Usted está aquí: jueves 4 de agosto de 2005 Cultura Persiste fuga de bailarines porque ''otros países ofrecen mejores oportunidades''

Luisa María Díaz halló en Suiza, con Maurice Béjart, una opción de desarrollo

Persiste fuga de bailarines porque ''otros países ofrecen mejores oportunidades''

El posmodernismo que existe en Europa serviría para actualizar la danza nacional, dice

FABIOLA PALAPA QUIJAS

Ampliar la imagen Luisa Mar�D� Gonz�z, primera bailarina mexicana en interpretar un papel estelar en Europa, en 2001 FOTO Cortes�INBA Foto: Cortes�INBA

A sus 22 años, Luisa María Díaz González se desempeña como bailarina en el Ballet de Laussane, que dirige el maestro belga Maurice Béjart.

Respecto de su profesión señala que los bailarines ''nos vamos a otros países, porque nos ofrecen mejores oportunidades que en México".

Galardonada en 2001 con el Premio Ludmila Ptcherina como mejor artista multidisciplinaria, Díaz González explicó que ''las oportunidades en el país son escasas, debido a que sólo existe una compañía de danza clásica y esto hace que se vayan los bailarines".

Comentó que le gustaría modernizar la danza en México, y que ''vean que existe el posmodernismo, forma que se da en Europa completamente diferente de lo clásico, pues ya no se trata de Giselle o Paquita.

''Cuando los mexicanos emigramos a otras partes del mundo es para mejorar como seres humanos y en nuestra profesión. Tengo el privilegio de trabajar en forma directa con el coreógrafo que es considerado el mejor de la segunda mitad del siglo XX. Espero que el público pueda comprender la posmodernidad en la danza por medio de la obra creadora de Béjart."

La bailarina se presentará este fin de semana en el Palacio de Bellas Artes, en la gala de ballet En la mira, jóvenes talentos. Grandes de México en el mundo, con fragmentos de las obras La consagración de la primavera y La flauta mágica.

Sentimiento y movimiento

Díaz González explicó que el arte de Béjart cumple con los requisitos para ser posmoderno y rompe con la tradición, aunque asume valores tradicionales. ''Une técnicas y conceptos coreográficos de clásicos, neoclásicos, modernos, contemporáneos, vanguardistas, inclusive folclóricos".

Agregó que ''las obras posmodernas de Maurice van más allá de lo clásico y lo contemporáneo; siempre presenta nuevas coreografías, no como las de Petipa, sino que busca en el sentimiento y en el movimiento; son obras creadas en tu cuerpo".

Sobre su experiencia de trabajar con el legendario coreógrafo, la bailarina señaló: ''Béjart busca artistas múltiples que sepan cantar, moverse, bailar clásico, moderno. Tengo licenciatura en la Escuela de la Opera de París en danza clásica y contemporánea, además soy cantante de ópera''.

Después de terminar sus estudios en esa institución francesa, Luisa María aceptó participar en el Ballet de Laussane cuando tenía 17 años de edad, y ahora cada año se prorroga su contrato con la compañía de Béjart.

Cuando tenía 18 años fue la primera mexicana en interpretar un papel estelar en Europa con el Béjart Ballet, la elegía de La consagración de la primavera en el Palacio de Congreso de París, en 2001. También ha interpretado a Pamina, en La flauta mágica, y la reina María, en Enfant Roi.

 
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