Usted está aquí: domingo 7 de agosto de 2005 Estados Denuncia ONG anomalías de funcionarios enviados a Petatlán a practicar necropsias

Impidieron la presencia de familiares de los hijos del líder ambientalista Albertano Peñaloza

Denuncia ONG anomalías de funcionarios enviados a Petatlán a practicar necropsias

MISAEL HABANA DE LOS SANTOS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Exhumaci�e los cuerpos de los hijos de Albertano Pe�za el pasado jueves FOTO Misael Habana Foto: Misael Habana

Banco Nuevo, Municipio de Petatlan, Gro., 6 de agosto. A dos meses y medio de haber sido emboscados y asesinados, los cuerpos de Armando y Abatuel Peñaloza Mojica, hijos del dirigente de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán, Albertano Peñaloza Domínguez, fueron exhumados el jueves pasado para la necropsia de ley, pero los funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) que realizaron la diligencia salieron casi huyendo por la lluvia que se abatió ese día en esta localidad y dejaron un tiradero.

Esta gente no rellenó las sepulturas, dejaron plásticos, guantes, refrescos, tapabocas, y una nube de moscas... "Un hermano de las víctimas, un tío, tres compañeros de Tlachinollan y tu servidora tuvimos que dejar limpio el lugar", dijo la sicóloga Alejandra González Marín, activista del Centro Estatal de Derechos Humanos Tlachinollan que asiste a la familia Peñaloza Mojica.

La mañana del jueves más de 100 policías arribaron en 18 patrullas al rancho El Vigía -propiedad de Peñaloza Domínguez- donde fueron sepultados los jóvenes asesinados el 19 de mayo pasado, sin que en aquel entonces se les realizara la autopsia porque las autoridades argumentaron falta de medidas de seguridad en la zona deforestada.

No obstante la cantidad de agentes encabezados por los jefes regionales de las policías Preventiva y Ministerial en la Costa Grande, éstos se negaron a sacar los ataúdes y debieron hacerlo familiares y voluntarios de Banco Nuevo.

"Como centro de derechos humanos nos sentimos inconformes debido al trato, pensando en la falta de respeto y corresponsabilidad con la coadyuvancia formal que se tiene de Tlachinollan con la PGJE para la averiguación", agregó González Marín.

El abogado de Tlalchinollan, Gaudencio Aguilar, expresó que la diligencia "fue normal, mas no excelente porque nos impidieron coadyuvar con la representación social, lamentablemente se nos negó el acceso como si no tuviéramos ni el derecho ni la personalidad jurídica". Tampoco se permitió la presencia de los familiares y a los medios se les impidió tomar fotos de cuando eran sacados los ataúdes.

Reyna Mojica Pérez, madre de los asesinados, quien en mayo no estuvo en el entierro de sus hijos porque se fue a Zihuatanejo con sus otros dos hijos que resultaron heridos, Isaac y Adalid, acudió el día de la exhumación y no dejó de llorar al lado de sus siete vástagos vivos.

También acudió su nuera Angela Manzanares, viuda de Armando, con siete meses de embarazo, quien tenía cuatro viviendo con su compañero cuando fue asesinado.

No estuvo, en cambio Albertano, quien se encuentra en un lugar desconocido por seguridad, ya que se cree que pistoleros de la región podrían volver a atentar en su contra.

Aunque no hubo informes del forense, trascendió que el cuerpo de Armando Mojica presentaba 14 orificios de bala en cara y tórax, así como seis fragmentos de bala; su hermano Abatuel un orificio de bala en la frente y uno en cada pierna.

Los resultados serán dados a conocer en la capital del estado.

 
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