Usted está aquí: sábado 27 de agosto de 2005 Economía Preocupa más inseguridad que el cambio de gobierno

Entrevista a MARCOS MARTINEZ GAVICA, PRESIDENTE DE LA ASOCIACION DE BANCOS DE MEXICO

Preocupa más inseguridad que el cambio de gobierno

Es un foco que debe atenderse porque afecta las inversiones

El director de Santander considera que debe haber resultados de la democracia en pocos años, ya que el mundo va mucho más rápido. Identifica los temas laboral, de pensiones y energético como los más trascendentes

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Ampliar la imagen Marcos Mart�z Gavica, presidente de Asociaci�e Bancos de M�co y director general del banco Santander. Para la banca s�se necesitan "una cancha bonita, reglas claras y juego limpio" FOTO Jos�ntonio L� Foto: Jos�ntonio L�

La ola de violencia e inseguridad que afecta al país constituye una "preocupación creciente" de la comunidad de negocios nacional y extranjera al momento de decidir si invierten en México. De momento tiene mayor peso que la incertidumbre natural que puede generar en cualquier nación el cambio de un gobierno en una elección competida, sostuvo Marcos Martínez Gavica, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).

"No se puede minimizar" el efecto que tiene la violencia en la actividad económica, dijo en una entrevista con La Jornada. Se refiere a la sensación de que el país se encuentra estancado en lo económico y atorado en las decisiones políticas para mejorar la competitividad del país:

"Qué desperdicio de tiempo", comentó. "Necesitamos avanzar, pero hay que entender que el proceso de democracia tiene su tiempo y ese tiempo no se puede violentar. Las cosas se van acomodando y llevan su tiempo", añadió.

En los años recientes, México dejó de ser uno de los principales receptores de inversión extranjera directa, como lo fue en los años 90 y muy al inicio de esta década. Una de las razones, esgrimidas en varios reportes de organismos internacionales y multilaterales, es la pérdida de competitividad del país frente a otras naciones, el rezago en la infraestructura y la falta de una estrategia definida. Cuando está en puerta el quinto informe de gobierno del presidente Vicente Fox y el país inicia la ruta hacia la elección federal de 2006, estos temas son planteados en la entrevista con Marcos Martínez, también director general en México del consorcio financiero español Santander.

-La violencia que se ha vivido en las últimas semanas en diferentes zonas del país y la inseguridad que se percibe en las calles, ¿afectan o han afectado las decisiones de negocios en México?

-Yo creo que sí tienen que ver -responde.

"Pero hay que decirlo en el contexto correcto. Si se quiere decir que la violencia y la inseguridad le están haciendo mucho daño al país, hay elementos para poder decirlo. Porque sí nos consta de proyectos de inversión en los que el tema de seguridad cuenta y preocupa.

"Debemos tomar el tema con seriedad, porque los volúmenes de inversión extranjera siguen siendo altos. De momento, México sigue siendo atractivo. Pero la seguridad es un llamado de atención, un foco que hay que cuidar en serio y poner atención para solucionar de fondo el problema, porque la violencia y la inseguridad pueden acabar afectando en forma importante las decisiones de inversión extranjera en el futuro. Es un factor que cada vez influye de manera más negativa al momento de elegir entre un país y otro", consideró.

Si la violencia es un factor que comienza a tener peso en las decisiones de inversión, en algunos círculos se ha considerado que la falta de acuerdos políticos para emprender acciones que aumenten la competitividad del país se ha convertido también en un lastre para la actividad económica.

El presidente de los banqueros aseguró que no deben hacerse comparaciones fáciles de México con lo que ha ocurrido en otros países con transiciones de un régimen político de varios años a otro diferente. "En lo personal me parece que hay un gran desperdicio de tiempo con esto que vivimos en el país y no me refiero sólo a las decisiones y la forma en que trabaja el presidente y su gobierno". Es claro, dijo, que el país necesita avanzar en varios terrenos, pero, añadió, el proceso de resultados en una democracia tiene su tiempo y no puede ser violentado.

"Las cosas se van acomodando y digiriendo; llevan su tiempo. En cada país es distinto, porque son procesos diferentes. Pero en ningún caso es algo rápido; no convienen las carreras porque puede acabar saliendo mal. En España costó 15 o 20 años, entonces no hay que desesperar. Si en México el proceso democrático tarda 20 años en dar resultados yo creo que va a ser un error de todos los que estamos aquí, porque ahora el mundo va mucho más rápido. No sé si tres, cuatro o seis años son el tiempo en que pudieron lograrse resultados. Lo que sí creo es que debemos ir más rápido".

-¿En dónde cree que están los obstáculos para obtener resultados más pronto?

-Ya no estaría pensando en lograr grandes planes globales. Veo difícil meter a la agenda esas discusiones, esas grandes reformas de las que se ha hablado. Tomar acciones me parece importantísimo. El tema laboral es algo importante y el Seguro Social, fundamental; ya sabemos que los energéticos necesitan una gran inversión. Entonces, encontremos una forma de conciliar los intereses, ni negro ni blanco, ni ganar ni perder. Simplemente encontrar una fórmula para avanzar.

Avanzar en acciones concretas, añadió, es una forma de dejar una base sólida puesta para el gobierno siguiente. "Lo perfecto es enemigo de lo bueno, entonces, hagamos lo bueno", expresó.

A estas alturas, cuando falta poco más de un año para que concluya esta administración, el gobierno federal debería estar dispuesto a empujar y echar el resto, consideró.

"Si lo hace, incluso con algún costo en su imagen, estará demostrando que realmente fue un gobierno entregado a propiciar el cambio y que en este último jalón está poniendo todo sobre la mesa. Si se acaba percibiendo así, va a tener un muy buen efecto en la sociedad y por supuesto entre los empresarios; la gente se va a subir al coche, no va a esperar a ver qué pasa en 2006. Podemos tener un buen año, un año de transición más acelerada, en el que todas estas perspectivas de que va a ser un año conflictivo no se van a cristalizar y en realidad tendríamos un año en que logremos cosas porque alguien decidió impulsarlas y otros se sumaron".

-Precisamente esta falta de resultados concretos es lo que se ha criticado al gobierno. ¿Qué punto resaltaría como bueno y que parte ve mal de la administración?

-En la parte macroeconómica el avance es fundamental, ha sido indiscutible. Puede haber un cuestionamiento, un debate, sobre si se apretó mucho la economía y eso impidió mayor crecimiento. Es un tema que será objeto de evaluación. Pero la parte macroeconómica está muy firme. Y, en el sector financiero, el avance en la competencia y los beneficios a los usuarios también son muy tangibles, se ven cada día.

"Una de las partes que se pueden criticar es la falta de consistencia. No si el gobierno cambia o no de opinión, o si se contradice, sino que no deja clara las razones de por qué lo hace. Una de las partes menos afortunadas de este gobierno ha sido la falta de capacidad de informar de una manera que se entienda porqué hace las cosas. En el tiempo que le queda, y también para el que venga, será muy importante informar de manera clara de lo que hace y porqué lo hace. La gente se confunde con los cambios

-¿El sistema bancario tiene ya listas sus propuestas para los candidatos a la Presidencia?

-Hoy sólo vemos la lucha por las candidaturas. No es momento de presentar propuestas. Por eso en la banca nos mantenernos al margen y no hemos tenido diálogo oficial con ninguno de los posibles candidatos. Será distinto en tres o cuatro meses. En ese momento nos vamos a acercar con cada uno de los candidatos, en el plan más abierto de colaboración, para decirles lo que pensamos que pudiera hacer el sistema financiero para apoyar al país; cualquiera que sea el que gobierne estamos dispuestos a hacerlo.

Marcos Martínez dice que la banca sólo necesita "una cancha bonita, reglas claras y juego limpio". Estableció: "no pedimos que el gobierno haga lo que nosotros queremos, no pedimos que haga nuestro trabajo. Queremos entrar a los temas de fondo, las cosas que a la banca interesan en el largo plazo, que son llegar a los que menos ganan, aumentar el porcentaje de la población usuaria de servicios financieros, a las pequeñas empresas y al campo.

-¿Qué requiere la banca para lograr estos objetivos?

-Es algo mínimo. Lo que necesitamos es una cancha bonita y vamos a jugar limpio. Puesto eso, la verdad es que no necesitamos nada más, porque si pedimos más estaríamos pidiendo que hagan parte de nuestro trabajo

 
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