantos llamados a la selección, ¿no es injusto?

-Ese es un tributo que Chivas paga muy orgullosamente. Es muy sencillo; hay equipos que juegan con cuatro o cinco extranjeros y ahí hay menos opciones para elegir, es obvio que los técnicos se fijen más en este equipo.

"Es como cuando a alguien lo llaman al Ejército para una labor del país y que la familia se queje; ¡tiene que cumplir! Yo he sido seleccionador en dos países (Bolivia y Chile) y sé lo difícil que es."

Encontré un grupo honesto

-¿Cómo va la integración con el equipo, en la cancha, cómo los encuentra, hay vicios?

-No diría vicios. Se trata más bien de hábitos rutinarios que hay que mejorar o romper, pero me he encontrado con un grupo honesto, con ganas de aprender, de evolucionar. Esa disponibilidad al trabajo y al aprendizaje siempre es muy buena.

-¿Y la integración personal?, A veces cuesta más con alguien que viene de fuera, de lejos...

-Aquí estamos en una cultura común que es el futbol. Es un concepto que les repito y me repito mucho. En este deporte se juega como se vive. A veces es más importante hablar de cosas de la vida y luego aplicarlas al futbol, queda mejor grabado. Entonces, esa cultura distinta de la que provenimos queda unificada.

"El futbol requiere de valores de trabajo en equipo, de generosidad, solidaridad, de buscar objetivos comunes, de sacrificarnos todos por un bien común. Son valores de vida; no se puede ser poco generoso en la vida y pretender serlo en el futbol. Al revés: el que es generoso en la vida, también lo será en la cancha."

 
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