Usted está aquí: domingo 7 de agosto de 2005 Capital Se declara en huelga de hambre un grupo de internos del Reclusorio Sur

La dirección quiere suprimir área de rehabilitación contra adicciones, argumentan

Se declara en huelga de hambre un grupo de internos del Reclusorio Sur

Son "5 o 6" presos; quieren establecer un "coto de poder" en esa área: las autoridades

ERIKA DUARTE Y ANGEL BOLAÑOS

Un grupo de 152 internos del Reclusorio Preventivo Sur se declaró en huelga de hambre a las dos de la tarde de ayer, para impedir ser desalojados del área 2 de dicho penal, que desde hace unos cuatro años ha funcionado como espacio de rehabilitación contra adicciones.

Los manifestantes señalaron que las autoridades penitenciarias pretenden utilizar el área, conocida como "el dormitorio 2", para llevar ahí a reclusos que estén dispuestos a pagar dinero por comodidades y desaparecer, con ello, el programa de desintoxicación y cambio de actitudes, que beneficia a unos 180 internos.

"Con el argumento de hacer de esa zona un espacio de máxima seguridad, las autoridades del penal pretenden sacarnos y reingresarnos con el resto de la población en un ambiente hostil, en el que hay drogas y todo tipo de adicciones de las que estamos tratando de salir", denunció Domingo Martínez, en nombre de 151 de sus compañeros.

El dormitorio 2, señalaron los manifestantes, "es una zona libre de drogas y limpia, que hemos construido cada uno de nosotros". De unos 500 metros cuadrados, cuenta con espacios de recreación, áreas verdes, talleres de artesanías y aulas en las que se imparten cursos de primaria, secundaria y preparatoria, así como de autoestima. Advirtieron que se mantendrán en huelga de hambre hasta que el director del penal, Gonzalo Héctor Pérez Ascolani, se comprometa por escrito, ante organismos de derechos humanos, a no modificar el programa de desintoxicación.

Al respecto, la Dirección General de Prevención y Readaptación Social (DGPRS) dijo desconocer la existencia de dicha huelga y rechazó que se pretenda cancelar el programa de desintoxicación del penal, pues esto sería "ilógico", cuando recién se firmó un convenio con Oceánica para reforzar esas acciones en el sistema penitenciario. Explicó que se trata de un grupo de cinco o seis presos que concluyeron el programa después de seis meses y pretenden evitar ser reintegrados a la población general, pero "no está en el ánimo" de los demás internos ponerse en huelga de hambre.

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal informó por su parte que el pasado viernes recibió llamadas de internos quejándose de que los querían sacar del programa, pero no mencionaron la huelga de hambre.

A decir de la DGPRS, los internos que encabezan al grupo, quienes cuentan con el apoyo de un técnico penitenciario, pretenden establecer un "coto de poder" en dicha área, considerada "limpia", y advirtió que no permitirá que opere allí un grupo de control. Agregó que los programas duran entre tres y seis meses, según el grado de adicción del interno, y permitir que permanezcan en el área, no sólo provocaría sobrepoblación, sino impediría que otros accedan al tratamiento.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.