Usted está aquí: martes 23 de agosto de 2005 Economía MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Triunfo de Fox: unir las centrales obreras contra su política laboral

Puñal fiscal en la espalda de los trabajadores

AFERRADOS UNO Y OTROS a exprimir los bolsillos de causantes cautivos y trabajadores en general, gobierno y legisladores lograron lo impensable: la unidad -así sea para efectos inmediatos- de las llamadas centrales obreras del país -oficiales e "independientes"-, sempiternas enemigas que ahora caminarán por la misma ruta para evitar que las prestaciones de sus representados sean gravadas con el impuesto sobre la renta, ergo, que los trabajadores reciban menos para que el gobierno viva mejor.

CLIENTELA GARANTIZADA cuando de aumentar la recaudación fiscal se trata, si dichas centrales y uno que otro legislador con la neurona en circulación no logran echar para atrás la directriz aprobada en noviembre de 2004, las prestaciones -en su más amplia acepción- de los trabajadores se convertirán, a partir del primero de enero de 2006, en la caja chica para atender las urgencias (obviamente sin tintes electorales) gubernamentales, mientras el gran capital plácidamente cosecha sus voluminosas utilidades.

PARECE MENTIRA, PERO la iniciativa de gravar las prestaciones obreras preocupa a muchos empresarios y no necesariamente por conciencia social, sino por la inmediata reacción en cadena que lo anterior ocasionaría: demanda de un aumento salarial de emergencia ante la reducción de la percepción neta por el efecto fiscal, incremento en las cuotas patronales, mayor inflación y cancelación de plazas laborales, en pleno año electoral y de cambio de gobierno.

INGRATA DECISION la de volver a clavar el puñal fiscal en la espalda de los que menos tienen, mientras los grandes exportadores -léase alrededor de 200 mil millones de dólares anuales en beneficio de menos de uno por ciento del padrón empresarial del país- apenas si tienen registro en lo que a pago de impuestos se refiere.

GOBIERNO Y LEGISLADORES no conocen otro camino para incrementar la recaudación fiscal -especialmente en año electora- que cargarle la mano a los ya de por sí exprimidos causantes cautivos. Por ello, en lugar de ampliar el padrón fiscal, le quieren meter la mano -de todas, todas- a las prestaciones de los trabajadores.

DE LA MANO, CTM, CROC, Congreso del Trabajo, Unión Nacional de Trabajadores y Sindicato Mexicano de Electricistas: "en un acto sin precedente en la historia del movimiento obrero nacional -como publicó La Jornada en su edición del lunes- las principales centrales de trabajadores de todas las corrientes determinaron unirse en un frente común contra el cobro del impuesto sobre la renta a las prestaciones y anunciaron que iniciarán una agenda de trabajo conjunta. Asimismo, advirtieron que para 2006 darán su voto de castigo contra los partidos que hayan aprobado disposiciones que atacan al sector laboral. Se preguntó: ¿Están todos unidos contra Fox?, y Francisco Hernández Juárez, también dirigente del Sindicato de Telefonistas, respondió que este Presidente logró unirnos a todos en su contra por su política antilaboral, en tanto que Esparza, del SME, señaló que por lo pronto están todos unidos contra el ISR a prestaciones, pero sostuvo que la agresión de este gobierno contra los trabajadores ha sido tan evidente, ilegal y grotesca, que independientemente de las posiciones ideológicas de cada central obrera o sindicato, las organizaciones estén dispuestas a librar batallas conjuntas y éste sí es un logro del mandatario".

EL HECHO ES QUE LA tendencia es a exprimir el bolsillo de siempre. De acuerdo con un estudio difundido por el Sistema de Administración Tributaria, el SAT, si se considera el nivel de ingreso de los asalariados, se encontró que la mayor parte de la recaudación por impuesto sobre la renta es aportada por un grupo pequeño. Los trabajadores que perciben entre seis y 20 veces el salario mínimo representan 58.6 por ciento (2003) de la recaudación potencial total en el sector formal de la economía, y constituyen poco más de 34.2 por ciento de la población asalariada formal.

POR EL LADO PATRONAL la tendencia es fortalecer la evasión del ISR. Entre las formas más socorridas, de acuerdo con el estudio, se cuentan: pago de trabajadores por fuera de la nómina de las empresas; ocultar pagos de remuneraciones a los empleados y trabajadores que están en la nómina, ya sea abusando o haciendo un uso fraudulento o simulado de subsidios o exenciones impositivas, o haciendo pagos sin documentar en la contabilidad de las empresas; omitir el entero de impuestos que son legal y correctamente retenidos a los trabajadores de la empresa, cuando la empresa y sus trabajadores carecen de registro ante toda autoridad reguladora (empresas en la economía informal).

EN EL TOTAL DE LA economía, durante 2002 casi 74.4 por ciento de la población ocupada percibió un salario inferior o igual a cinco veces el salario mínimo; el 23 por ciento de los asalariados entre seis y 20 veces este indicador, y sólo 2.6 por ciento percibió por encima de 20 veces el salario mínimo. Es una estructura muy concentrada del ingreso, pero antes, en 1996, según la misma fuente, era más concentrada todavía ya que 76.3 por ciento ganaba menos de cinco salarios mínimos. Si se considera sólo el sector formal de la economía, la estructura de la distribución del ingreso es menos concentrada: en 2002 el 62 por ciento percibió menos de cinco salarios, 34 por ciento ganó entre seis y 20, y 4 por ciento de la población estuvo por arriba de los 20 salarios mínimos.

A SU VEZ, EL CENTRO de Investigación y Docencia Económica (CIDE) señala que si suma la evasión de IVA e ISR se puede hablar de no menos de 5 por ciento del producto interno bruto. Esa cantidad implicaría que la totalidad del gasto social en México podría ser financiada con estos dos impuestos y sobraría aproximadamente 3 por ciento del PIB para invertir en infraestructura.

PERO NO SE AMPLIA el padrón de contribuyentes ni se combate la evasión ni la elusión fiscal; más cómodo, exprimirle los bolsillos a los de siempre.

Las rebanadas del pastel:

SI DE AÑO ELECTORAL SE TRATA, el presidente Fox se desdijo y autorizó la importación definitiva de autos "chocolate" con antigüedad de 10 a 15 años. Además, eliminó o redujo el impuesto sobre automóviles nuevos, nacionales e importados, para aquellos cuyo precio al público no exceda de 190 mil pesos.

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