DINERO
La tormenta Slim
Una pregunta incómoda
Recortan el presupuesto de las becas
Metro, Metrobús
HACIA MUCHO TIEMPO que Carlos Slim no provocaba una tormenta, pero con eso de que estamos en temporada de huracanes no quiso dejar pasar la oportunidad. La última vez que se había dejado sentir fue en marzo del año pasado, cuando dijo que la población estaba harta, cansada de una economía estancada, situación que ya se prolongaba 21 años -éste sería el 22- y comenzaba a experimentar nostalgia por el populismo. Su percepción ponía en entredicho la visión foxista de un país con la forma de un cuerno de la abundancia bien copeteado. Ahora, su declaración de que la riqueza petrolera se está despilfarrando -el dinero se esfuma en el gasto corriente del gobierno- provocó airada respuesta de Los Pinos, por conducto de don Burrén, perdón, don Rubén. Dolió hasta la médula que les pisara un callo enfrentándolos a una verdad que no quieren reconocer: el ingreso petrolero sin precedentes en la historia con que ha sido favorecido este sexenio no se refleja en el desarrollo del país, tampoco en el bienestar de la gente. En esta columna sin lectores -todos somos autores- con frecuencia se cuela una incómoda pregunta: ¿a dónde se está yendo el dinero del petróleo?
Primera víctima
Dicen por ahí que la primera víctima del presupuesto 2006 es el ahora ex director del Conacyt, Jaime Parada Avila. Había instrucciones de arriba de no hacer gestos ni ruido si el gasto que se les asignaba a las distintas dependencias del gobierno federal para el año próximo no resultaba de su agrado. Parada Avila no atendió las señales, se disgustó porque le tumbaron alrededor de 10 mil millones de pesos, más o menos un tercio de su presupuesto; obviamente con ese recorte no será posible solventar las necesidades de los becarios mexicanos en el extranjero, ya de por sí inconformes por los apoyos de miseria que reciben. Le pidieron, pues, su renuncia por ruidoso. Entra al quite Gustavo Chapela, con dos instrucciones precisas: colocarse un silenciador de alto rendimiento y hacer el milagro de la multiplicación de los panes.
Un ábaco, por favor
A ver si me echan una manita, porque a mí no me salen las cuentas: el presidente Bush pidió al Congreso una partida especial de 52 mil millones de dólares para el rescate de Luisiana, Alabama y Mississippi. Es un mundo de dinero, pero se justifica. Necesitan reconstruir ciudades completas, levantar puentes, hacer caminos, reconstruir escuelas y hospitales, restablecer el servicio eléctrico, subsidiar a millones de familias mientras aquella comarca se vuelve a poner en pie, y mil cosas más. Todo eso tiene sentido. Pero, fíjense nomás, aquí es donde no me salen las cuentas: don Vicente, y antes el doctor Zedillo, autorizaron el gasto de 100 mil millones de dólares para rescatar a una veintena de bancos que no podían cobrar las cuentas a sus clientes. O sea que el rescate bancario cuesta casi el doble que el rescate de Luisiana, Alabama y Mississippi. ¡Qué atraco! (¡gulp!) Me refiero, claro está, a los gringos.
e@Vox Populi
ASUNTO: NO HABLES CON EXTRAÑOS
Resulta que el INEGI puso al aire un espot en que dice algo más o menos así: (voz de niña): Papá, si mamá y tú no están en casa, ¿quién responderá a las preguntas del INEGI? A lo que el padre responde: Tú, hija, porque ya tienes 15 años y las preguntas son muy sencillas. No es por alarmar, pero me parece muy peligroso aconsejar a nuestros hijos atender a extraños en la puerta cuando no hay personas adultas en casa. Es necesario recordar al instituto los muchos incidentes provocados por personas con falsas identificaciones de la Secretaría de Salud, del DIF o de cualquier corporación policiaca, tanto en el Distrito Federal como en muchas ciudades del resto del país.
Miguel Pérez Léon/Villahermosa, Tabasco.
R: Al parecer los espots están hechos para un país imaginario donde reina la seguridad.
ASUNTO: METRO Y METROBUS
He defendido el proyecto del Metrobús, a pesar de las severas críticas de algunos compañeros. Desde el inicio de actividades de este medio de transporte lo he usado y lo encuentro cómodo y barato, pero últimamente se ha convertido en un medio de transporte insuficiente que nos pone de malas por no poder llegar a tiempo a nuestro destino, por los empujones y demás en las horas pico, que ahora ya son todas las horas que circula este tan famoso Metrobús. Lo que más me preocupa es que se deje así y se convierta en otro elefante blanco, como muchas otras cosas.
José Arnulfo Robledo Aguilar/DF
Quisiera aprovechar este espacio para exigir a las autoridades que corresponda que nos den una explicación puntual de lo que está ocurriendo en el Metro. Desde hace varias semanas, los que tenemos necesidad de trasladarnos por este medio, hemos notado un sensible empeoramiento del servicio: los trenes tardan más en pasar y se quedan mucho tiempo detenidos en las estaciones, sin que a ningún conductor o funcionario se le ocurra informar a los pasajeros de las causas del retraso. Queremos una explicación; aunque seamos ''gente de Metro'' merecemos un servicio de transporte digno, seguro y eficiente
José Luis López Velázquez/DF
R: José Arnulfo, José Luis: sus quejas, muy justificadas, me suenan a que ya comienzan a extrañar al Peje. Como dice el refrán: cuando falta el gato los ratones se echan a retozar. Ojalá Alejandro Encinas les truene el látigo a los encargados de Metrobús y Metro.
ASUNTO: URGE HOSPITAL
Vivo en la zona conurbada del Distrito Federal y en este rumbo no existen hospitales del ISSSTE, solamente se cuenta con algunas preclínicas. Si consideramos que somos afiliados a ese instituto, por lo menos, todos los trabajadores de las FES Cuautitlán, Iztacala y Acatlán, creo que es más que necesario que abran un hospital, con sala de urgencias y quirófanos. ¿Me puedes decir qué autoridades son las que deben atender este asunto?
María de Lourdes Rodríguez Campuzano
R: El responsable es el director del ISSSTE, Benjamín González Roaro. Pero no se hagan ilusiones.