La puesta en escena Los delitos insignificantes se estrena hoy en el Helénico
Hacer teatro ahora es un lujo e implica correr riesgos: Huijara
Montamos la obra por insensatez, afirma la actriz y productora
Habla de las pequeñas cosas que pueden llevar la vida a la tragedia, dice el director y adaptador Francisco Franco
El director teatral Francisco Franco y la actriz Leticia Huijara vuelven a hacer mancuerna como director y productora, respectivamente (luego del éxito de la puesta Baño de mujeres) "para darse el lujo" de montar ahora Los delitos insignificantes, novela del escritor español Alvaro Pombo, que llega a los escenarios mexicanos gracias a la adaptación del propio Franco y que se estrenará hoy, a las 20:30 horas, en el Teatro Helénico, en donde permanecerá todos los lunes hasta el 28 de noviembre.
"Hoy día el teatro es para correr riesgos porque es cada vez más difícil hacerlo, cada vez es más difícil vivir de éste. Hoy día, los actores y productores que queremos hacer teatro nos damos el lujo de hacerlo. De pronto cuando miras a alguien que tiene tantas ganas de poner una obra, como Francisco, uno de nuestros directores más sólidos, le dices que lo quieres seguir, que te quieres subir a su barco", comenta Huijara, quien encarna a una exitosa ejecutiva que mantiene a un joven con pretensiones de ser escritor.
Los delitos insignificantes es una "tragicomedia" que nos muestra mediante historias de amor conectadas, la forma en que nuestras decisiones diarias se vuelcan en contra de nosotros mismos, modificando radicalmente nuestras vidas. César (Bernardo Benítez) es un guapo joven quien atraviesa un conflicto existencial; vive de sus mujeres: Teresa (Pilar Ixquic Mata), su madre viuda (Paloma Wooldrich) y su novia (Huijara).
"Habla sobre las pequeñas cosas, sobre las pequeñas indolencias, los pequeños descuidos que tenemos en la vida y que parecen no ser importantes, así como del cúmulo de éstos, que son los que provocan esta tragedia, este vacío y soledad en la que podemos vivir en una ciudad como la nuestra", dice Francisco Franco.
El director comenta el por qué hacer una adaptación de esta novela: ''Hay dramaturgos mexicanos muy buenos y hay un movimiento muy joven que hace cosas muy interesantes. No es ningún insulto a los dramaturgos mexicanos el adaptar una novela como ésta. Lo que pasa es que hay textos que de repente en la vida te significan algo, más si es una novela que pide a gritos ser adaptada como Los delitos insignificantes, que si la leen no hay gran dificultad en adaptarla a teatro."
Abunda: ''Para mí esta obra es una declaración de amor a Alvaro Pombo, quien es un escritor que me ha dado mucho. Es una manera de ver la vida como yo la veo. Es una novela urbana que no fue difícil acondicionarla a la idiosincracia que se maneja en la ciudad de México. Por eso, lo que se adaptó fue a nivel lenguaje."
Huijara comenta a su vez: ''Lo que nos motivó a hacer esta obra es la insensatez, es un poco basado en la experiencia que tuvimos en Baño de damas, con la que nos fue bien. Los delitos insignificantes es estar al lado de un compañero de andanzas quien tenía un sueño enorme de llevar esta novela al teatro, es un proyecto que Francisco viene cocinando desde hace mucho tiempo. Mis ganas de ir junto con él está en la creencia de que es uno de los directores más innovadores y aventados a la hora de arriesgarse."
Y dice: ''Me encanta la idea de hablar de mujeres contemporáneas, mujeres que en algún sentido tienen que ver con mi generación, la cual ha decidido no tener familia en aras de tener una actividad profesional intensa, pretendiendo que el poder adquisitivo te llena huecos que de pronto acarreas."
Para Paloma Wooldrich, la puesta en escena habla de muchas cosas que son las pequeñas mentiras, "que dañan a nuestros amigos, a los entrañables, que pueden devastar una amistad. Forman parte de nuestra conducta. A lo largo de este trabajo me he dado cuenta de la reflexión y de cuánto no vemos los vínculos humanos y nos vamos directo a lo que nos da de inmediato una satisfacción. Si el público sale de la puesta con un poco de reflexión a lo mejor le puede pasar como a mí, que piensa sobre sus mentiras piadosas diariamente".
A decir de Juan Carlos Barreto (quien interpreta a un escritor homosexual que vive en la soledad y que se ve reflejado en el joven prospecto de escritor), "se manejan las tangentes; lo que se dice no es lo que sucede dentro de la obra, son los delitos pequeños que cometemos a diario. Esta obra nos pondrá enfrente. Los cinco personajes son protagonistas y antagonistas. Todo esto es consecuencia de la incomunicación, la vida que hemos formado. De lo que se trata es de irnos a nuestra casa sin pensar lo egoístas que somos los humanos".
Los delitos insignificantes en el Teatro Helénico, ubicado en avenida Revolución 1500. Teléfonos: 56627535 y 56625292. Todos los lunes, a las 20:30 horas.