La historia quita solemnidad a hechos históricos
El sefardí romántico, relato picaresco del exilio español
Los refranes, la sabiduría del amor: Angelina Muñiz
Ampliar la imagen Antonieta Rivas Mercado y Federico Garc�Lorca, en 1929 FOTO Archivo de Juan Ruiz Cardenas Foto: Archivo de Juan Ruiz Cardenas
Angelina Muñiz-Huberman, prolífica autora de novela, ensayo y poesía, mediante la escritura tiene la oportunidad de narrar la historia de Mateo Alemán II, supuesto descendiente del autor del Guzmán de Alfarache, y retratar con humor el exilio español.
En su más reciente obra, El sefardí romántico. La azarosa vida de Mateo Alemán II, editada por Plaza & Janés, la escritora decide contar esta historia que en su infancia le narró su padre.
"Fue como un juego de rompecabezas a partir de relatos familiares. Empezar a armar una historia que tuviera una secuencia dentro de la línea picaresca, pero con mucha relación con hechos que realmente ocurrieron."
En este libro, Muñiz-Huberman enfatiza su interés por el tema del exilio, al tener como personaje principal a un sefardí, ya que éstos fueron expulsados de Espa- ña en 1492 y empezaron a viajar por todos los países mediterráneos hasta llegar a Asia.
Al respecto comenta, "me interesaba unir este personaje con el exilio español, la salida de España para llegar a México. Unir estas historias de exilios en un personaje que al mismo tiempo tuviera esta capacidad de estar inmerso en el problema y verlo objetivamente".
Sin embargo, la pluma de Muñiz-Huberman logra quitarle solemnidad a los hechos históricos, como el fascismo en Italia y el nazismo en Alemania, y con el personaje de Mateo se ríe de las situaciones.
En la narración, Mateo Alemán II logra muchas hazañas, aventuras, querellas, desconciertos, altibajos, exabruptos, estafas, engaños, miserias, personificaciones, gozos, alegrías y sutiles erotismos.
La autora facilita a este personaje viajes a diversos países para contar la historia del siglo XX. "Es un personaje que pertenece a la tradición interna nuestra, no es un personaje histórico al cual transformé y convertí en otras cosas como testigo, co-mo actor y como humorista", explica la escritora.
Sobre las máscaras que utiliza su personaje, expresa que internamente todos llevamos dentro a un actor que realiza determinada representación de la vida. "Esta multiplicidad de personajes que llevamos son también máscaras que nos ponemos y ese era un poco el propósito de esta azarosa vida de Mateo Alemán II.
"El ser humano está lleno de máscaras, y creo que la más difícil de conocer es la interna, porque no la vemos, pero también es una máscara nuestro yo interno, porque lo estamos creando, modificando e inventando", agrega la escritora.
Al escribir la novela, Muñiz-Huberman rescata el pasado de Mateo Alemán II, personaje aparentemente ligero que se apoya en refranes y va acumulando la sabiduría que da el humor.
"El necesita apoyo del pasado, de la memoria, de la tradición, de la historia para proyectarse a su presente. Es un personaje que vive totalmente en el momento."
Mediante refranes, la autora incorpora la figura de la madre de Mateo para mostrar una tradición lingüística "dada por el amor a la lengua", pues "el refrán es una sabiduría acumulada y puede aplicarse a cualquier época y momento".
La escritora considera que en la actualidad hay una serie de tendencias tanto en autores jóvenes como en los de mayor edad, aunque no puede decirse si existe una escuela, un movimiento o un géne- ro predominante dentro de la literatura mexicana.
"Cada uno está siguiendo su propio camino, pienso que hay mucha individualidad, y esto es muy interesante y enriquecedor", señaló.