Usted está aquí: martes 23 de agosto de 2005 Espectáculos Los Stones, todo un espectáculo en vivo a más de 40 años de su formación

Abrieron gira mundial en Boston ante 36 mil; fueron 23 rolas en más de dos horas

Los Stones, todo un espectáculo en vivo a más de 40 años de su formación

Tenemos aquí a alguna gente de California, que "vino a vender gorras y camisetas", dijo Jagger aludiendo a la presencia de Arnold Schwarzenegger, quien fue abucheado por el público

AFP Y REUTERS

Boston, 22 de agosto. Los Rolling Stones contentaron el domingo por la noche con su habitual entrega y despliegue físico a las 36 mil personas que acudieron al primer concierto de su gira mundial en el estadio de beisbol Fenway de Boston.

Más de 40 años después de la formación del grupo, el concierto de algo más de dos horas que abrió la gira A Bigger Bang probó que a sus más de 60 años, Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood se han convertido sobre todo en un espectáculo en vivo.

Apoyados por una banda de nueve músicos y vocalistas, los Rolling interpretaron sólo cuatro canciones de su más reciente disco, que saldrá el 6 de septiembre y que lleva el título de la gira.

"La gente tiene que conocerlas un poco más antes de que quieran escuchar más de tres", había dicho Jagger al diario Boston Globe.

El resto de las 23 piezas interpretadas pertenecían a las que casi todo el mundo conoce, desde Brown sugar a Satisfaction, pasando por Sympathy for the devil o Jumpin'Jack flash.

Se extrañó el tema en el que se burla de los neoconservadores

Aunque en el repertorio se extrañó Sweet neo con, la canción en la que se burlan de los neoconservadores estadunidenses, en la ciudad izquierdista de John Kerry y John Fitzgerald Kennedy, hubo unas dosis de burla hacia Arnold Schwarzenegger a cargo de Jagger.

"Tenemos aquí a alguna gente de California", dijo el cantante Mick Jagger dando pie a los abucheos del público, que sabía de la presencia del actor y gobernador.

Jagger añadió que esa gente había venido a "vender gorras y camisetas", en alusión a los 100 mil dólares que el actor hizo pagar a sus acompañantes para tener el privilegio de acudir en su compañía al concierto y así financiar sus campañas políticas.

Varias personas apostadas a las entradas del estadio Fenway Park saludaron la presencia del gobernador republicano con pancartas en las que -haciendo un juego de palabras con una canción de los Rolling- decían "No tener simpatía por Arnold".

El elemento central de la puesta en escena de su gira número 31 fue un escenario inspirado en el ya desaparecido teatro Globe de Londres, en el que se estrenaron la mayoría de obras de William Shakespeare.

Cuatrocientos espectadores ocuparon las cinco filas de palcos que colgaban a izquierda y derecha del escenario.

En el centro del mismo, una gran pantalla de video reproducía el concierto y antiguas imágenes del grupo.

El conjunto escénico tenía unos cien metros de ancho, 27 de altura y un peso de 300 toneladas y fue instalado por unos 265 operarios.

Se trata de la segunda vez consecutiva en que los Rolling comienzan una gira en Boston, donde ofrecerán un segundo concierto este martes.

"Cuando nos preguntan por qué, decimos que se debe a que Boston es una ciudad campeona", dijo Jagger a un público entregado haciendo referencia al título estadunidense de beisbol obtenido por el equipo local, los Medias Rojas en la temporada 2004-2005.

Los espectadores encuestrados afirmaron sentirse satisfechos con el concierto, abierto por el tema Start me up y acabó con It's only rock'n roll.

"Un espectáculo increíble", dijo Bruce Leny, de unos 40 años, que era la quinta vez que veía al grupo.

"Seguirán tocando hasta que se mueran en medio del escenario", agregó.

John Obrinska, de 34 años, que asistía a su decimoquinto concierto de la banda, explicó que "cada vez es mejor de lo que esperaba, tanto en su calidad escénica como de interpretación".

A los 62 años y vestido elegantemente, Jagger no mostró signos de que su famosa energía sobre un escenario haya decaído. Así, no paró de recorrer las tablas de una punta a otra, moviéndose y sacudiendo sus brazos con guiños constantes al público.

Keit Richards, de 61 años, intercambió riffs guitarreros -que han sido una marca constante de las melodías stones- e inspirados solos con su compañero Ron Wood, que a los 58 años es el "benjamín" de la banda. Atrás, Charlie Watts y sus 64 años daban en la batería el apoyo necesario para que no decayera el entusiasmo de la gente.

Las dos horas de concierto incluyeron en su cierre clásico You can't always get what you want.

La gira número 31 de los Rolling les llevará por todo el mundo, incluyendo América Latina, Japón y el resto de Asia en primavera, antes de llegar a Europa entre junio y agosto de 2006.

De momento sólo se han hecho públicas las fechas para los 35 conciertos en Estados Unidos y Canadá.

 
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