Usted está aquí: sábado 27 de agosto de 2005 Cultura Llama Diego Valadés a emprender la defensa jurídica de las lenguas indígenas

El jurista ingresa a la Academia Mexicana de la Lengua en el lugar de Gabriel Zaid

Llama Diego Valadés a emprender la defensa jurídica de las lenguas indígenas

Aplaude León Portilla la reivindicación del derecho de la persona a expresarse en su idioma

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Ampliar la imagen Miguel Le�ortilla y Jos�.Moreno durante la ceremonia en la que Diego Valad�ingres�la Academia Mexicana de la Lengua FOTO Mar�Mel�rez Parada Foto: Mar�Mel�rez Parada

No podemos asistir, indiferentes, a la muerte o al colapso de las lenguas indígenas en México, se hace necesaria su defensa jurídica mediante disposiciones constitucionales tendientes a protegerlas y promover su desarrollo.

Durante su discurso de ingreso como nuevo miembro de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), el jurista Diego Valadés hizo este llamado luego de advertir que la Constitución Política de México aún no adopta "medidas positivas en torno a los derechos lingüísticos", tema en el que ya sobresalen varios países iberoamericanos, "aunque no el nuestro".

El ex procurador de Justicia de la República y ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación refirió los casos de España, India, Rusia y Sudáfrica, que "han hecho de la diversidad lingüística un paradigma".

Señaló que "el carácter oficial de las lenguas locales y su naturaleza de pa- trimonio cultural son reconocidos por la Constitución española; la rusa, autoriza a las repúblicas federadas para que establezcan libremente sus lenguas oficia- les, y además declara la responsabilidad del Estado nacional en cuanto a promo-ver el estudio y desarrollo de las lenguas nativas".

El discurso de Valadés fue respondido -y elogiado- precisamente por uno de los miembros de la Academia que más ha destacado por la recuperación, defensa y difusión de las lenguas originarias, Miguel León Portilla.

Al dar la bienvenida al nuevo académico de número, el autor de La visión de los vencidos aplaudió el señalamiento "de aquello que es atributo inalienable de la persona y de la sociedad. Me refiero al derecho a expresarse, en todos los contextos de la vida", en la propia lengua, sea ésta el español o los idiomas vernáculos.

La ceremonia se llevó a cabo en el auditorio de la Biblioteca Nacional (Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Univesidad Nacional Autónoma de México), ante una numerosa concurrencia en la que figuraban tanto personajes prominentes de la comunidad académica e intelectual, como del ámbito político, incluidos miembros de los tres principales partidos: PRI, PAN y PRD.

Diego Valadés ocupa desde ahora la silla XVI de la AML, en la que ha le han precedido Ignacio Mariscal (1882-1910), Enrique Fernández Granados (1910-1920), Alejandro Quijano (1920-1957), Celestino Gorostiza (1958-1967), Antonio Acevedo Escobedo (1969-1985) y Gabriel Zaid (1989-2002).

Al principio de su disertación, Valadés manifestó su admiración por la obra poética y ensayística de Zaid, y se sumó, "a manera de homenaje personal", al proyecto de éste en favor de una ley del libro: "Sus argumentos no reclaman refuerzo; sólo requieren de más voluntades que los retomen".

Antes de abordar los dos aspectos centrales de su disertación -"la lengua del derecho" y "el derecho de la lengua"-, el autor del libro El control del poder elogió el trabajo de León Portilla en favor de las culturas indígenas, y agradeció su disposición para responder el discurso.

Sobre la relación entre derecho y literatura, Valadés trajo a colación, en el año conmemorativo del cuarto centenario "de la obra imperecedera" de Miguel de Cervantes, uno de los sabios consejos que Don Quijote transmitió a Sancho: "No hagas muchas pragmáticas (leyes), y si las hicieres, procura que sean buenas y, sobre todo, que se guarden y cumplan; que las pragmáticas que no se guardan, lo mismo es que si no lo fuesen; antes dan a entender que el príncipe que tuvo discreción y autoridad para hacerlas no tuvo valor para hacer que se guardasen".

El también ex diputado federal sostuvo que "las motivaciones de escritores y juristas no son excluyentes. Los creadores tienen una percepción privilegiada de la realidad. Con frecuencia hacen ver en ella lo que para muchos pasa inadvertido, o denuncian lo que otros también advierten pero callan e incluso ocultan".

A decir de Valadés, "la literatura tiene un doble papel en cuanto a la justicia concierne: el mismo que corresponde a la relación entre el estímulo y la consecuencia. La opresión, el abuso, la exacción, son las situaciones denunciadas; la inconformidad, la protesta, la insurrección, son las acciones anunciadas".

De acuerdo con la glosa hecha por León Portilla al discurso de Valadés, el nuevo académico señaló la necesidad actual de una normatividad que permita resolver jurídicamente problemas que antes no parecían guardar relación con la aplicación del derecho: "como hace ver nuestro académico, es ya plenamente reconocida la íntima relación entre determinados temas biológicos, clínicos y ecológicos con el orden jurídico.

"De esto se deriva una nueva disciplina, el bioderecho, que incluye áreas como la regulación de la medicina genómica, las neurociencias, la farmacología y las disposiciones relativas a una muerte digna en caso de enfermedades terminales."

Por último, el historiador reconoció la pertinencia del llamado de Valadés para que el Estado reconozca la autonomía cultural de los pueblos indígenas, y para que emprenda acciones legales que protejan sus lenguas.

 
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