Usted está aquí: lunes 4 de julio de 2005 Espectáculos MELON

MELON

Luis Angel Silva

Genial improvisador

Ampliar la imagen Los Leones de la Sierra Xichu FOTO Archivo Foto: Archivo

TODO EMPEZO POR la deferencia que tuvo para conmigo la maestra Amparo Sevilla al hacer llegar a mis manos dos libros que simplemente están por la maceta: uno, escrito por ella con el título Los templos del buen baile, y, el otro, llamado Poetas y juglares de la Sierra Gorda, de Eliazar Velázquez, los cuales devoré con fruición y deleite. Por esta ocasión haré omisión a lo de las damas primero y le contaré, mi enkobio, de los Velázquez.

CON SU LIBRO, Eliazar -Chalo para sus cuates- me hizo viajar y penetrar en el ambiente de los cultivadores del huapango arribeño y otras facetas propias de nuestra música, que se asienta en la Sierra Gorda y abarca parte de los estados de San Luis Potosí, Guanajuato y Querétaro. Su texto me ha hecho empezar a familiarizarme con la planta, topada y valona, que me eran desconocidas, pero me han puesto a gozar.

GUILLERMO, EL HERMANO mayor, dueño de mi admiración y respeto, me obliga a buscar un adjetivo adecuado, pues no encuentro el preciso, así que espero que aparezca en el transcurso de esta plática.

PARA QUE USTED vaya dándose cuenta de "la calidad de la melcocha", aquí le suelto, mi nagüe, una décima de su inspiración: "Como poeta guitarrero/ por heterodoxo arcano/ tengo el corazón serrano/ y alma de rocanrolero/ desconfíen de este sombrero/ porque puedo ser Mad Max/ cambiar quinta por sax/ y si se les truena el zipper me pueden hablar al biper/ y les contesto por fax".

EL JUEVES 16 del presente asistí a la presentación del libro de Eliazar, en el Museo Histórico de Tlalpan, que tuvo ponentes de alto nivel: Armando Herrera, Antonio García de León, Mary Farquharson y Guillermo Briseño, así como la actuación de Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú, que nos regalaron con su calidad acostumbrada.

ESO ME HIZO recordar aquel Festival Cervantino en que don Guillermo presentó al Guayabero, notable sonero cubano, quedándoseme grabadas las tres últimas palabras: "Guayabero, a la palestra". En esa ocasión escuché por primera vez a don Guillermo y me hice su admiracdor inmediato. Puedo decir que fue "admiración a primer oído". En seguida voy, mi querido enkrukoro, a decirle por qué.

DICEN LOS QUE saben que en el son de cualquier denominación: arribeño, abajeño, huasteco, jarocho, cubano, etcétera, lo más difícil es improvisar con propiedad. Este señor de todos mis respetos lo hace, como diría Ismael Rivera, haciendo un fácil, difícil, y un difícil, fácil, con un léxico fuera de serie y de manera exquisita.

AQUI ESTA OTRA de sus décimas que le dirán, monina, el por qué de mi admiración: "¿Predestinación?, ¿regalo?/ ¿flor de ofrenda?, ¿memorial?/¿honda veta mineral/ para que la exude Chalo?/ En la pregunta me instalo/ porque comparto el azoro/ y porque sé que un tesoro debe mucho al gambusino/ que en el río de su destino/ lavó sus pepitas de oro/ Mío Cid en perene gesta/ viva voz -ojos abiertos-/ siguen hablando los muertos/ en quien palabra les presta/ para renovar la fiesta/ gracias a su lucidez/ porque la vida -tal vez-/ cuando mejor ilumina/ es más lo que uno imagina/ que lo que ella misma es".

COMO DIRIA MAURICIO Garcés: ¿arrrrroooz? Para seguir con mis recuerdos, déjeme platicarle, mi asere, de la ocasión en que el maestro McGregor bautizó a su hijo Sebastián. En compañía de Luisito Martínez fui a Querétaro para encontrarme con la grata sorpresa que en la fiesta estaban Los Leones, don Guillermo y su esposa, la cual, dicho sea de paso, canta y baila "de aquellita". En esa ocasión les escuché algo relacionado con el peso y el dólar, tocado con finura y buen gusto.

EN MI TRAYECTORIA sonera he tenido la oportunidad de escuchar a improvisadores sensacionales, la mayoría en vivo, y a otros por medio de sus grabaciones. Entre los que escuché en persona y, aunque usted no lo crea, compartí tarima con ellos, destacan Beny Moré y Cheo Marquetti, que le hacían un traje al pinto de la paloma. También viene a mi memoria el Muerto, cantor de son jarocho, del que nunca supe su nombre, pero era un repentista de polendas.

VOLVIENDO A DON Guillermo, me puso a gozar con un tema de actualidad: "un pedófilo y un pillo", se los dejo de tarea y a su imaginación. Cualquier semejanza con Michael Jackson y Raúl Salinas de Gortari, no es mera coincidencia.

FELICIDADES A LOS Velázquez, Guillermo y Chalo, Chalo y Guillermo, así como a los ponentes y, por supuesto, a la maestra Amparo Sevilla. Creo que encontré en el "don" el mejor adjetivo, pero por si falta lo nombro genial improvisaor.

P.D. LE ESPERO viernes y sábado a las 22 horas en Papá Jesú (Ayuntamiento 161, Centro Histórico)

son_de_meló[email protected]

 
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