Jornada Semanal, domingo 4 de septiembre  de 2005        núm. 548
LA JORNADA VIRTUAL
Naief Yehya
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 IRAK Y GAZA EN LA VORÁGINE
MADRES Y GUERRA

Desde el comienzo de la invasión estadunidense a Irak quedó claro que uno de los protagonistas más importantes de esta acción militar llevada a cabo por un ejército de voluntarios, serían las familias de los soldados. En esta ocasión, a diferencia de la guerra de Vietnam, los soldados no han sido recibidos con insultos y desprecio, sino como héroes que merecen respeto y admiración. Y si bien cada día hay más veteranos que regresan de Irak y protestan por esta guerra, son las madres y los padres de los soldados muertos quienes han logrado impactar a la sociedad estadunidense. Esto se ha traducido en el tremendo impacto de Cindy Sheehan, la madre de Casey Sheehan, un soldado muerto en combate el 4 de abril de 2004, quien ha organizado un plantón en las cercanías del rancho de George W. Bush en Crawford, Texas, para exigir al presidente que le conceda una audiencia. Curiosamente esta protesta pacífica inició el 6 de agosto, en el cuarto aniversario de que fue presentado a Bush, en este mismo rancho, el documento de inteligencia titulado Bin Laden decidido a atacar dentro de los Estados Unidos. Ante la gravedad de aquel reporte, el cual ha sido desacreditado por no ser "suficientemente preciso", el presidente Bush decidió dormir una siesta e ir a pescar. Un mes y cinco días después dos aviones destruyeron las torres gemelas, uno más se impactó contra el Pentágono y un cuarto cayó en Pennsylvania. Hoy la señora Sheehan se ha convertido en la pesadilla del equipo Bush ya que es una mujer que no tiene nada más que perder (su hijo ha muerto, está recién divorciada y su madre agoniza) ni carrera política que perseguir ni soborno alguno que mitigue su pena. Bush no concederá la audiencia solicitada, pero aunque lo hiciera no importaría. Bush ya ha perdido la batalla. El efecto Sheehan se suma a que la guerra es cada día menos popular; el principal asesor de Bush (alias su cerebro), Karl Rove, se hunde en sus propias conspiraciones y varios republicanos como Chuck Hagel, representante de Nebraska, comienzan a oponerse a la guerra por temor a afectar su supervivencia y reelección.

LA CONSTITUCIÓN MÁGICA

El Christian Science Monitor y el Washington Post publicaron que a veintiocho meses de haber derribado al gobierno de Hussein, la administración Bush comienza a aceptar que la fantasía de tornar Irak en una democracia de modelo estadunidense deberá ser reconsiderada. En buena medida, el sueño se sustenta en que el gobierno de transición logre elaborar una Constitución aceptable para todos los grupos étnicos iraquíes. Una propuesta de Constitución no logrará por sí sola contener a la insurrección, ni dar un sueldo al cuarenta por ciento de la población que se encuentra desempleada, ni reconstruir la devastada infraestructura de esa nación. Semejante documento no convertirá mágicamente a Irak en el Estado cliente con gobierno títere que EU desea. Y el propio proceso de escritura ha puesto en evidencia la fragilidad de lo que resta del Estado iraquí, el cual se encuentra ahora al borde de la desintegración o de convertirse en una teocracia con tintes de fascismo al estilo del talibán afgano (el cual, como presagiábamos hace meses, ha resurgido con nueva fuerza). Kurdos y chiítas buscan consolidar zonas independientes, ricas en petróleo, y si bien es probable que la intensa presión del gobierno de Bush obligue a las partes a ponerse de acuerdo en una Constitución, ésta será letra muerta de entrada ya que no podrá contener las contradicciones ni eliminar la crisis que estallará en una guerra civil.

EL CONSOLADOR: GAZA

Durante un par de semanas Irak dejó de ser la noticia principal debido a que los ojos del mundo estaban puestos en el desalojo de los colonos israelíes de Gaza. Los medios estadunidenses se concentraban conmovidos en las lágrimas de los desalojados y los no menos acongojados soldados. Obviamente los colonos estaban encariñados con esa tierra ocupada hace casi cuarenta años en la que vivían con privilegios delirantes, incluyendo un auténtico ejército consagrado a proteger a 8 mil personas de 1.4 millones de árabes. La mayoría de los colonos recibirán jugosas compensaciones y serán enviados a colonizar alguna zona de la también ocupada Cisjordania. Y así como estos colonos fueron usados para negociar y crear una ilusión de justicia con los palestinos, pronto volverán a ser usados en alguna futura negociación y entonces volveremos a ver cascadas de lágrimas.