Usted está aquí: lunes 15 de agosto de 2005 Estados Diez opositores al proyecto La Parota salen golpeados al enfrentarse con policías

Los campesinos impidieron asamblea en la que se buscaba autorizar construcción de la presa

Diez opositores al proyecto La Parota salen golpeados al enfrentarse con policías

No cederemos ni un centímetro de nuestras tierras, advirtió uno de los campesinos

SERGIO OCAMPO ARISTA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Polic� lanzan gases lacrim�os contra campesinos que se oponen a la construcci�e la hidroel�rica La Parota, mientras �os los enfrentan con garrotes y piedras. Lo anterior, en la comunidad de El Campanario, municipio de Acapulco, Guerrero FOTO Sergio Ocampo Foto: Sergio Ocampo

El Campanario, Gro., 14 de agosto. Diez campesinos resultaron golpeados durante un enfrentamiento entre comuneros del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a La Parota (CECOP) y efectivos de diversas corporaciones policiacas, en el contexto de la asamblea convocada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la que se pretendía obtener la anuencia de los ejidatarios para la expropiación de 17 mil hectáreas de los terrenos donde se pretende construir la hidroeléctrica La Parota, la cual tendrá un costo de mil millones de dólares y desplazará a más de 25 mil habitantes.

Alrededor de mil comuneros del CECOP impidieron que se llevara a cabo esta asamblea, a la cual se convocó el pasado 5 de agosto. Como antecedente de este llamado, en abril del año pasado se emplazó a realizar una asamblea para el mismo fin; sin embargo, en aquella ocasión no se pudo realizar por problemas entre los comuneros.

Entre los puntos centrales que abordaría la asamblea destaca la verificación del quórum legal, el cual debía ser al menos de 3 mil asistentes de los 7 mil afiliados al patrón; sin embargo, sólo llegaron cerca de 200 personas, todas en apoyo a la construcción de la hidroeléctrica.

Otro punto del orden del día mencionaba que se debería designar presidente, secretario y escrutadores de la asamblea. El punto más polémico era el 4, el cual generó el descontento, pues señalaba: "solicitud de la CFE a la asamblea para obtener la anuencia para que se lleve a cabo el proceso expropiatorio de los terrenos destinados a la construcción del proyecto hidroeléctrico La Parota, obras complementarias, embalse y todos los caminos necesarios de acceso a la obra y firma por el comisariado de los respectivos convenios de ocupación previa y su pago, así como convenios de ocupación temporal".

Desde las 9 de la mañana comenzaron a llegar a la comunidad El Campanario decenas de camiones procedentes de 23 de las 43 comunidades que serán afectadas en los municipios de Acapulco, San Marcos, Tierra Colorada, Quechultenango, y Chilpancingo.

Las policías ministerial, municipal y ecologista instalaron retenes en las comunidades acapulqueñas de San Juan el Chico y Las Minas, en las que impidieron el acceso a integrantes del CECOP, quienes tuvieron que caminar por el monte (lo que les permitió introducir a la asamblea palos y machetes) más de nueve kilómetros para llegar a El Campanario, donde se realizaría la asamblea, para la cual se esperaba un quórum de poco más de 3 mil campesinos, de los 7 mil 200 registrados en el padrón.

Desde las 8 de la mañana helicópteros de la CFE trasladaron a diez notarios públicos de Acapulco al lugar en el que se realizaría la asamblea; lo anterior, para dar fe de lo que supuestamente iba a suceder; entre los actuarios estaba Robespierre Robles Hurtado, hijo del ex secretario general de Gobierno del estado José Rubén Robles Catalán -asesinado recientemente-, así como Miguel Angel Maldonado, ex titular del Consejo Estatal Electoral y representante en México de las trasnacional Domino's Pizza; al igual que a elementos del cuerpo de bomberos, médicos y enfermeras.

Fue a las 10:30 horas cuando al grito de "¡Fuera la CFE, nuestras tierras no se venden! ¡Viva el subcomandante Marcos! ¡Viva Lucio Cabañas!", cerca de 200 integrantes del CECOP, que lograron burlar los retenes policiacos, empezaron a protestar afuera de las carpas, acordonadas con mallas ciclónicas electrificadas y resguardadas por alrededor de 400 efectivos de las distintas corporaciones policiacas, mientras un conjunto de música tropical contratado ex profeso para el evento empezó a tocar para acallar la protesta.

"Quiero decirle al alcalde de Acapulco, Alberto López Rosas, y al gobernador Zeferino (Torreblanca), que vamos a defender nuestras tierras aunque vayan de por medio nuestras vidas. No vamos a dar ni un centímetro de tierra. Y que Jorge Campos -ex futbolista quien participa en los espots para la construcción de La Parota en los que invita a los comuneros a vender sus tierras- se vaya a chingar a su madre", advirtió el campesino Julián Blanco.

Después de dos horas de tensión y jaloneos entre campesinos opositores y policías, alrededor de las 12:30 horas, cuando Valente Navidad, representante de la Confederación Nacional Campesina (CNC), permitió el ingreso a la asamblea a labriegos que no pertenecen a ninguna de las comunidades afectadas, empezaron las protestas de los opositores, por lo que los policías lanzaron gases lacrimógenos, a lo que los inconformes respondieron lanzando piedras y garrotes, enfrentamiento que duró más de 20 minutos.

La situación se complicó cuando los opositores ingresaron por la fuerza, armados con palos y machetes, al local donde se pretendía instalar la asamblea, mientras otros destruían la papelería oficial que incluía el padrón elaborado por la CFE.

La trifulca dejó diez labriegos golpeados por toletes, uno bañado en sangre; el dirigente de los campesinos reiteró su acusación por la violencia contra los funcionarios estatales y añadió el nombre del Vicente Fox a la lista de culpables de estas agresiones.

"Somos 30 comunidades las que seremos afectadas por la presa, entre las que destacan Los Guajes, Dos Arroyos, La Palma, Sabanillas, La Venta Vieja, San José Cacahuatepec, Agua Zarca, Parotas, Pochotlaxco, Rancho Las Marías, Los Ilamos, Parotilla, Salsipuedes, Aguascalientes de la Concepción; además, los pueblos que estén debajo de las cortinas."

El comandante de la policía ministerial, Juan Negrete Lezama, afirmó que fueron los campesinos opositores quienes comenzaron a machetear las sillas, a golpear y destruir las mesas, "tuvimos que proteger a la gente que estaba en la asamblea por lo que las evacuamos por las puertas de atrás, junto con las autoridades". Dijo que si bien no hubo ningún policía herido, de todos modos hubo algunos elementos fueron alcanzados por las piedras.

 
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