Se prepara el ejército israelí para el desalojo violento de 2 asentamientos de Cisjordania
Comienza la demolición de casas judías en la franja de Gaza
Sharon pide a los evacuados "no dejarse usar como peones del juego político de sus líderes"
Hamas advierte que no se desarmará porque todavía está ocupada gran parte de Palestina
Ampliar la imagen Enfrentamientos durante la evacuaci�el asentamiento jud�de Sanur, norte de la franja de Gaza FOTO Ap Foto: Ap
Jerusalen, 21 de agosto. Tropas israelíes, saludadas con piras ardientes, tumbas simuladas y plañideras plegarias, completaban este domingo la evacuación de seis de los siete asentamientos restantes en la franja de Gaza.
El séptimo, Netzarim, aislado en el extremo de la ciudad de Gaza, debe quedar despejado este lunes. Los buldozeres comenzaron a demoler casas en tres asentamientos: Pe'at Sadeh, en el sur, y Dugit y Nissanit en el norte.
Antes, el gabinete aprobó el retiro de cuatro asentamientos del norte de Cisjordania, dos de los cuales ya están vacíos. Las tropas se preparan para confrontaciones violentas cuando entren por la fuerza a los dos restantes, Sanur y Hormesh, en la semana que comienza. Derechistas radicales, que se han trasladado a Sanur para el enfrentamiento final, intercambiaron golpes este domingo con una fuerza de avanzada.
En Gaza, el ejército reportó poca resistencia activa, pero mucha emoción. Residentes de los dos asentamientos más combativos, Katif y Atzmona, finalmente abordaron sus autobuses después que los soldados se les unieron en ceremonias religiosas de despedida.
Pese a las muestras de desafío, a los listones anaranjados y a los conocidos gritos de "un judío no expulsa a otro judío", parecían resignados a lo inevitable. Un buldozer del ejército derribó la puerta cerrada de Katif y retiró las barricadas de heno en llamas, llantas y palos. Un residente, Haim Ben-Arieh, arregló su jardín por última vez. "Amo este lugar", declaró a un reportero de la agencia Ap, "y lo seguiré cuidando hasta el final."
Entre sollozos, David Hatuel realizó una ceremonia fúnebre para su esposa, Tali, y sus cuatro hijos, de entre dos y 11 años de edad, muertos a tiros en una emboscada palestina cuando se dirigían a un mitin contra el desalojo en mayo de 2004. Unas velas ardían en cinco sillas de plástico que llevaban escritos a mano los nombres de las víctimas.
En Atzmona, una joven residente, Yiska Harush, levantó un "cementerio de los opresores", con tumbas de cartón para, entre otros, Hitler, el emperador romano Tito, que destruyó el templo de Jerusalén en el año 70, y Yasser Arafat. Dejó una sin nombre, pero no quiso revelar a quién está destinada.
Muchas de las familias de agricultores de Atzmona fueron llevadas allí desde el Sinaí después del tratado de paz de 1979 con Egipto. Este domingo partieron hacia un campamento de tiendas, pues se negaron a tener cualquier trato con la autoridad del desalojo, encargada de conseguirles nuevos lugares de residencia y fuentes de ingreso.
En una severa declaración formulada al principio de la reunión de gabinete de este domingo, el primer ministro, Ariel Sharon, los instó a no dejarse usar como peones en un juego político por los líderes de colonos de Gaza y Cisjordania.
Insistiendo en que había soluciones para la mayoría, Sharon expresó: "Exhorto a los evacuados a no hacer caso a incitaciones, a no prestar atención a planes de establecer campamentos por parte de quienes están dispuestos a causar sufrimiento a la gente con tal de llevar adelante sus planes políticos."
Resaltan prudencia policiaca
Al elogiar la prudencia del ejército y la policía, así como de muchos de los colonos, condenó a los cientos de jóvenes extremistas, la mayoría de Cisjordania, que burlaron el cerco policial para endurecer la resistencia de los colonos.
En lo que pareció un divorcio final de sus antiguos aliados en la empresa de colonización, sostuvo que "algunas acciones de los infiltrados podrían definirse como vandalismo rayano en lo criminal. Esto se refleja no sólo en ellos, sino en quienes los enviaron, los azuzaron y los dirigieron".
Después de reunirse este domingo en la ciudad de Gaza con el presidente palestino Mahmoud Abbas, David Welch, secretario de Estado asistente estadunidense, elogió el retiro de los asentamientos como "una importante oportunidad de dar nuevos pasos hacia un mejor futuro para israelíes y palestinos".
Sin embargo, un miliciano encapuchado de Hamas, identificado como Abu Obaidah, insistió en que no depondrán las armas. "El retiro israelí no significa el fin de nuestra batalla, sino el principio", advirtió.
Musa Abu Marzouk, líder político de Hamas, manifestó: "Todavía faltan Cisjordania y Jerusalén. Gaza es sólo una pequeña parte de la Palestina ocupada".
(c) The Independent Traducción: Jorge Anaya