Usted está aquí: sábado 2 de julio de 2005 Mundo Rusia y China, por un orden mundial "justo y racional" para el siglo XXI

Rechazan la pretensión de EU de dominar al mundo desde posiciones de fuerza

Rusia y China, por un orden mundial "justo y racional" para el siglo XXI

Condiciones equitativas para el desarrollo, exigen Vladimir Putin y Hu Jintao en Moscú

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscú, 1º de julio. Rusia y China abogaron hoy por un nuevo "orden internacional para el siglo XXI, justo y racional", que garantice sin restricciones el "derecho de cada país a elegir su propia vía de desarrollo de acuerdo con su identidad nacional, igualdad de participación en los asuntos mundiales y condiciones equitativas para el desarrollo".

Ambas potencias nucleares, aunque no mencionan por su nombre a Estados Unidos, el gran destinatario del mensaje de su apuesta por un mundo multipolar, rechazaron los intentos unilaterales de dominar a los demás desde posiciones de fuerza.

Enfatizaron: "Es indispensable solucionar de modo pacífico las controversias y disputas, desistir de emprender acciones unilaterales, no practicar la política de la imposición, la amenaza de la fuerza o el uso de la misma".

Rusia y China, que a comienzos de los años 90 -tras los desequilibrios internacionales por la desaparición de la Unión Soviética- proclamaron una "alianza estratégica", proponen un código de convivencia universal basado en principios.

"Los asuntos internos de cada país tienen que ser resueltos por su pueblo, sin injerencia alguna; los asuntos de alcance mundial, sólo mediante el diálogo y consultas que tomen en cuenta enfoques colectivos, multilaterales".

Para ello, sostienen: "La comunidad mundial debe abandonar por completo la mentalidad de confrontación y de bloques, las pretensiones de establecer un monopolio y dominar en los asuntos internacionales, los intentos de dividir el mundo en Estados importantes y sumisos".

Tales son los conceptos medulares de la "declaración conjunta de la Federación de Rusia y la República Popular China acerca del orden internacional para el siglo XXI", suscrita hoy aquí por el presidente ruso, Vladimir Putin, y su colega chino, Hu Jintao, quien el jueves inició una visita de cuatro días que continuará este sábado en la ciudad siberiana de Novosibirsk.

Las coincidencias políticas entre Rusia y China, de acuerdo con el balance que hizo Hu Jintao ante la prensa, se expresan en acciones concertadas y una creciente cooperación en cuestiones internacionales y regionales de relevancia, como son la estabilidad en Asia central, la reforma de Naciones Unidas y el problema nuclear en la península coreana, entre otros.

Como ocurre con sus invitados que en verdad importan al titular del Kremlin, más allá de los tiempos protocolarios asignados para las conversaciones oficiales, el líder chino fue recibido en la residencia presidencial de Novo-Ogoriovo, donde los mandatarios, "en un ambiente informal y distendido", según Putin, hicieron desde temprana hora, el jueves, un detallado repaso de la situación en el mundo y la agenda bilateral.

Ese primer intercambio de ideas, según reveló hoy el mandatario ruso al dar comienzo a la parte oficial de las pláticas, concluyó pasadas las 23 horas y permitió, además de definir posiciones comunes en materia de política internacional, analizar "prometedores proyectos en los campos de la energía, la metalurgia, infraestructuras de transporte, relaciones interbancarias y la investigación conjunta del espacio".

Arreglado este mismo año el diferendo de la demarcación fronteriza, la reunión de Novo-Ogoriovo también sirvió de marco idóneo para resolver el último gran problema en la relación bilateral, heredado a Rusia tras la disolución de la URSS, el de la deuda soviética, lo cual se tradujo en uno de los acuerdos suscritos por ambos gobiernos este viernes en el Kremlin.

Los presidentes, asimismo, reforzaron el compromiso mutuo que mantienen Rusia y China de brindarse apoyo irrestricto en sus respectivos conflictos domésticos.

Hu Jintao, en la tradicional conferencia de prensa posterior a la ceremonia de firma de documentos, resumió este entendimiento: "Hemos fortalecido el apoyo recíproco sobre cuestiones clave como Taiwán o Chechenia, que afectan intereses vitales".

Rusia y China confirmaron la intención de realizar, en agosto próximo, sus primeras maniobras conjuntas, dentro de los planes para incrementar sus nexos militares, así como robustecer su cooperación en el Grupo de Shanghai, que integran con Kazajstán, Kirguistán, Tadjikistán y Uzbekistán, para coordinar acciones contra "el terrorismo islamita" e impulsar los intercambios económicos.

En este último sentido, y en el plano bilateral, la balanza comercial alcanzó el año pasado 20 mil millones de dólares. Ahora, Rusia y China confían en que, hacia 2010, supere los 80 mil millones.

Con ese propósito, ambos países firmaron hoy seis importantes documentos, entre los cuales cabe destacar el acuerdo de cooperación a largo plazo entre el monopolio ruso de generación eléctrica RAO EES y su contraparte china, que aspira a establecer, a futuro, un solo sistema de suministro eléctrico para el Extremo Oriente.

Mención aparte merece también el acuerdo de cooperación entre el consorcio petrolero Rosneft y la Compañía Nacional Petrolera de China, que rescata la idea de tender un oleoducto en la región.

 
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