Usted está aquí: martes 23 de agosto de 2005 Cultura El sistema educativo menosprecia la formación artística: especialistas

En las escuelas primarias se dedica una hora cada semana a esta actividad

El sistema educativo menosprecia la formación artística: especialistas

Es "absurdo" desde el punto de vista pedagógico, asegura el profesor Vázquez Chagoyán

Los padres anteponen inglés y computación; "el arte es bonito, pero no lo necesitan", dicen

La infancia es la columna vertebral de la existencia. Si se extirpan de la formación del niño el arte y el ludismo, la sociedad estará pariendo personas sin esperanza, con el alma empobrecida, asegura la compositora Gabriela Huesca

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen En la mayor�de casos, la educaci�rt�ica depende del inter�del profesor en turno, mientras la Secretar�de Educaci��a no cuenta con un mecanismo de evaluaci�nicamente sobre la importancia de la materia FOTO Roberto Garc� Foto: Roberto Garc�

Es "absurdo" desde el punto de vista pedagógico dedicar sólo una hora a la semana a la educación artística en las escuelas primarias, como establece la Secretaría de Educación Pública (SEP) en su plan de estudios vigente, denuncian especialistas.

Agregan que esta "educación deficiente" revela una grave carencia de pensamiento creativo, lo cual "responde a un interés político" y al "absoluto menosprecio" que se tiene en todo el sistema educativo por el arte y la cultura.

La SEP ordena que se dediquen únicamente 40 horas anuales a la educación artística en las escuelas primarias. A lo largo del curso escolar, en esos 60 minutos semanales, el profesor debe impartir a los niños "nociones" de "cuatro disciplinas básicas": artes plásticas, teatro, danza y música.

No obstante, no es obligatorio que los educadores lo hagan. La SEP tampoco instaura algún método de evaluación al respecto. Es decir, en las escuelas primarias públicas la enseñanza del arte se da en la medida en que el maestro esté interesado.

Lourdes Pérez Gay, quien ha participado varios años con su compañía Marionetas de la Esquina en el programa Teatro Escolar del Instituto Nacional de Bellas Artes, en coordinación con la SEP, explica que la tendencia mundial es instruir, no educar: "llenar a las personas de conocimiento, pero no a enseñarles a descubrir e investigar. Se trata de una educación deficiente, con una carencia de pensamiento creativo".

Restringir a una hora semanal la educación artística en las escuelas públicas es algo, desde el punto de vista pedagógico, "absurdo", derivado de un problema primordial: "el absoluto menosprecio que se tiene en todo el sistema educativo" por esa enseñanza, señala el profesor Ricardo Vázquez Chagoyán, en un amplio análisis del plan de estudios oficial para escuelas primarias, publicado en la revista mensual para profesores de educación básica Correo del maestro (diciembre 2004).

Educar a los niños sin que la cultura y el arte sean piezas claves en su formación, lo quieran admitir o no, "responde a un interés político, que considera a las personas como objeto y no como sujeto. Para quienes diseñaron el sistema educativo no es fundamental potencializar al ser humano mediante el arte, ven la cultura como adorno", dice la compositora Gabriela Huesca, quien ha ofrecido varios cursos de sensibilización artística para maestros de educación básica.

Añade que en muchos profesores mexicanos existe la vocación de educar, pero en otros no. "Hay mucho cansancio. Falta pasión, pues si el trabajo se burocratiza, ¿dónde se acomoda la belleza? Enseñar bajo criterios burocráticos, como sucede en el país, llegar a ser agotador.

"Durante los cursos que ofrezco los maestros se entusiasman, pero dicen 'eso está muy bonito, pero si lo quiero hacer con mis alumnos, la directora no me dejará, y si lo hace, la inspectora no lo va a permitir'."

Reforma a planes de estudio

El plan de estudios de la SEP para la materia de educación artística en primaria propone fomentar en el niño la "afición y la capacidad de apreciación de las principales manifestaciones artísticas: música y canto, plástica, danza y teatro". Igualmente, sugiere "contribuir a que desarrolle sus posibilidades de expresión, utilizando las formas básicas de esas manifestaciones".

Al respecto, Gabriela Huesca informa que existe un proyecto de la SEP para reformar sus planes de estudio en educación básica. En el rubro de educación artística se invitará a especialistas y creadores a que participen en la elaboración de los contenidos y materiales correspondientes.

"Los investigadores de la SEP están preocupados por enriquecer la enseñanza artística; ya hicieron los planes de secundaria, ahora van con los de primaria y pretenden seguir con los de prescolar para que todo tenga relación entre sí."

Pero las buenas intenciones estás limitadas por la realidad: "salones con 50 niños, maestros saturados de trabajo y criterios de evaluación cuantitativos en vez de cualitativos. Muchos educadores no son especialistas en las áreas artísticas o no lo quieren ser", añade Huesca.

La directora de Actividades de Desarrollo de la Dirección General de Materiales y Métodos Educativos de la dependencia, Norma Aguilar Mendoza, asegura que en los 10 años recientes la institución ha hecho "un trabajo muy fuerte" para que la educación artística "cobre un lugar singular" en las prácticas y experiencias de los niños en la escuela.

Pero, afirma, se topan con un problema: existen familias "con un capital cultural modesto", en las cuales "el asunto del arte y la cultura es subestimado. Es evidente que no es fácil motivarlos o incentivarlos".

En una encuesta realizada por la SEP entre padres de familia, asegura Aguilar, éstos señalaron que la educación artística es "muy bonita", pero "que los niños lo que necesitan es aprender inglés y computación. Es decir, falta un aprecio social por el campo artístico. Tendríamos que equilibrar esta visión."

En este sentido, Pérez Gay considera que un niño al que sólo se le enseña a ser utilitario en lugar de creativo "no va a crecer más allá de eso, de la cotidianidad, que a la larga produce adultos aburridos y frustrados con un mundo poco creativo".

Aguilar Mendoza reconoce que la SEP necesita la colaboración de otras instituciones para que la educación artística cobre importancia en la formación de los niños que asisten a las escuelas públicas: "necesitamos hacer muchas alianzas, fundamentalmente con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y con los museos comunitarios".

Lamenta que sea "insuficiente" la infraestructura cultural del país "para atender a 27 millones de niños de prescolar, primaria y secundaria. Por eso insistimos en el Libro para el maestro (que elabora el área a su cargo) en que las experiencias estéticas y artísticas para los niños en la escuela pueden ser de muy diversa naturaleza. El museo, aunque es muy importante, no es el único lugar de contacto con lo estético".

Presupuesto para el arte

Lourdes Pérez Gay considera que la Secretaría de Educación Pública no necesitaría mucho presupuesto para implementar la educación creativa, donde los maestros asuman el compromiso de desarrollar en los niños la parte lúdica.

"Pero el juego está muy descalificado y devaluado en nuestra sociedad. No obstante, es la forma más fácil de aprender e involucrar al niño con el aprendizaje. La parte lúdica del ser humano es lo que nos acerca a ser creativos y, por lo tanto, a ser mejores profesionales. La creatividad es útil en todas las ramas del conocimiento."

En el prescolar, el niño está en una tierra fértil, pues su enseñanza se da mediante el juego, añade, "pero después, al ingresar a primaria, los niños son arrancados materialmente de su paraíso para ser lanzados al desierto. Y ahí se les exige que produzcan igual que en el kínder. ¡Pobrecitos! Se sienten vacíos", puntualiza Pérez Gay.

Gabriela Huesca, autora de diversos discos de música para niños y jóvenes, agrega que la enseñanza del arte debe empezar con la seducción a los maestros, para que se acerquen no sólo a los libros preparados por la SEP, sino a todo tipo de experiencias estéticas.

Educar mediante el arte es un "trabajo delicado, de formación humana. En la SEP existen profesores a los que les mandan libros maravillosos, por ejemplo, de la colección Los libros del rincón, y no los abren por temor a que los niños los rompan. Pero también están quienes sin ese material no podrían subsistir.

"Es injusto decir que el maestro es el único responsable de que la educación artística no se imparta en las primarias públicas con la importancia debida. Aunque es cierto que existen profesores burócratas, chambistas, inconscientes, autoritarios y resentidos, también los hay apasionados, con mística, con amor a los niños, con ganas de cambio. Pero la maquinaria de la Secretaría de Educación Pública es tan grande y la autoridad tan aplastante, que los aniquila.

"Hace falta un trabajo formativo, que debe empezar en las escuelas normales, en las escuelas de educadoras, en la Universidad Pedagógica Nacional. De hecho, en esta institución hay un área de educación artística, pero es mínima."

Artistas o maestros

Norma Aguilar, funcionaria de la SEP, explica que es "un debate infinito e irresuelto" dilucidar si corresponde a un artista o un maestro normalista la enseñanza del arte y la experiencia estética en las escuelas públicas.

"Si pensáramos en tener especialistas en las escuelas públicas tendríamos un matemático para dar matemáticas, un lingüista para la clase de español o un geógrafo para geografía. Y la educación primaria es fundamentalmente generalista. El maestro de educación primaria tiene una formación generalista, pues durante su paso por la escuela normal tiene contacto con el conjunto amplio y completo de asignaturas.

Aguilar detalló que durante tres semestres los alumnos de las escuelas normales imparten la materia de educación artística, "en la cual están implicados varios materiales que hemos elaborado. Uno pensaría que esa formación es insuficiente, pero la característica del ser maestro es tener una formación permanente.

"Quisiéramos que los maestros de primaria tuvieran contacto constante con el mundo de las artes. Hay un déficit en ese sentido, es cierto. Tenemos que hacer un trabajo más sólido para estimularlos, no necesariamente a través de una capacitación implementada por la SEP. El asunto es hacerlos entender para qué sirve el arte", concluye la funcionaria.

Mínima formación artística de profesores

En México, la materia de educación artística se imparte en las escuelas normales de maestros a partir del cuarto semestre y hasta el sexto.

En algunas escuelas europeas, dedicadas a la formación del magisterio, materias como pedagogía de las artes, educación artística y su didáctica, educación plástica y su didáctica o desarrollo de la expresión musical son obligatorias desde el primero hasta el último semestres, además de un vasto panorama de asignaturas optativas relacionadas con el arte, la creatividad y la cultura.

Actualmente, apunta Lourdes Pérez Gay, "las escuelas primarias oficiales están en gran desventaja frente a las escuelas privadas, porque en éstas se contrata a maestros especializados y no necesariamente para formar niños artistas, sino para ofrecer a los alumnos más elementos para poder ser buenos profesionales. En cómo se enseña está la diferencia".

En el amplio ensayo La escuela a examen, el profesor Ricardo Vázquez Chagoyán advierte que podría ser peligroso "aumentar el peso" de las actividades artísticas en la educación, conservando el enfoque pedagógico tradicional.

"De nada serviría trasladar el eje académico hacia las actividades artísticas si el tratamiento pedagógico que se hace sigue considerando a los estudiantes como receptores pasivos de información, o si se olvida que cuando se habla de formación humana integral no se trata de enfatizar el virtuosismo en el arte, sino de ofrecer a los estudiantes un abanico de campos de experimentación en los que puedan explorar sus aptitudes y desarrollarlas según sus intereses y sus capacidades", escribe en la edición de diciembre de 2004 del Correo del maestro.

La infancia es la columna vertebral de la existencia humana. Si se extirpan de la formación del niño el arte y el ludismo (donde están implicados la curiosidad, el conocimiento, la experimentación, el riesgo y el placer), la sociedad está pariendo personas sin esperanzas, con el alma empobrecida, concluye la compositora Gabriela Huesca.

 
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