Usted está aquí: viernes 8 de julio de 2005 Estados Figueroa Alcocer descarta que la guerrilla esté detrás del asesinato de Robles Catalán

Sectores políticos y empresariales exigen la presencia en Acapulco de la PFP

Figueroa Alcocer descarta que la guerrilla esté detrás del asesinato de Robles Catalán

Las indagatorias apuntan hacia el narcotráfico: Torreblanca

SERGIO OCAMPO ARISTA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Exequias del ex funcionario guerrerense FOTO Javier Verd� Foto: Javier Verd�

Acapulco, Gro., 7 de julio. El ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer atribuyó a la delincuencia organizada el asesinato de quien fue su secretario de Gobierno, Rubén Robles Catalán, ultimado ayer junto con su chofer en esta ciudad.

Figueroa Alcocer demandó el esclarecimiento del asesinato de su ex colaborador y pidió que la Federación destine mayores recursos para la seguridad en Guerrero.

El llamado Tigre de Huitzuco se encontraba, consternado, en el panteón Valle de la Luz, donde fue sepultado su ex colaborador, luego de ser velado anoche en una funeraria de esta ciudad, a la que no quiso ir el político priísta, quizá por motivos de seguridad.

Figueroa Alcocer tuvo que esperar en el panteón más de una hora hasta que llegara el cuerpo de su hombre de confianza: "lo quise mucho, era mi amigo", dijo en tono amable, extraño en él.

Antes, el cuerpo de Robles Catalán fue velado por familiares y amigos y "gente del pueblo", como dicen en Guerrero; se vio desde millonarios, como Jaime Camil, hasta campesinos, como don Manuel, quien dijo venir desde Cacalutla, municipio de Atoyac, a ver a su amigo. "Pa' qué te digo mi apellido, si yo no importo tanto".

También estuvieron los ex gobernadores Angel Aguirre Rivero y René Juárez Cisneros, quienes prefirieron la noche para no llamar tanto la atención. No así Israel Nogueda Otero, acusado de ser el primer gobernador en desaparecer a ex guerrilleros y luchadores sociales durante la guerra sucia, quien estuvo desde temprano en la funeraria.

En punto de las dos de la tarde, el cuerpo fue trasladado a la catedral de Nuestra Señora de la Soledad, acompañado de consignas de ''¡justicia, justicia!''

Luego de más de 40 minutos de camino arribó a la catedral, donde ya lo esperaban más de 300 feligreses. El cura Humberto de la Rosa expresó en la misa de cuerpo presente: ''la muerte y la desgracia no son lo último; que el crimen no siga manchando más el alma de los guerrerenses". Al terminar, se volvieron a escucharon las proclamas de ''¡justicia!''

Tras la ceremonia religiosa, el féretro fue trasladado al panteón Valle de la Luz, donde fue recibido con aplausos y porras, así como por dos mariachis que entonaban sus canciones preferidas: El rey y Cruz de olvido, sin faltar Amor eterno y El venadito.

Fue entonces cuando el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer se acercó para saludar a la familia, en particular a Robespierre Robles Hurtado, hijo de su amigo.

Poco antes aceptó dialogar con los reporteros, ante quienes expresó que "tenemos la obligación de ser solidarios con el gobierno, con las autoridades y buscar todos resolver este problema de delincuencia. Hay que buscar primero que el gobierno federal dé más recursos a un estado tan pobre para que tenga una policía más eficiente y mejor equipada; no se puede hacer milagros".

-¿Cuál fue el móvil del crimen de su amigo: el narcotráfico o la guerrilla?

-Yo descarto lo de los grupos armados, por la simple razón de que el licenciado Robles nunca tuvo relación con problemas de ese orden; incluso ni siquiera en el caso de Aguas Blancas, aunque fue relacionado por la Suprema Corte por cuestiones políticas más que jurídicas. Creo que lo hizo la delincuencia organizada; sería muy aventurado decir que fue el narcotráfico u otra instancia.

El ex mandatario rechazó las afirmaciones del gobierno estatal de que con crímenes como el de Robles Catalán se pretenda desestabilizar el gobierno del perredista Zeferino Torreblanca: "lo que pasa es que la delincuencia está ganando la batalla a los medios policiacos de toda la República; nosotros no habíamos tenido ese tipo de problemas".

Minutos después, el cuerpo fue depositado en la capilla familiar.

En la ciudad de México, adonde acudió a solicitar la presencia de la Policía Federal Preventiva en la entidad guerrerense, el gobernador Zeferino Torreblanca informó que las líneas de investigación abiertas tras el asesinato del ex secretario general de Gobierno señalan al narcotráfico como responsable del homicidio.

"Por el modus operandi de quienes perpetraron este asesinato, se puede vincular más con grupos del crimen organizado y no subversivos o de la guerrilla", precisó.

SERGIO OCAMPO Y ROSA ROJAS CORRESPONSAL Y REPORTERA

Empresarios, políticos y académicos de Guerrero exigieron al gobernador Zeferino Torreblanca Galindo el esclarecimiento del asesinato del ex secretario general de Gobierno, José Rubén Robles Catalán, ocurrido el miércoles, y se manifestaron por la "urgente presencia" de la Policía Federal Preventiva (PFP) en la entidad.

El síndico de Acapulco Fernando Donoso Pérez -quien acudió al velorio de Robles Catalán en Acapulco como representante del alcalde porteño, Alberto López Rosas- reconoció que la delincuencia superó a las autoridades locales. "Está claro que la seguridad en este momento está rebasada; creo que es urgente la presencia de la PFP", afirmó.

El homicidio de Robles Catalán es "oprobioso y lamentable", dijo el ex director de la Policía Judicial de Guerrero, Gustavo Olea Godoy, involucrado en la matanza de Aguas Blancas, que hizo tristemente célebre al ahora finado.

Zótico García Pastrana, quien fue coordinador del Congreso local durante el gobierno de Rubén Figueroa Alcocer (1993-1996), consideró que el asesinato fue producto del crimen organizado. "(Robles Catalán) no tuvo nada que ver en el crimen de Aguas Blancas, y exijo a la Procuraduría General de la República y al gobierno estatal que se investigue el crimen", acotó.

El senador Héctor Vicario Castrejón, también implicado en la masacre de 17 campesinos en Aguas Blancas, exigió al presidente municipal López Rosas "que presente el esquema de seguridad que dice tener para el puerto de Acapulco, pero seguro no lo va hacer porque no lo tiene, pero será la sociedad la que lo juzgue".

Aparte, el presidente del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Abel Barrera, dijo que el asesinato de Robles Catalán es parte de la descomposición social en Guerrero, cuyo gobierno "en lugar de hacer una valoración objetiva de las causas" de la violencia "y limpiar la Procuraduría de Justicia y las corporaciones policiacas, sigue pidiendo la presencia de la PFP y del Ejército, cuando con eso lo que ha ocurrido es que se militariza más el Estado sin que haya resultados que contengan la siembra de enervantes".

 
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