Usted está aquí: domingo 28 de agosto de 2005 Política Envía el cártel del Golfo a desertores del Ejército en busca de armamento

Centro y Sudamérica, centros abastecedores; descarta la PGR tráfico a gran escala

Envía el cártel del Golfo a desertores del Ejército en busca de armamento

GUSTAVO CASTILLO GARCIA

El cártel del Golfo, encabezado por Osiel Cárdenas Guillén y su hermano Antonio Ezequiel, Tony Tormenta, envió a Centro y Sudamérica a dos desertores de los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales (Gafes) del Ejército Mexicano y principales mandos del grupo de sicarios conocidos como Los Zetas, a negociar directamente la adquisición de armamento para su organización, informó el general José Serrano Gutiérrez, titular de la Unidad Especializada en Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas de la Procuraduría General de la República (PGR).

Aunque reconoció que existe preocupación gubernamental por el nivel de violencia y la complejidad del armamento en manos de las organizaciones criminales que operan en nuestro país, en entrevista con La Jornada aseguró que en "México no es lucrativo" ese tráfico y no existe "un zar de las armas". Agregó: "eso se vería nada más en una guerra, en una revolución (...) no es un tráfico que se dé en contenedores con miles de unidades".

Según el funcionario, las armas son introducidas al territorio nacional en cargamentos "hormiga" de entre 10 y 15 unidades, aunque no precisó cuántos viajes diarios, semanales o mensuales se estima que realizan los integrantes de los cárteles de la droga.

Expuso que de la misma manera que una empresa posee áreas específicas dedicadas a la compra de materias primas, cada organización dedicada al tráfico de estupefacientes tiene estructuras específicas que se encargan de la adquisición de armas, principalmente en Estados Unidos.

-¿Cómo están actuando las autoridades mexicanas para detener a los traficantes de armas?

-En México no tenemos un arduo tráfico de armas. No tenemos un traficante conocido, un zar, como ocurre con los cárteles de la droga, porque de las investigaciones realizadas no se desprende que ese negocio ilícito sea lucrativo.

A poca escala

"Hasta dónde se desprende de los análisis y las tareas de inteligencia que se han hecho, ese tráfico de armas es 'hormiga' y obedece a los intereses de los cárteles de la droga.

"Ellos mismos, de acuerdo con la organización y la unidad que tienen, cuentan con una estructura que se divide en mando, financiamiento administrativo, operativo, logístico, compraventa de mercancías y de armas. Mandan gente a traer 10 o 15 armas."

En esta parte de la entrevista se detiene un poco, para luego señalar:

"Grupos, también sicarios que no varían de 20 a 25 personas, se actualizan en el manejo de sus armas, y como comentábamos la vez pasada (La Jornada, 13 de junio de 2005), por medio de Internet toman la información necesaria para escoger las armas y mandar comprarlas.

"No es que se comercialicen armas por Internet, sino que éste sirve para conocerlas y saber la capacidad de fuego que tienen. De ahí parten para diferenciar, por ejemplo, que la AK-47 tiene una capacidad de 650 cartuchos por cadencia de fuego, mientras que un AR-15 tiene 10 o 15 cartuchos. Es como comprar una laptop, que por Internet se puede adquirir, ver sus características, el precio y las facilidades. Ellos hacen su pedido, van y pagan las armas."

-¿En Internet también se puede contactar a vendedores de armas?

-Pues hasta ahí no llegué en cuanto a las investigaciones de esa situación; sin embargo, las pesquisas nos han dado elementos para comentar lo anterior, ya que esto es lo que hemos obtenido en nuestras investigaciones y así se nos informó, cómo fue que se decidió en alguna organización la compra, por ejemplo, de AK-47 y granadas de calibre 40.

"Ahora la problemática que se vive en el país no es la de un contenedor con miles de armas. No estamos en una situación muy inestable socialmente; lo que estamos viendo es que la delincuencia se está peleando por una ruta, como ocurre en Tamaulipas."

Nación "no bélica"

Se han visto, agregó, "enfrentamientos nada más de puros sicarios de los diferentes cárteles de la droga. No es que México sea un país, digamos, bélico.

-En el informe que la PGR envió en 2004 a la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, dependiente de la Organización de Estados Americanos, se informó que se estaba investigando una banda trasnacional que abastecía de armas al cártel de Sinaloa, ¿cómo va esa indagatoria?

-No conozco esa investigación, quizá podría estar en manos de otra área de la PGR, pero lo que las investigaciones nos han arrojado es que no tenemos conocimiento, hasta este momento, de que exista un zar del tráfico de armas, porque no es lucrativo en México.

"No hay una persona que diga 'fulano de tal se encarga de armar a los siete u ocho cárteles de México', porque tendría que ser un superdelincuente para tener el nexo con todos, ubicarlos y venderles.

"Lo que tenemos nosotros -desde el punto de vista de la investigación- es que cada cártel tiene su estructura de compraventa de sus necesidades logísticas, concretamente por lo que hace a vehículos y armas. No hay una persona, insisto, que tenga el poder para venderles a todos, eso se vería nada más en una guerra, en una revolución."

-¿Cuáles son las rutas del tráfico de armas?

-En este momento las mismas que se utilizan para el tráfico de drogas, ahí es donde hemos estado decomisando armas que bajan desde Estados Unidos.

"Veracruz, Tamaulipas, Yucatán, el centro; una va de Juárez a Sinaloa y Jalisco. Otra es la que baja por carretera hacia el océano Pacífico y va hacia Guerrero y Oaxaca.

"En Sinaloa entran con lanchas rápidas, desplegándose desde la parte superior de Estados Unidos y se hacen entregas de 10 o 15 armas de alto poder. Este negocio del tráfico de armas no es como traer zapatos tenis, que se está reproduciendo cada mes."

-¿Están llegando armas de Centro y Sudamérica?

-Tenemos un seguimiento ahí. Parte del cártel del Golfo se trasladó allá para comprar armas. Tenemos una investigación de gente de Osiel Cárdenas. Sabemos que tiene a dos de los zetas fortísimos. Ellos están sobre esa línea, de adquirir armas de Centro y Sudamérica.

"Estamos avanzando bastante en esa pesquisa, porque dentro de las líneas de investigación es lo que ya se sabe, además de lo que detuvimos de este lado."

-¿Cuál es la organización que más preocupa, por su capacidad de fuego, por lo que puedan adquirir, por conocimientos?

-La que me preocupa a mí en particular es la de Osiel Cárdenas, el cártel del Golfo, porque son los que cuentan con personal ex militar que conoce y sabe manejar las armas de alto poder.

Sin embargo, precisó: "los cárteles requieren gente que sepa tomar un lanzagranadas y disparar para que la parábola llegue a donde debe ser. Entonces, tanto Los Zetas como los sicaros de Joaquín El Chapo Guzmán (cártel del Golfo) tienen gente preparada. La globalización ya no tiene limitantes.

"En fechas recientes las personas que hemos detenido saben y conocen sus armas. Los que aprehendimos en Michoacán hace unos días, por ejemplo, traían armas cortas, pero puras de nueve milímetros con mira infrarroja; entonces, aunque no tengan buena puntería, ya vieron dónde quedó el foquito rojo y saben dónde va a pegar.

"De alguna manera tienen el conocimiento, a pesar de que son gente de campo, robustos, decididos, pero a los cuales adiestran".

--¿Estaríamos ante una segunda generación de Los Zetas?

--Posiblemente sí.

-¿Tepito qué representa en todo esto, se habla de que un centro de acopio y venta de armas?

-Desde el punto de vista del análisis que ya se hizo, serio, formal, y de las averiguaciones previas, se consideró que el fenómeno que sucedió ahí fue el siguiente:

"Tepito es un área abierta en donde se trafican y comercian aparatos electrónicos, ropa, etcétera. Ahí no pasó de que fue un traficante de aparatos que pasó 10 o 15 armas de alto poder, las puso a la venta, las vendió y se acabó.

"En Tepito no hay un mercado negro como para decir 'voy a buscar armas', porque de 10 personas puede haber una o dos que sean morbosas y quieran tener su arma, pero con las recientes reformas a la ley, que ahora consideran delito grave tener un arma de alto calibre, ni pensar en adquirir una cosa así, si se trata de un ciudadano común.

"No es negocio el tráfico de armas; sí nos hace daño, porque los delincuentes van a todas, pero es parte de la delincuencia organizada y no parte de una inestabilidad en el país", concluyó.

 
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