Usted está aquí: sábado 23 de julio de 2005 Cultura En busca de la poesía

En busca de la poesía

Contemporáneo de Claudio Monteverdi, el maestrísimo William Byrd (c.1540-1623), bautizado por su paisano Henry Peacham con el orgullo inglés como ''nuestro fénix", pasó a la historia injustamente como un ''músico de iglesia" cuando su producción, digámoslo así, pagana, o bien su música para tocarse en lo íntimo (sin albur) y con acompañamiento de cuerdas para voz femenina solista, mejor conocida como consort songs, es fuente de placeres infinitos y para constatarlo ha llegado a México un disco que al abrirlo desata su fulgor y cuando suena a través de las bocinas la vida es todavía más bella.

Protagonizado por la hermosa Emma Kirbby, soprano inglesa pionera en la interpretación musical erudita, es decir con conocimiento de causa, de la música del Renacimiento y, barroca, este álbum aglutina canciones de belleza sobrenatural.

El acompañamiento instrumental también es de primer nivel y está a cargo del conjunto de violas (da gamba y d'amore) Fretwork.

La naturaleza de las canciones reunidas en el disco Consort songs (Harmonia Mundi) se puede ejemplificar con la que abre la velada (o la tardeada, o la matiné, según la hora a la que usted decida poner a volar el disco y su imaginación) y que se titula My mind to me a kingdom is, que no es una frase del maestro Yoda, el de La Guerra de las Ganancias, sino la sintaxis del inglés antiguo y que gracias a que los librillos (desde chiquillos) de los discos compactos suelen contener los textos en tres idiomas, vemos aquí la riqueza de significado de esta canción, pues mind en el texto en francés está traducido como esprit y en alemán como Geist, para hacer claro que la poesía se encamina por la riqueza espiritual y sus placeres y gozos. Provecho.

 
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